* Le irritaba que “no hayas podido callar a Moisés” * Negligencia criminal joaquinista * Ignoran petición y ocurre una muerte * “Culín”, sus rencores y sus amenazas * Héctor Yunes contra Caballero * Oficial: Cecilia Bocanegra pasa a prensa de García Bringas * Formaliza Charleston denuncia por extorsión
Javier Duarte quería que silenciaran a Moisés Sánchez Cerezo. Lo quería sometido. Le irritaba que el alcalde de Medellín de Bravo, el panista Omar Cruz Reyes, no hubiera podido doblegar al periodista. Y así se lo expresó. Tiempo después el reportero fue levantado, torturado, asesinado y mutilado. O sea, lo callaron.
“No era posible que no hayas podido callar a Moisés”, habría soltado el gobernador de Veracruz al edil, en Xalapa, donde acudieron Omar Cruz y otras personas, reunión cuyos pormenores conoció un amigo del reportero y editor del semanario “La Unión”. Su testimonio, confiado a los deudos y que consta en actas ministeriales, constituye la pista no seguida por la Fiscalía General hacia Javier Duarte.
Cita esa anécdota el hijo del periodista, Jorge Sánchez Ordóñez, en una de sus declaraciones ante la autoridad, en torno al asesinato de Moises Sánchez Cerezo, su padre, ocurrido el 2 de enero.
Lo retoma Jorge Morales Vázquez, integrante de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, del expediente del caso y a partir de ahí elaboró un informe de alta explosividad que evidencia tanto la gravísima expresión del gobernador Javier Duarte, como las omisiones en materia de seguridad en Medellín; pasividad de policías, navales y militares; encuentros y desencuentros entre el alcalde Omar Cruz y Moisés Sánchez; la irritación que provocó el surgimiento de grupos de autodefensa, alentados por el periodista; contradicciones entre implicados y testigos del plagio, y la tendenciosa conducta del fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, que investiga y oculta, consigna y evade, según convenga a la pandilla duartista.
“No era posible que no hayas podido callar a Moisés”. Una línea, una frase, implica a Javier Duarte en el caso Moisés Sánchez.
Consta en el informe, que la situación de inseguridad en Medellín era extremadamente grave pero de manera deliberada se ocultaban las cifras, se les maquillaba, se falseaba la verdad.
Según el informe, de circulación restringida, Moisés Sánchez enfrentó amenazas de diversos servidores públicos, incluida la de un secretario del Ministerio Público. Provocó con sus denuncias la movilización policíaca y también la simulación de las instituciones ante los hechos de violencia.
Dice el informe:
“De la investigación y de los testimonios se desprende no obstante que la situación en Medellín previo a los hechos del 2 de enero generó tal nivel de preocupación y reclamo social, aunado a la organización vecinal encabezada por Moisés Sánchez, que fue oportunamente del conocimiento del gobernador Javier Duarte de Ochoa y de las áreas de Seguridad Pública estatal, encabezada por Arturo Bermúdez Zurita, además de que sobre ello hubo mediación del alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes.
“Es en este contexto en el que el propio Jorge, hijo de Moisés Sánchez, declaró a la autoridad lo siguiente:
“ ‘Mi padre de la misma forma me comentó que una amistad que es político, que había acudido el presidente municipal junto con otras personas a la capital en donde se reunieron con el gobernador Javier Duarte de Ochoa. En dicha reunión el gobernador le llamó la atención al presidente municipal Omar Cruz Reyes, respecto a las notas periodísticas que mi padre sacaba referente a la inseguridad que vive el municipio de Medellín de Bravo, Veracruz. Que dicha amistad le comentó que el gobernador le dijo al alcalde Omar Cruz Reyes ‘no era posible que no hayas podido callar a Moisés’, que otra de las personas que estaba presente comentó que mi padre no se le puede comprar, que para poderlo callar Omar tenía que ponerse a trabajar, por lo que yo sospecho directamente que el alcalde tiene alguna participación en los hechos que le sucedieron a mi padre’ ”.
Jorge Morales dedica un tramo de su informe a Javier Duarte. Le llama “El amago del gobernador”. En él cita las cifras de la violencia que ocultó al Sistema Nacional de Seguridad Pública y casos específicos que fueron ampliamente divulgados por la prensa, pero que el gobierno de Veracruz no reportó.
El informe consta de 57 hojas. Un parte significativa consigna las contradicciones entre los policías detenidos, el ex policía intermunicipal acusado del plagio y los familiares de Moisés Sánchez.
Jorge Morales concluye que el fiscal general de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, ha sido omiso y tendencioso. Protege al gobernador. Lo exime de responsabilidad. Ignora la expresión “No era posible que no hayas podido callar a Moisés”. Y no lo llama a declarar.
“La afirmación de Jorge Sánchez de que el gobernador Javier Duarte de Ochoa estaba en contacto con el alcalde Omar Cruz Reyes sobre las protestas de Moisés Sánchez Cerezo y que lo alentó a “callarlo”, no han sido investigadas por la Fiscalía y tampoco se ha llegado a declarar al titular del Ejecutivo”, refiere Jorge Morales.
Tiene otras aristas el informe del periodista Jorge Morales. Merecen capítulo aparte.
Revela, sin embargo, que el fiscal habla y polemiza, pero no dice la verdad. Ignoró “Culín” la pista el crimen organizado. Desdeñó las denuncias que Moisés Sánchez realizaba por los hechos de violencia. Se enfocó sólo en el supuesto conflicto entre el alcalde de Medellín y el periodista.
Llevó a juicio de desafuero al alcalde Omar Cruz porque tiene la certeza de que es el autor intelectual del crimen de Moisés Sánchez. El móvil era “callarlo”.
