Renato Tronco Gómez

La vena cómica de Renato Tronco

* La locura de querer ser gobernador  * Y su caballo Payaso para líder del Congreso  * Maryjose va por María Paula  * Aniversario del PRI y los priístas ni enterados  * Burócratas obligados a participar en el carnaval de Coatza  * El Chato factura a nombre de un empleado  * Ricardo Cárdenas, al encuentro con su destino

Adolecía la política de un bufón y ya lo tiene. Es Renato Tronco. Fue alcalde, es diputado, es un hablador compulsivo, pesa sobre él la imputación formal de ser autor intelectual de un crimen y quiere ser gobernador de Veracruz.

Renato Tronco tiene ya un lugar en la picaresca política y además de su conducta netamente delictiva —golpeador de manifestantes, agitador que bloquea carreteras, protector de giros negros—, goza con el chantaje verbal y el ataque a sus enemigos pero también, y cuando puede, a sus amigos.

Explosivo, siempre polémico, beligerante e incontrolable, el ex alcalde de Las Choapas es ya un ser socorrido por los medios de comunicación cuando urge nota aunque lo que les dé sean ocurrencias sin lógica y absurdos demenciales. Lo que sea es bueno si se trata de estimular sus afanes protagónicos.

Presume que entre sus locuras está ser gobernador o minigobernador, en el período que va de 2016 a 2018.

Lo anima que esa aventura la haya diseñado su otrora verdugo, ahora mentor, Fidel Herrera Beltrán, consumada por Javier Duarte, la marioneta de palacio, para descarrilar el tren de los Yunes rojos, Héctor y José Francisco, que suponían que el camino a la gubernatura era suyo y estaba allanado.

Renato Tronco puede no tener más que las ganas de hacer reír, pero sirve su ejemplo para describir que la política en Veracruz se vale hasta de la frivolidad para modificar escenarios y frustrar proyectos.

Dice Renato Tronco que lo suyo va en serio. Sostiene que en un año más se le verá en la boleta electoral. Y sólo él y sus seguidores tronquistas creen en sus palabras.

Quizá Payaso sería mejor diputado. Su caballo impone, obedece. Tal vez Payaso, de origen incierto, dicen que narcocaballo, habría sido mejor alcalde pues ni por error habría ordenado reprimir a la población, apalearlos con el uso de la policía, víctimas de ellos mujeres, niños y ancianos. Payaso no habría cometido semejante atrocidad.

Su historia puede mover a risa, pero tiene más trazas ser un caso siniestro.

Su carrera está marcada por incoherencias y bandazos, falsedades y traiciones, que denotan qué tan negra tiene el alma y que definen su ínfimo nivel en la escala moral.

Quiere ser gobernador, pero Renato Tronco Gómez tiene en el clóset un muerto. Se trata del ex regidor Alfredo Pérez Juárez, ex líder del Partido Acción Nacional en Las Choapas, ambos en un proyecto que les permitió llegar juntos a la alcaldía.

Renato Tronco, alcalde en 2005, sacó las uñas cuando apenas llevaba unos días en el cargo. Pérez Juárez lo percibió. Lo instó a no traicionar el proyecto. Denunció el manejo ilegal de la Unión de Ejidos 25 de Abril de 2000, la plataforma política de Renato que luego convirtió en una empresa constructora, así como la existencia de aviadores en la nómina municipal. Se tensó la relación y comenzó la descalificación.

Renato Tronco usó el aparato de poder. Atacó a Alfredo Pérez Juárez. Lo aisló en el cabildo. Lo descalificó públicamente mediante desplegados suscritos por los líderes del tronquismo, incipiente el poder, a la vista la ínfulas del cacique.

Una noche de 2006, el 5 de junio, Alfredo Pérez Juárez fue acribillado cuando arribaba a su hogar. Murió horas después en Coatzacoalcos.

