No es asesor; el marido de Nahle trafica influencias

* Nahle niega que Peña Peña asesore a la Sedarpa  * Pero admite que es su “oreja” para el tema ganadero  * No requiere salario para hacer de las suyas  * Amado, financiador de Movimiento Ciudadano en Coatzacoalcos  * Phinder se abre de la candidatura del PAN

Muy por sus pistolas, Rocío Nahle da vuelo al nepotismo, ejerciéndolo a plenitud, sin rubores ni recato, en la persona de una ilustre rémora, la más íntima de todas, José Luis Peña Peña, el marido incómodo.

A contrapelo de la presidente con A, Claudia Sheinbaum, el nepotismo de Nahle es virtud, demostrando que un familiar de alto rango, el célebre Peña Peña, no sólo sirve para ser esposo, con sus consabidos escándalos inmobiliarios, matraquero de campaña y de espíritu bohemio, sino informante y colaborador, tácitamente su conciencia para conducir a buen puerto el proyecto ganadero de Veracruz.

Con todo y lo impúdico que entraña el nombramiento “sin remuneración” del esposo incómodo, la gobernadora Rocío Nahle se mostraba fresca y sobrada hasta que comenzó a sentir que un alud que se le venía encima y muy a su estilo, no tardó en despotricar.

Pasó de elogiar la postura antinepotismo de la presidente Sheinbaum a un escándalo por situar a su esposo en la categoría de “oreja” en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca del gobierno de Veracruz.

El 5 de febrero, zalamera como es, vació un arsenal de elogios en la figura presidencial cuando la jewish Claudia Sheinbaum hizo del aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917 un acto propagandístico soltando dos iniciativas algo huecas y bastante sobadas: la que se opone al nepotismo y la que restringe la reelección.

Son bolas de humo. La del nepotismo sólo es aplicable a cargos de elección popular, no para cargos ejecutivos para familiares del gobernante en turno. La de la reelección impide ocupar el mismo cargo de manera inmediata pero lo permite dejando transcurrir un período. O sea, una farsa.

Pero la gobernadora le aplaudió:

“Nuestro movimiento se fundó para la transformación de la vida pública y social de los mexicanos, por encima de cualquier aspiración personal, por muy legítima que sea”, precisó la zacatecana.

Dos días después, cuando ya era un secreto a voces que José Luis Peña Peña realizaba funciones de “asesor” en la Subsecretaría de Ganadería, Nahle la quiso enderezar.

Acudió al tercer foro sobre ganadería, celebrado en Las Choapas, al sur de Veracruz, el 7 de febrero. Y dijo:

“Yo le pedí personalmente a mi esposo que me ayudara. En esto ha estado trabajando y ya se imaginarán, tengo el informe diario, todos los días me habla del hato ganadero y de todo el tema del campo, pero eso es bueno, porque me estoy enterando todos los días”.

Ojo. Lo expresó con todas sus letras: “Yo le pedí personalmente a mi esposo que me ayudara”.

También puntualizó: “En esto ha estado trabajando y ya se imaginarán, tengo el informe diario”.

Y concluyó:

“Todos los días me habla del hato ganadero y de todo el tema del campo, pero eso es bueno, porque me estoy enterando todos los días”.

¿Qué prendió las alarmas en la gobernadora? Que el líder de la Unión Ganadera Regional del Norte de Veracruz, Armando Cuervo Cordero, haya liberado los demonios con una frase:

“Agradecemos la designación del ingeniero José Luis Peña como asesor de la Subsecretaría de Ganadería del Gobierno del Estado, a quien tendremos como un gran aliado”.

Fue entonces cuando la gobernadora advirtió que el fantasma del nepotismo iba a crecer.

Y Nahle pisó esa mina. Y esa mina estalló.

Colocar a la rémora, o sea al marido, como “oreja” en la Sedarpa es inmoral. Pero no se puede asumir sorprendida.

El 21 de febrero de 2024, en plena campaña a la gubernatura de Veracruz, José Luis Peña alardeó que sería el poder tras el trono en la Sedarpa. En Sayula de Alemán, dijo:

“Acuérdense, mi nombre es José Luis Peña Peña. Yo este le había dicho a la candidata que primeramente Dios yo voy a estar ahí, y cualquier problema que ustedes tengan, si ganamos, que vamos a ganar, porque es inminente, yo voy a estar en el área de la ganadería, sin un solo peso, sin cobrar nada. Lo único que voy a hacer es estarlos apoyando a todos ustedes y cuando no nos quieran cualquier cosa, vamos y hacemos un plantón ahí en Palacio de Gobierno para que nos resuelvan”.

Por ser el esposo de la gobernadora, de un plumazo Peña Peña atesora más poder que el secretario Rodrigo Calderón Salas, su compadre político con quien suele hacer trastupijes.

