Desvaría el “general” Bermúdez. Dice que su Fuerza Civil no reprime, no se involucra, nada tiene que ver con la desaparición de cinco personas, que es “ajuste de cuentas”, una vendetta. Y a los familiares que protestan, que bloquean carreteras, que exigen que los regresen vivos, los llama delincuentes, los criminaliza.
Arturo Bermúdez Zurita llegó a Coatzacoalcos el viernes 22. No traía en su agenda el paradero de las cinco personas, en su mayoría jóvenes, levantados entre el 11 y el 16 de mayo, pero sí la descalificación.
