* Bringas y Gonzalo, los más cuestionados * Mucho verbo y poca propuesta * Gloria, Rocío, De la Guardia, Tania, Adán, Marlene, Charleston, contra el gobierno fallido * Para Regina no hay justicia * Tres años de impunidad * Restos de los ejecutados, a la intemperie * Dos accidentes más en el bulevar Barrillas
Planos y chatos, contestatarios y retadores, nueve candidatos hablan del paraíso y del México real, del cielo y el infierno, de la transparencia y la corrupción, de la magia con que dicen pueden transformar y de la promesa para enfrentar a un sistema político que devora a quienes se estacionan en la ilusión.
Debatieron sin cuestionar proyectos. Arañaron sin provocar dolor. Cada uno ofertaba su propuesta, limitada por el tiempo, apenas en unos trazos, rasgos de imaginación para decir qué harían de llegar a la Cámara de Diputados, pero sin revelar cómo podrían vencer las inercias del poder.
Así transcurrió el debate de candidatos a la diputación federal por Coatzacoalcos. Lo convocó Olmeca TV y fue realizado este lunes 27. Acudieron nueve de los once candidatos. Nueve que son postulados por sus partidos, excluidos los candidatos independientes, que dio pie a una protesta, la de Roberto García Alonso, que se manifestó en el exterior, y a la ausencia de Esteban Valles Martínez, que presuntamente acudirá a las instancias legales.
No se metió en pantanos el candidato del PRI, Rafael García Bringas, acicateado, punzado por su paso por San Lázaro, sin más relevancia que aquel pleito verbal con Gerardo Fernández Noroña, entonces de la cuadra del Peje López Obrador, que lo increpó desde la tribuna y luego lo fue a buscar a su curul.
Lo llamó chapulín la candidata del PAN, Gloria Santos Navarro, porque pasó por el PRI, el PAN y regresó al PRI. Y que se cambia de apellido, pues Rafael García Bringas ahora sólo es el “Doctor Bringas”.
Recordó que en sus días de diputado local, siendo anfitrión de un alto funcionario de la Secretaría de Salud, viajaba en avioneta mientras 42 niños enfermos de cáncer no contaban con medicamentos para enfrentar su terrible mal.
Le imputó eso y también que la única iniciativa que presentó en la Cámara de Diputados, entonces bajo las siglas del PAN, no fue dictaminada. “A este gobierno le sobran políticos que no han cumplido”, dijo Gloria Santos. “En la Cámara sobran políticos y faltan seres humanos”. Y también: “El desarrollo social es populismo”.
Soportaba todo García Bringas. No respondía ni se enganchaba. Saludaba todas las propuestas, las compartía. Ofrecía incluso, de llegar de nuevo a la Cámara, retomar las propuestas de sus contrincantes y legislar sobre ellas.
Habló de transparencia y de entregar a Olmeca TV su declaración patrimonial. Exaltó los programas sociales, Prospera entre ellos, y ampliar la cobertura del Seguro Popular. Intentó ser autocrítico. Dijo que falta empleo y que lo que hay son malos salarios. Hay que traer empresas, capacitar al trabajador, prepararse para la llegada del Corredor Transístmico.
García Bringas resaltaba la transparencia en las acciones de gobierno, modificar las reformas estructurales del peñismo de ser necesario, que la ley se cumpla y ofreció instalar tres casas de gestoría para atender a los ciudadanos de los tres municipios que integran el distrito de Coatzacoalcos.
Conocedor del tema económico, Rodolfo de la Guardia Cueto resaltaba que a través de la obra pública se apalanca el desarrollo. Habló el candidato del PRD de la inseguridad que lacera a la sociedad, de los programas y proyectos incumplidos. Dice que los programas sociales son clientelares, que sexenio tras sexenio sólo les cambian el nombre, que explotan la necesidad de la población de menores recursos. Las escuelas del distrito de Coatzacoalcos, señaló, dan lástima. Hay malos salarios para la mayoría y buenos salarios para unos cuantos, todo.
Instó a que Peña Nieto aclare judicialmente la propiedad de la casa de Las Lomas, la mansión de 86 millones de pesos, supuestamente propiedad de su esposa, Angélica Rivera. Y que lo haga porque existe la sospecha que la obtuvo a cambio de contratos otorgados a sus constructoras favoritas.