Calderón fue el coordinador de campaña de Rocío Nahle. Ahora ya se sabe por qué.

Calderón, agazapado en el bolsillo del marido incómodo, se dio el lujo de llevarse a la campaña un vehículo oficial del ayuntamiento de Martínez de la Torre donde era alcalde con licencia. Eso es peculado electoral pero se impuso la impunidad. El delincuente la libró.

Nahle es rehén de esa y otras torpezas. Y de su lengua traicionera. El lunes 10 volvió a escena y redondeó el escándalo.

Engallada, negó que el marido incómodo sea su asesor, se mostró molesta con los medios que lo difundieron, no así con el ganadero Armando Cuervo que fue el que lo categorizó así –“agradecemos la designación del ingeniero José Luis Peña como asesor de la Subsecretaría…”– y destacó que no lo nombró presidente del DIF pero le agradó que la ayude con el tema ganadero.

Nahle sólo engaña a Nahle. Peña Peña es un traficante de influencias… y de contratos. Es un conocido coyote en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, compadre de los Quintanilla, de los Fong, de los Pintos.

Cuando la gobernadora dice que no tiene cargo ni salario, no lo exculpa. Al contrario, lo incrimina.

Peña Peña, sin cargo ni salario, fue el poder tras el trono en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, en la gestión de Víctor Manuel Carranza Rosaldo, entre 2018 y 2021. Fue el todopoderoso, la última palabra en el reparto de las obras públicas.

Peña Peña fue el dueño de la Dirección de Obras y de la Tesorería Municipal. Y no necesitó cargo formal ni salario.

Peña Peña, el marido incómodo de Rocío Nahle, designó al secretario de Obras, Leopoldo Suárez. Y el alcalde Víctor Carranza sólo acató.

Peña Peña dispuso que el tesorero fuera Mario Pintos Guillén, hermano del secretario de ayuntamiento de Coatzacoalcos, Miguel Pintos, hoy diputado local, impuesto por el marido incómodo de la gobernadora.

Peña Peña constituyó un pull de empresas, todas dedicadas a la obra industrial en la zona petroquímica de Pemex, donde él desarrolló su vida profesional, y en ellas concentró la mayor inversión municipal.

Nahle lo sabe. Nahle lo deja hacer. Nahle le ha permitido traficar influencias.

Peña Peña es el cogobernador de Veracruz. Y en un descuido, el verdadero gobernador.

Así viven su nepotismo inmoral.

 

METADATO

 

Bajo el agua, Amado Cruz Malpica es el financiador de Movimiento Ciudadano en Coatzacoalcos. No sólo tiene entre prebendas y privilegios al regidor naranja, Luis Gutiérrez González, que vota a favor –y descaradamente a ciegas– todas y cada una de las propuestas del edil morenista, incluidas las obras inconclusas o inexistentes que Amado da por realizadas y hasta pagadas con recursos federales. Sirve el erario de Coatzacoalcos para financiar una red de medios digitales afines al partido de Dante Delgado Rannauro con cartera abierta en el ayuntamiento, o sus reporteros y directivos tienen vínculos directos con el círculo cercano al alcalde del que reciben línea u ocupan un lugar destacado en la nómina municipal. Amado Cruz sabe que su radio de operación en Morena se extingue, que Rocío Nahle García, gobernadora de Veracruz, cada vez lo detesta más y que MC es su tabla de salvación si logra meter por lo menos tres regidores en el próximo cabildo para ir siendo el contrapeso del futuro alcalde, Pedro Miguel Rosaldo García. De ahí que la prensa naranja tenga buen subsidio, contratos de publicidad y prebendas del generoso Amado Cruz, el alcalde ya casi ex morenista de Coatzacoalcos porque 2026 será el tiempo del llanto y de rechinar los dientes… Alfredo Phinder desistió. No será candidato panista a la alcaldía de Coatzacoalcos. “Si todo lo que te ofrecí, no te alcanzó, te ofrezco mi ausencia. A veces retirarse a tiempo es el mayor acto de dignidad y respeto hacia uno mismo”, escribió este lunes 10 en su cuenta de Facebook. Quizá sea la mayor figura del Partido Acción Nacional en Coatzacoalcos. Quizá sea el más competitivo por su prestigio personal, panista puro, por ser ex regidor, bien visto entre la sociedad. Pero el PAN juega a perder, a ser comparsa de Morena, sin estructuras políticas ni militancia, esta vez sin alianza con el PRI, que en los hechos es mejor, pues el tricolor se juega el registro porque los votos que le llegan cada vez con menos. Sin Alfredo Phinder en la contienda, el PAN terminará nominando a un Moisés Zarco que no dudaba en decir que Morena en Coatzacoalcos era una cosa y Andrés Manuel López Obrador era otra. Así de morenista y lo cacha el PAN…  

 

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Foto: Gobierno de Veracruz, Notiver