Hasta entonces, Renato Tronco mantenía una relación tirante, difícil, agresiva con Fidel Herrera. Le imputaba falta apoyo, de recursos. Incluso lo acusó con el presidente Vicente Fox, en una visita oficial a Las Choapas.

El crimen cambió el escenario. Fidel maniobró y su Procuraduría halló responsabilidad en tres allegados a Renato Tronco: su jefe de policía, Hormido Cruz Bustamante; Ignacio García Meza, aviador del ayuntamiento, y Norberto del Valle, gatillero, acusado de la autoría material.

Fueron juzgados. Se les condenó. Norberto del Valle murió misteriosamente meses después, supuestamente aquejado por un mal renal.

Le imputó la PGJ a Renato Tronco la autoría intelectual y tramitó su desafuero en el Congreso de Veracruz, donde era diputado. No se logró retirarle la inmunidad. El PAN, encabezado por Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, lo protegió. Era el plan de Fidel Herrera. A partir de ahí lo hizo su aliado, su títere y su ariete.

Fidelista, duartista, Renato Tronco ha escalado la pirámide del poder rentándose al PAN, al PRI, al Verde, a Movimiento Ciudadano.

Regresó a la alcaldía de Las Choapas de la mano de Fidel Herrera. Llegó de nuevo al Congreso bajo la protección de Javier Duarte.

No le impide eso decir locuras. Un día lo cuestionaron sobre las imputaciones que derivaron de una declaración del narcoempresario Francisco Colorado Cessa, sentenciado a 20 años de prisión en Estados Unidos por lavar dinero para Los Zetas, donde señalaba que sí, que filtró recursos del narco para la campaña de Fidel Herrera.

“A los amigos no se les niega aunque sean narcotraficantes”, respondió Renato Tronco sin inmutarse, Fidel Herrera exhibido, denostado y acusado públicamente de haber realizado su campaña al gobierno de Veracruz con recursos producto de la droga.

Tilda ahora de ratas a todos los partidos políticos, incluidos el PAN, PRI, Verde que lo postularon a alcaldías y diputaciones.

Enreda a Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado Rannauro, que le otorgó la candidatura a diputado federal por Coatzacoalcos y un sitio en su lista plurinominal, del que luego desapareció.

Su fama es de escándalo. Es el diputado más faltista en la historia de Veracruz. Se ausenta por meses, aduce que realiza trabajo en su distrito sin que alguien lo constate, se presenta al Congreso y cobra la dieta de ley como todo un aviador.

Otro episodio de la picaresca tronquista fue cuando le negaron la contratación de su personal de confianza en la nómina de la Legislatura de Veracruz. Se enchiló. Quiso entonces instalar una carpa en el estacionamiento del Congreso para despachar ahí. El personal de seguridad le retiró el material con que haría su tendido.

No se quedó con las ganas. Cuando acudía al Congreso, solía despachar desde su camioneta Mercedes Benz con valor de más de un millón de pesos. Mientras, los campesinos de Las Choapas viven entre el abandono y la desolación, el silencio oficial y el rezago social.

No es broma, es real. Renato Tronco quiere ser gobernador de Veracruz. Y de lograrlo, su caballo Payaso será secretario de Gobierno o líder de la Legislatura local.

Su vena cómica da para eso. Calígula no ha muerto. Vive en Las Choapas.

 

Archivo muerto

 