Gonzalo Guízar ya no encubre al gobierno. Priísta renegado, ahora es el candidato del Partido Encuentro Social. Ya pasó por la Cámara de Diputados, ya pasó por el Congreso estatal. Ahora es oposición. “Los políticos se han apartado de los principios y los valores”.
Cita las cifras de México, quinto peor lugar en bienestar y desarrollo humano. “México tiene un gobierno fallido”. Ahora sí. En Veracruz, la cifra de pobres aumentó de 42 por ciento a 50.4 por ciento. “Estamos cansados de la corrupción”. Ahora sí. Se lanzó contra el gobierno federal y contra el gobierno de Veracruz.
Rocío Nahle García exhibió experiencia, tablas y dominio del tema petrolero. Es su profesión. Pertenece a las agrupaciones de ingenieros al servicio de Pemex más combativas. Dos veces ha sido asesora en la Cámara de Diputados y una en el Senado de la República.
Los programas de desarrollo social ya existen, decía la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional, hace tres años candidata del PRD, perdedora de la contienda frente al priísta Joaquín Caballero Rosiñol. Su problema es la operatividad, agrega. “Hay que quitársela al gobierno y a los alcaldes”.
Le refutó Gloria Santos. Exhibió una fotografía en que aparece su hermano, Arturo Nahle García, actual subsecretario de SEDATU. “¿Es problema de operatividad o de honestidad?”, cuestionó. Respondió la candidata de Morena: “Pregúntele a mi hermano”.
Adán Escobedo Morales enfatizó el problema de la seguridad, la impunidad, la corrupción, el nepotismo. Decía el candidato de Nueva Alianza, ex presidente del Consejo Municipal Electoral, ex director de Comercio en el ayuntamiento de Iván Hillman Chapoy, que no todo es petróleo, que hay que ver al turismo, al campo, al comercio. “Los programas en las colonias no han funcionado”.
Tania Cruz Santos, candidata de Movimiento Ciudadano, resaltó que hay que quitarle el poder a los mismos de siempre, que los programas sociales dejen de ser electoreros, que se incremente el número de comedores comunitarios y que se asignen pensiones a personas de la tercera edad, sin condicionamiento alguno.
Posicionó como ningún otro Juan Carlos Charleston a su partido, el Partido Humanista. Pidió en voto para el partido del colibrí en cada intervención. Refutó a la mitad de los contendientes. Habló del gobierno fallido, de los 53 millones de mexicanos en pobreza. Y se le echó encima a García Bringas, pues, dijo, fue presidente de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados y no pudo conseguir una ambulancia para los municipios de su distrito, como tampoco alzó la voz ante el fraude de FINAMED en Veracruz.
Marlene Figueroa Ruz exaltó sus 25 años de lucha al lado de los campesinos e indígenas. Señaló que si aceptó participar como candidata del Partido del Trabajo, fue por su lucha contra el fracking, la perforación en busca de gas shale, que habrá de provocar grave contaminación de los mantos freáticos. Llamó a las reformas de Enrique Peña Nieto “reformas cancerígenas”.
No se hicieron mayor daño. Apenas permearon sus propuestas. Apenas cuestionaron a sus rivales de contienda, García Bringas y Gonzalo Guízar los más criticados, chapulines, saltarines de partido en partido, críticos y cómplices, o cómplices y críticos.
Hablan todos de llegar al Congreso. Hablan de transformar. Dicen qué harían. No dicen cómo lo harían. Suena como a un sueño, la vil irrealidad.
Fue un debate light, que dejó el escenario en su nivel de 20 por ciento de intención de voto.
No más.
