* Llamadas y mensajes al candidato del Humanista * INE Coatza: el sistema de cómputo se cae * Humberto no pela a la FEPADE * Cecilia sí va * APEC: otra vez la violación a los estatutos * La planilla única de Vicky Rasgado * 22 propuestas de risa * Víctor Rodríguez fue por filete y le dieron sopa de tortilla
Día difícil el viernes 10. Juan Carlos Charleston Salinas escuchó sonar su teléfono celular. Vio pero no identificó el número. Pensó no abrir la línea, pero lo hizo. Oyó la voz. Era la de un sujeto que lo amagaba, le exigía, lo conminaba. Quería dinero. Imaginó una broma y luego una extorsión. Luego vería que era algo más.
Comandante Pedro Torres Z, dijo llamarse el tipo, muy clara la alusión a la última letra, la de Los Zetas, la banda criminal que de la mano del fidelismo convirtió a Veracruz en su santuario, su territorio, su paraíso, donde corre la droga y se trafican seres humanos, se practica el secuestro y el levantón, y se goza de impunidad.
Hablaba con cierta fluidez, ligeramente anorteñado, amigable al principio, reiterando que no quería lucrar con “Don Carlos”, no fijarle una cuota mensual, sino obtener un recurso y finiquitar el asunto.
Juan Carlos Charleston, candidato del Partido Humanista a diputado federal, se hallaba en el paso de lanchas, a unos metros del río Coatzacoalcos. Realizaba campaña, ofrecía exorcizar el proceso electoral, expulsar al PRI del poder, instando a la sociedad a “votar por el colibrí”, el emblema de su partido. La llamada, realizada a eso de las 11:30 de la mañana, lo tomó por sorpresa.
Escuchó las demandas. El diálogo duró 6:45 minutos. Pedro Torres Z lo instó a colaborar. Juan Carlos Charleston le diría que carecía de dinero. Le advertían que se tenían que poner de acuerdo. Reiteraba el candidato que aún no le bajaban recursos para la campaña.
“Soy hombre de palabra”, le dijo al extorsionador. Pedro Torres Z le expresaba que tenía que verlo cara a cara, un acuerdo que no incluiría una cuota mensual, porque, reiteraba, el asunto no era para lucrar.
Se escucha en el audio cuando Pedro Torres Z exige 4 mil 800 pesos “para los gastos de mis muchachos”, quienes, según él, se hallaban en Minatitlán. Luego señala que debían ser “3 mil bolas”.
Juan Carlos Charleston Salinas insiste en que carece de recursos, pues el Partido Humanista no les ha asignado presupuesto de campaña En un momento le pide a Pedro Torres Z que le envíe a “uno de sus muchachos” para dialogar. Pedro Torres Z le dice que están en Minatitlán.
Plantea Juan Carlos Charleston que le dé un número de cuenta y banco y que hará un depósito antes de las dos de la tarde. Pedro Torres Z accede. Le proporciona la cuenta 0262603182 de Banorte. Termina la llamada con la voz del extorsionador: “cambio y fuera”.
La llamada fue realizada desde el número 9212804784, pero el tal Pedro Torres Z dice que se trata de un teléfono satelital. El número no corresponde a esa clase de aparatos.
Juan Carlos Charleston desestimó en un principio la veracidad de la extorsión. Diversas expresiones de Pedro Torres Z lo hacían pensar que era un extorsionador de poca monta. “Que Dios me lo bendiga”, le dijo al despedirse. “Le quiero pedir un favor”, le señaló antes de pedirle las “3 mil bolas”. Y Juan Carlos Charleston reía.
Pero horas después, el tono varió. Juan Carlos Charleston no realizó ningún depósito. Comenzó a sonar su teléfono con insistencia. Y luego los mensajes de texto.
El primer mensaje fue recibido a las 14:01 del viernes 10. “Don Carlos. Soy Pedro Torres. Le marco nada más que no lo escucho. Nada más para que me confirme el movimiento. Por favor”.
Un segundo mensaje fue realizado a las 14:21. El tono se endureció:
“Pensé que era hombre de palabra. Pero veo que no. Pues si a usted no le interesa, pues a mí tampoco. Nada más no diga que después no creyó. Atte. Pedro Torres Z”.
