Javier Duarte y el fiscal Luis Ángel Bravo

Caso Moisés Sánchez: el informe que implica a Javier Duarte

Javier Duarte quería que silenciaran a Moisés Sánchez Cerezo. Lo quería sometido. Le irritaba que el alcalde de Medellín de Bravo, el panista Omar Cruz Reyes, no hubiera podido doblegar al periodista. Y así se lo expresó. Tiempo después el reportero fue levantado, torturado, asesinado y mutilado. O sea, lo callaron.

“No era posible que no hayas podido callar a Moisés”, habría soltado el gobernador de Veracruz al edil, en Xalapa, donde acudieron Omar Cruz y otras personas, reunión cuyos pormenores conoció un amigo del reportero y editor del semanario “La Unión”. Su testimonio, confiado a los deudos y que consta en actas ministeriales, constituye la pista no seguida por la Fiscalía General hacia Javier Duarte.

Moisés Sánchez Cerezo

Moisés Sánchez: los muertos de Javier Duarte

Indigno, el récord de Javier Duarte de Ochoa: 11 periodistas asesinados, cuatro desaparecidos, 22 exiliados o autoexiliados, hostigada la prensa crítica, objeto de violencia, reprimida por los cuerpos policíacos, maltratada, a expensas del crimen organizado o víctima de la impunidad.
Día sombrío el 2 de enero, cuando José Moisés Sánchez Cerezo fue levantado en su hogar en El Tejar por nueve sujetos armados que se lo llevaron a rastras, generando el terror en su familia y otra oleada de incertidumbre, de zozobra, de reclamo, de ira, el escándalo en torno al desgobernador de Veracruz.

Aristegui trae el caso de Moisés Sánchez Cerezo

Moisés Sánchez, Aristegui y los calambres del procurador

Ver a Carmen Aristegui dimensionar la desaparición de Moisés Sánchez es grato. Aunque no para Luis Ángel Bravo. A él lo irrita. Lo descompone y lo exhibe. Y escuchar de Artículo 19 y del hijo del periodista secuestrado imputaciones de simulador, mentiroso y manipulador, es peor.
“Culín” Bravo es un mentiroso profesional. Pero hasta en esa casta hay vergüenza y formas de actuar. La mentira, para que engañe, debe ser perfecta. Y en el caso del director del semanario “La Unión” de Medellín de Bravo, no lo es.

Arturo Bermúdez Zurita

Moisés Sánchez: los policías de Bermúdez bajo sospecha

Arturo Bermúdez Zurita no tiene una policía confiable. Es acreditable y también delictiva. Está implicada en secuestros y crímenes, acoso y tortura. Le hallan vínculos con el crimen organizado. Y ahora la acusan de la desaparición del periodista José Moisés Sánchez Cerezo.

Día 12. Nada se sabe del editor, reportero y fotógrafo del semanario “La Unión”, combativo informador que recoge las demandas sociales en su pueblo, El Tejar, en la cabecera municipal Medellín de Bravo, y las zonas residenciales, y retrata la violencia derivada de la inseguridad que produjo un muerto, dos heridos, dos desaparecidos y el miedo entre toda la población.