Nunca en Veracruz un gobierno había sido tan infame con la prensa. Matan a los periodistas y para todos tiene Javier Duarte un maquillaje ad hoc, un argumento, una excusa, una coartada, una insana explicación, el desdén y el desprecio, inquina y mala fe. Van 13 periodistas asesinados, Juan Mendoza Delgado, ex reportero de El Dictamen, el último en sufrir la canallada del duartismo.
Tilda el gobernador de Veracruz de hampones a los periodistas, de tener vínculos con el crimen organizado, de confabularse para la ejecución de otros periodistas, de echar el trago y tener relaciones con quienes después los estrangulan, de andar en malos pasos, de no portarse bien, de ser levantados por pleitos de vecinos y de aparecer cercenados después.