Le sucedieron decenas de llamadas más. Todo el día sonó su teléfono. Dos de ellas fueron atendidas por un auxiliar del candidato del Partido Humanista. Le explicaban al tal Pedro Torres Z que Juan Carlos Charleston se hallaba en una entrevista de prensa.
Los mensajes amenazantes continuaron así toda la tarde y noche del viernes 10, mientras el candidato del Partido Humanista enteraba del caso a la dirigencia nacional.
A Juan Carlos Charleston Salinas le asalta la duda: se trata de extorsionadores o de agentes del gobierno para obligar a los candidatos de oposición a renunciar. De acuerdo con una fuente consultada, el modus operandi corresponde a policías de Seguridad Pública de Veracruz, la policía duartista.
Planteó el caso un día después, el sábado 11, en el puerto de Veracruz. Acudió a la reunión de candidatos del Partido Humanista, en el hotel Diligencias. A eso de las 12 del día, cuando iba a tomar la palabra, recibió una nueva avalancha de llamadas del extorsionador.
Decidió exponerlo ante los dirigentes nacionales y el líder estatal, Luis Alonso Polo Villalobos. Entonces se supo que lo mismo viene ocurriendo con otros candidatos en Veracruz.
“El candidato en Tuxpan ya fue levantado. La candidata en San Andrés Tuxtla decidió renunciar, agobiada por el cúmulo de llamadas amenazantes”, expuso uno de los dirigentes.
Se tomó el acuerdo que los candidatos amenazados interpongan las denuncias correspondientes y que el Partido Humanista va a presentar la queja ante el consejo general del Instituto Nacional Electoral.
Un asesor en temas de seguridad, vinculado a la policía y el Ejército, refirió que el extorsionador cubre el perfil de alguien que pertenece a las corporaciones policíacas.
“Cambio y fuera” es un término que distingue a los elementos de Seguridad Pública. Lo expresan en automático, siempre al concluir cualquier diálogo.
Vía la amenaza y el amago, otros dos candidatos a la diputación federal en Coatzacoalcos, se abrieron de la contienda: Armando Rotter Maldonado y Gersaín Hidalgo Carrión.
A Armando Rotter Maldonado, entonces candidato del Partido del Trabajo, le allanaron el domicilio. Cuando su esposa e hijos se disponían a partir hacia la escuela, tres individuos armados irrumpieron en el garaje de la casa. La esposa se armó de valor. Aceleró el auto en reversa y salió hasta el malecón. Minutos después halló una patrulla del Mando Único Policial y dio aviso.
A Gersaín Hidalgo le pintaron una leyenda en la fachada del Partido Nueva Alianza: “La diputación o tu familia. Tú eliges”. Y se abrió de la contienda.
Este lunes 13, Juan Carlos Charleston interpondría la denuncia ante la subdelegación de la Procuraduría General de la República, en Coatzacoalcos.
No cesan los mensajes de texto. No deja de repiquetear el teléfono. Sabe Juan Carlos Charleston Salinas que se trata del comandante Pedro Torres Z, el extorsionador que tiene lenguaje de policía, al que el candidato del Partido Humanista ubica como el instrumento para que renuncie a la contienda.
Pensó Charleston que era una broma, luego una extorsión. No. Es algo más.