Omite, sin embargo, Luis Ángel Bravo que Jorge Sánchez Ordóñez, hijo de Moisés, también declara que existe un testimonio que advierte que el gobernador Javier Duarte instaba al edil a “callar” al editor del semanario “La Unión”.
“No era posible que no hayas podido callar a Moisés”, habría dicho Javier Duarte. La intención era forzar al alcalde Omar Cruz a someter o a silenciar al periodista.
Y lo callaron.
Archivo muerto
Rosa María Alonso no murió sólo por el impacto de un taxi. No murió porque el taxista que la arrolló, Daniel Noguera Pliego, conducía borracho o drogado. No murió porque ese día, como dice la sentencia fatal, le tocaba morir. Rosa María Alonso murió por negligencia criminal. Murió por la irresponsabilidad de un ayuntamiento, el de Coatzacoalcos, el joaquinista, que no atendió el llamado de los vecinos. Los desoyó. Le pedían acciones de vialidad. Le urgían a que colocara reductores de velocidad o un semáforo en el bulevar Lomas de Barrillas-Ciudad Olmeca. Lo hicieron el 4 de marzo. Los ignoró pese a que su petición fue institucional. Cursaron un oficio, suscrito por Carlos Omar Martínez Castillejos, Guillermina Bolán Villaseca y David Hernández Medina, representantes de los vecinos del fraccionamiento Villas San Martín y de la escuela primaria Veracruz. Solicitaban un estudio de factibilidad en el crucero donde se incorporan autos y peatones justo a la entrada de su fraccionamiento y el de Santa Martha “para que se instale un semáforo, vibradores, reductores”, porque “de no ser así enfrentaremos pérdidas que lamentar, tanto físicas, materiales y decesos ya que actualmente se ha convertido en una pista de carreras de taxistas, urbaneros y choferes inconscientes”. Un mes después, el 3 de abril, Rosa María Alonso, de 60 años de edad, fue arrollada, lanzada al aire, por el impacto perdió la pierna derecha y murió en el instante. Su hermana María Isabel quedó gravemente lesionada. El taxista Daniel Noguera Pliego, quien conducía de manera temeraria el auto 4578, fue detenido y remitido a la autoridad. Del oficio cursado un mes antes tuvieron conocimiento el regidor Víctor Manuel Esparza Pérez, con la comisión de Vialidad; regidor sexto, José Antonio Chagra Nacif; la Secretaría de Seguridad Pública. Fue turnado a la presidencia municipal y de ahí a la Secretaría de Obras Públicas. No hubo respuesta. Supuestamente, Obras Públicas debió asignar el presupuesto, pero no lo hizo. La tragedia enlutó a tres familias. Rosa María Alonso era una humilde mujer de la tercera edad. Para ella no hubo acciones de las cámaras empresariales, ni de la élite social, que sólo reaccionan cuando les afectan sus intereses. En el joaquinismo, la negligencia se solapa, se encubre, se ignora. Joaquín Caballero, el alcalde de Coatzacoalcos, no ha cesado a ningún funcionario. No ha sancionado a nadie porque sus subalternos en Obras Públicas son sus cuates y amigos de correrías. Los solapa pese a haber sido omisos ante una petición ciudadana que estaba advirtiendo lo que podía ocurrir, como finalmente sucedió. Advirtieron los vecinos que podían haber decesos y así fue. El ayuntamiento joaquinista incurrió en negligencia criminal… No es lo mismo el culto al espejo, el narcisismo, la imagen personal por encima de todo, la presunción y la soberbia, que los resultados. Irrita al fiscal Luis Ángel Bravo Contreras que se exhiba su ineficiencia, la simulación de justicia, la persecución de inocentes, la fabricación de culpables, que se le reclame que para obtener una confesión de culpabilidad se torture a los detenidos, como ya ha quedado demostrado en tribunales. Enchila a Fis-Culin, antes Pro-Culín, que se ventile públicamente que su Fiscalía es un desastre en la que pocos creen. Pues que se tome su Dalai porque no hay excusa ni justificación por la cadena de pifias, el escándalo por delante. Filtran en su staff que va a usar su poder para acallar voces que lo critican. ¿Otro Moisés Sánchez? Que no se azote y se ponga a trabajar, a dejar el pavoneo para sus días de asueto. Y que entienda: Pro-Culín Bravo es observado desde Los Pinos, Gobernación, la PGR, el PRI, Seguridad Nacional. Veracruz merece justicia, no un simulador… “No podemos hablar de un mejor Coatzacoalcos si existen condiciones que no permiten el desarrollo de las familias”. Lo dice Héctor Yunes Landa, senador, aspirante a gobernar Veracruz, junto al candidato del PRI a diputado federal, Rafael García Bringas. Suelta la frase con toda intención, aquí donde el lema es “Por un Coatzacoalcos Mejor”. ¿A eso vino el duartista Héctor Yunes a Coatzacoalcos? Joaquín Caballero, el alcalde, se quedó helado… Cecilia Bocanegra se incorpora al equipo de Rafael García Bringas, el miércoles 15. Con un permiso temporal, sin goce de sueldo, se separa de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos, donde es jefa de prensa, para asumir el control del área de redacción de la campaña del priísta que aspira a ser diputado federal por segunda ocasión. En la primera, García Bringas lo hizo bajo las siglas del PAN y se comía a los priístas… Formaliza Juan Carlos Charleston Salinas su denuncia ante la PGR por intento de extorsión, amenazas e intimidación, tras recibir desde el viernes 10 llamadas telefónicas y mensajes de texto. Con él, van tres candidatos a diputados federales del Partido Humanista que están en la mira del crimen organizado. Charleston contiende por la diputación federal en el distrito de Coatzacoalcos…
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