No cesan las batallas de Mayjose Gamboa Torales. Ya está libre. Venció a Javier Duarte y a su perverso fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras. Enfrentará en libertad el juicio por la muerte de José Luis Burela López, sin agravantes, sin cargos de temeridad ni ebriedad, como urdieron ambos, amparados en el abuso de poder. Va ahora la periodista de Notiver, autora de la columna Al Aire, por su hija María Paula, en manos de su padre, Daniel Alfonso Hakim, quien se valió del encierro obligado para gestionar la custodia y llevarla con él. Alegó que Maryjose Gamboa no estaba y un juez de Puebla se la concedió. Pero ya está. A la par del juicio en que demostrará que no fue responsable del accidente, con los peritajes que establecen que si José Luis Burela hubiera usado el puente peatonal estaría vivo, Maryjose Gamboa habrá de recuperar la custodia de María Paula. No la pudo doblegar el gobernador de Veracruz, quien la había convertido en su presa política, rea por lo que escribe, por sus críticas, por exhibir la podredumbre del duartismo y la ínfima moral con que se ejerce el poder. Tampoco lo hará Daniel Alfonso Hakim, quien usó el encierro ilegal a que fue sometida Maryjose Gamboa para cometer la peor de las infamias: despojarla de su hija. La batalla continúa… ¿Quién se acuerda del PRI? Los priístas no. Si acaso unos cuantos recordaron que este 4 de marzo se cumplieron 86 años del nacimiento del Partido Nacional Revolucionario, el abuelo del PRI, obra de Plutarco Elías Calles, en 1929. Sirvió para apaciguar a los generales de la Revolución, repartir el tesoro, conceder territorios, fraccionar al país en ínsulas de poder. Con el paso del tiempo, el PRI se corrompió, devino en la dictadura perfecta, renuente a dejar la Presidencia de México y en su metástasis, enfrentó su crisis. Doce años le alquiló el poder al PAN y lo recuperó para dar el triste espectáculo que hoy se vive, Enrique Peña Nieto dando palos de ciego, empequeñecido ante la efervescencia social, la inseguridad y la violencia devorando al país, el dólar sin control, la economía destrozada, Pemex fragmentado, su personal cesante, las reformas estructurales rebasadas y la credibilidad por los suelos. Vetusto, artrítico, en la plenitud de la cuarta edad, el PRI celebra un aniversario más, el número 86, sin que la mayoría de los priístas lo sepan, sin celebrar… A regañadientes van los empleados municipales al Carnaval Coatza 2015. Les cursaron invitación, un “por favor obligatorio” para que participen en las comparsas, a bailar aunque les repatee, a divertir a los asistentes aunque sientan que hacen el ridículo. Les llegó la “invitación” con la amenaza de que si no asisten los despiden. DIF, tesorería, Obras Públicas, principalmente el personal de confianza, es obligado a participar en un carnaval que cada año repite el mismo esquema, que no emociona. A eso se le llama represión laboral. Participa también el ITESCO, donde les regalan calificaciones al alumnado por ser comparsa del ayuntamiento de Coatzacoalcos. ¿Qué clase de profesionistas pueden ser aquellos que lucen excelencia en el cardex porque canjean un paso de batucada por uno o dos puntos o la calificación completa?… El Chato no suelta el negocio. Un día facturó servicios al ayuntamiento y le regresaron el documento. Entonces buscó a un empleado, alguien de Acción Social que diera la cara por él. Así pasó la factura. El Chato acondiciona carros alegóricos para el carnaval. También renta plantas de luz, todo lo que se requiera en la fiesta de la carne. ¿Cuánto por factura? Lo que sea, al fin que pasa el trámite, al fin que no hay objeción. Y cómo no si reparte la mitad de las ganancias con el director de Acción Social… Se llamaba Ricardo y era un tipazo. Tenía la música por dentro y también por fuera. Proyectaba alegría y sabía contagiarla, diestro para la broma, el comentario sano, la frase punzante, un gran hijo, un gran hermano, un gran padre, un gran amigo. Eficiente, íntegro, profesional, era el secretario técnico de la Comisión de Vigilancia del Congreso de Veracruz. Ricardo Cárdenas Escobosa tomó el camino, adelantó la ruta, se fue al encuentro con Dios, el pasado 25 de febrero. Lo recordamos con amor, el mismo que él cultivo entre quienes convivieron y lo tuvieron a su lado. Nuestra solidaridad a su mami, Rosy, a su hermano Emilio, a su hija Vicky, y a todos sus familiares, rogando que el tiempo les conceda la resignación y alivie el inmenso dolor que ha provocado su partida…

 

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