Archivo muerto
Voz de alerta en el INE de Coatzacoalcos. No funciona, o funciona mal, el sistema de cómputo. Es lento, se traba, se cae, no corren los programas, no le sirve a los representantes de los partidos políticos. Lo denuncia el Partido Humanista. Lo dice su representante, Rodolfo Zapata, en la sesión del jueves 9. Si así va a funcionar el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) el día de la elección, 7 de junio, están dadas las condiciones para un fraude cibernético. Y sí, mientras el sistema esté caído por el cúmulo de información que fluye de manera simultánea, puede ser suministrado todo tipo de información al gusto del INE tricolor, con consejeros alineados, auspiciados, manipulados por las mafias priístas. Rodolfo Zapata expresó que cuando menos el presidente consejero del INE distrital, Enrique René Gamboa Márquez, debe llamar a cuentas a la empresa proveedora del servicio de cómputo y que explique y corrija el caos que está por venir… A la FEPADE la escuchan pero no la pelan. Impartió un curso a personal del ayuntamiento de Coatzacoalcos. Ofreció recomendaciones, lo que se puede y no se puede hacer, el delito electoral si se usan recursos públicos en campaña, si el trabajador se inmiscuye en tareas partidistas. Y le dijeron que sí. Pero en los hechos, les gusta violar la ley. Es el caso del oficial mayor del ayuntamiento, Humberto Díaz. Usa las redes sociales para difundir imágenes de la campaña del candidato del PRI, Rafael García Bringas. Consta en su Facebook y lo hace en horas de trabajo. O sea que lo que la FEPADE diga es letra muerta… Ella dice que no, pero Rafael García Bringas dice que sí. Cecilia Bocanegra Cornelio le daba vueltas a la propuesta de incorporarse a la campaña del candidato del PRI a diputado federal por Coatzacoalcos, el jueves 9. Hasta las 11 de la noche afirmaba que no había acuerdo. A las 9 de la mañana del viernes 10, García Bringas confirmaba que Cecilia Bocanegra será responsable de su área de redacción. Y de que va, va. Llegó ese día Cecy Bocanegra a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos, donde es jefa de prensa. Ahí supo que ya tenía listo su permiso de trabajo… No respetar sus estatutos tiene su costo. Llega la Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos —Periodistas de Coatzacoalcos, A.C. según su nombre real— a la elección de su directiva. Sólo habrá una planilla aun cuando el artículo 26 fracción III prohíbe expresamente la participación de planillas en la contienda. Hoy eligen planilla única, así con lo contradictorio que suene. “Elijen” es un decir, pues sólo hay una candidata a presidenta, Victoria Rasgado, y no se ve cómo pueda perder. Hay quienes sugieren que no haya votación porque sólo hay una planilla registrada. Pero otra corriente de opinión se manifiesta porque la votación se realice, aunque sólo sea una planilla. Quieren ver cuántos de los que asistan a la elección, le dan su respaldo a Victoria Rasgado y cuántos se abstienen. Eso pasa cuando se corre el riesgo de que el abstencionismo sea más popular que el candidato. Otros plantean que debe suspenderse la elección porque de origen está viciada. La convocatoria viola los estatutos. Puede impugnarse en tribunales porque la AC llamada APEC está sujeta a un régimen jurídico y cualquier atentado a sus normas internas pueden ser objeto de impugnación. Vaya con los colegas. Piden limpieza en elecciones constitucionales, en las de los sindicatos, en las de los empresarios, en las internas de los partidos políticos, y son antidemocráticos en la de su propio gremio, pues violan sus estatutos. En lo que vino a parar la APEC. Y qué decir de la propuesta de Vicky Rasgado. Es de risa. Dice, entre otras sandeces, que creará un “sitio web rentable y un espacio libre de expresión (¿acaso Diario del Istmo, donde labora, no lo es?); garantizar el Seguro Popular y otros programas sociales (¿y por qué no obligar a las empresas periodísticas a que cumplan con la seguridad social, como establece la ley?); asesoría legal (¿contra dueños de medios de comunicación que violan derechos laborales de reporteros?); abrir la cuenta de Twitter de la APEC (qué profundidad, qué alcance); creación del Premio Municipal de Periodismo (seguro para reconocer los trabajos más críticos). Son 22 propuestas, algunas verdaderamente para los bronces… Víctor Rodríguez Gallegos quiso ser diputado federal. Lo apuñaló Javier Duarte, le negó el registro, lo engañó, le dijo que sí y lo bailó. Ahora le otorga la dirigencia estatal del Movimiento Territorial del PRI. Deja así la subdelegación administrativa de Sedesol Federal en Veracruz, con todos los millones que ahí maneja. Y se fotografía con el gordobés, sólo para confirmar que la mala leche sí se puede combinar con la sumisión. O dicho de otra manera, fue por filete y le tocó sopa de tortillas…