Archivo muerto
Tres años ya. Su cuerpo yacía tendido, sin vida, en su piel las huellas de la violencia, en su cuello las marcas del odio. Regina Martínez Pérez fue hallada así, estrangulada, su voz acallada. Ocurrió la tarde del 28 de abril de 2012, tras varios amagos a su integridad, en un clima de asedio a la prensa. Su vivienda, en Xalapa, había sido vulnerada por manos expertas. Violaban cerraduras sin forzar nada, como si lo hicieran con llave maestra. Lo contó Regina, la entonces corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, a sus amigos, a Andrés Timoteo, el autor de Texto Irreverente en Notiver, quien cubría información para La Jornada y que luego partiera al exilio en Francia porque su vida, como la de muchos, estaba —y está— en peligro. Regina Martínez había exhibido a Fidel Herrera y a su pupilo Javier Duarte. Les documentó la quiebra de Veracruz, la debacle financiera, el endeudamiento demencial. Regina Martínez fue perseguida y hostigada por el capo de la fidelidad, que le endilgó una investigación judicial por la publicación en Proceso de la fotografía de la indígena Ernestina Ascensión, violada y asesinada por militares en Soledad Atzompa, sus daños físicos y causa de la muerte acreditados por médicos forenses que luego serían cesados por decir la verdad, suplantada la realidad con un dictamen del especialista Felipe Calderón Hinojosa, que determinó que murió por una gastritis, avalado, claro, por el genio Fidel. Regina escribió de policías y políticos ligados al narco, cómplices y beneficiarios. Tras la muerte de Regina Martínez, sus amigos periodistas, sus más allegados sufrieron persecución y acoso. Los quería la Procuraduría de Veracruz en papel de sospechosos; los hizo comparecer; los hizo imprimir su dentadura en una placa judicial para establecer si alguno de ellos, en un momento de arrebato, había mordido en el cuello a la corresponsal de Proceso, previo a quitarle la vida. Tras la muerte de Regina se supo que había tres periodistas más en la lista, que habrían de ser levantados, torturados y asesinados, algunos de ellos ya no volvieron a Veracruz. Tres años después, para Regina no hay justicia. Armó una telenovela la Procuraduría duartista. La enlodó. Dijo que ella convivía con sus asesinos, que era novia de uno de ellos, que aquello fue un crimen pasional. Ellos unos raterillos y viciosos, y ella la novia de uno de ellos. Vaya perversidad del gobierno duartista, sabida por todos la conducta y la mesura de Regina, suspicaz y cuidadosa de quién la rodeaba, a quién se dejaba llegar a su círculo íntimo. Inventó Javier Duarte un culpable, Jorge Antonio Hernández Silva, alias “El Silva”, al que torturó la policía ministerial. Una juez de consigna, hoy magistrada, lo halló culpable, pero en apelación echó abajo la sentencia, avalado por el fallo del magistrado Edel Álvarez Peña. Con un juicio de amparo, que anuló en parte la sentencia del Tribunal, “El Silva” fue reaprehendido, pero sólo por robo, no por el crimen. Tres años después, para Regina no hay justicia. Hay agravio. Hay indolencia duartista. Hay impunidad. Hay olvido oficial. En el crimen de Regina Martínez alcanza Javier Duarte la cúspide de la crisis mediática, el descrédito por doquier. Y de ese pantano no ha salido, ni saldrá… A la intemperie, yacen los restos, despojos humanos que nadie reclamó. Su olor es nauseabundo. Son cinco cuerpos fragmentados de los 18 que yacían en las fosas clandestinas de Lomas de Barrillas, hallados en los primeros días de febrero. Por ellos no hace nada la Fiscalía General de Veracruz. Ahí los tiene, en el abandono, en la morgue del panteón Jardín. El lugar es insalubre y así tienen que trabajar quienes ahí laboran. Dice la ley que si en un plazo de 72 horas no son reclamados, se procede a inhumarlos en una fosa clandestina. Pero aquí es Veracruz y se hace lo contrario a lo que dice la ley. Lo reseña el periodista Juan Antonio Valencia en el portal Plumas Libres… Dos accidentes más en el bulevar Barrillas. Ahí, donde murió atropellada Rosa María Alonso, en el tramo de Ciudad Olmeca, Villas de San Martín y Santa Marta, se volcó el 20 de abril un auto por ser conducido con exceso de velocidad. Este fin de semana, un motociclista arrolló a Claudia del Carmen Jiménez Alegría. Y quiere el ayuntamiento de Coatzacoalcos remediar el caos y el riesgo que enfrentan los vecinos con reflejantes que se desprenden al paso de los autos. Seguro, seguro, instalarán los reductores de velocidad cuando ocurra otro accidente con saldo mortal…
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