Marcelo Montiel Montiel

Marcelo Montiel: los buitres de Sedesol

* En Notisur agravian a beneficiarias del programa Sin Hambre  * Theurel: sólo le auditaron el 20 por ciento de las obras  * El bulevar Barrillas, al gusto de DIPEPSA  * Día 18: el rollo del fiscal y el caso Moisés Sánchez  * Alcaldesa de Nanchital no paga salarios  * Duarte y González Anaya, a escondidas  * El terreno y la denuncia

Potencialmente vulnerable, Marcelo Montiel Montiel nunca ha tenido claro qué es la política de medios. Cree que es el elogio y el halago. Imagina que es fundar periódicos anodinos, sin voz crítica, sin liderazgo informativo y que terminan llamándole buitres y cuervos a los beneficiarios de Sedesol. Ese es su error.

Extraviado en la aldea mediática, el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social federal en Veracruz enfrenta el escarnio por una publicación que denota que ahí, en su periódico Notisur, le tienen un verdadero desprecio a los pobres y tirria a los de abajo.

Marcelo Montiel llegó a Coatzacoalcos el viernes 16. Iba, como siempre, a entregar apoyos y cachar voluntades, trepado en la parafernalia del poder, en el escenario de la dádiva, en el ritual de la beneficencia política que a través de los programas sociales va conformando la fuerza electoral que resulta el voto duro del PRI.

Le allegan masas que acuden al encuentro con el cacique priísta, amilanado pues una semana antes lo bateó el gobernador Javier Duarte de Ochoa en su intento de arrimarle la candidatura a la diputación federal por Coatzacoalcos a Víctor Rodríguez Gallegos, su brazo derecho, subdelegado administrativo de Sedesol federal en Veracruz.

Es lo de siempre. Marcelo Montiel dispensa los recursos del programa Sin Hambre. Miles son beneficiados. Marcelo les habla y la gente le aplaude, le grita, se acerca, lo quieren tocar. La devoción es esquizofrénica. ¿Será el Mesías? No, es un simple priísta.

Así ha sido el líder del marcelismo desde que en 2001 asumió la alcaldía de Coatzacoalcos. Fue su primera presidencia municipal. Ahí comenzó a encantar a un sector del electorado. Soltó el ego. Se mostró como es. Dilapidó recursos en imagen personal, la camisa verde, el niño del tambor en las bacanales del carnaval; el político que conmueve porque asiste a las casas de los colonos, visita a los enfermos, les lleva un doctor, les envía láminas y otros materiales de construcción. Todo un show.

Marcelo Montiel no lo hace por nobleza. Publicita su imagen derrochando recursos públicos. Paga planas en la prensa y tiempo en radio y televisión. Satura los medios, infla los bolsillos de los periodistas, incrementa las cuentas de las empresas periodísticas. Paga para destacar su calidad humana aunque todo sea un ardid. Y el halago, siempre el halago.

Cree que eso es política de comunicación. No lo es. Marcelo Montiel es limitado, ignorante del tema mediático. Carece de habilidad para enfrentar la crítica. No argumenta ni debate. No contrarresta sino que se deja apabullar.

Un día le dio por ser periodista. Si Edel Álvarez Peña, su antiguo jefe, se hizo del control del periódico El Liberal, Marcelo Montiel le apostó no solo al aplauso de sus aduladores sino a la fundación de una televisora y un periódico. Así nacieron Olmeca TV y Notisur, vía prestanombres que lo representan a él, y a los ex alcaldes Marco César Theurel Cotero y Luis Rafael Anaya Mortera.

Profesionalmente han sido un fracaso. Olmeca sirve para medio entretener e informativamente es un cero a la izquierda, maniatados sus reporteros, censurada la crítica, intocables los intereses de los tres dueños del medio.

Notisur es peor. Su fachada es carroñera, la sangre de los muertos, la noticia amarillista, el escándalo como línea periodística, pues hay que tener lectores, fanáticos del morbo.

Así, ni uno ni otro son líderes de opinión. Las voces críticas que llegaron a Olmeca TV y Notisur pronto se fueron, aquejadas por la censura, por el silencio a los temas de interés público, por el impedimento a tocar al gobernador en turno, al alcalde, al tesorero, a los suegros incómodos o a los mecenas de los propietarios.

Oficialista, aplaudidor de Javier Duarte, pues primero está el convenio publicitario y luego la información, Notisur ha metido en un brete a Marcelo Montiel. En sus páginas hay agravios a un sector de la sociedad, denuesto y descalificación.

Llegó el delegado de Sedesol federal a la Expo Feria de Coatzacoalcos. Repartió apoyos. Habló, interactuó, placeó y ahí dejó a sus fans.

Un día después, el sábado 17, estalló el escándalo. En el impreso todo era normal. Reseñaba la edición de Notisur el evento de la Sedesol federal, el programa Sin Hambre, sus alcances y el fervor de los marcelistas. La nota era firmaba por Mayté Morales Ramos. Ahí no había queja.

Hubo algo en la edición para internet que sacudió a medio político. Un párrafo, suprimido en la versión impresa, decía que los beneficiarios del programa social esperaban con ansia los apoyos. Y describían a esas mujeres como buitres, cuervos y hienas.

“Como buitres sobrevolando la carroña, cuervos esperando llevarse cualquier objeto brillante, hienas esperando destrozar los despojos del león, decenas de mujeres se acercaban al hombre de los mil encantos, solicitándole toda clase de apoyos, así como para reclamarle el retraso en la llegada de los recursos pertenecientes a los programas federales, cuestiones que Montiel Montiel sabe resolver de forma inmediata, negando la oportunidad a que los tambores de guerra se oyeran”.

Marcelo Montiel fue acusado de que su periódico tildaba de buitres a los beneficiarios de Sedesol. El portal Plumas Libres fue el primero en destacarlo. Le siguieron otros. Se sacudía el marcelismo; se regodeaban sus enemigos.

Minutos después, la versión electrónica del evento federal fue retirado. Aparecía un aviso que registraba “Error 404 Archivo no encontrado”. Notisur ocultó la nota.

Sin embargo, bastó abrir el caché del archivo y ahí apareció la información. En ella se leen los tres conceptos para referirse a las mujeres beneficiarias de Sedesol: buitres, cuervos y hienas.

En el impreso no apareció ese párrafo. No se sabe si la reportera lo escribió y el editor lo suprimió, o si una mano malintencionada lo agregó al texto en la versión digital.

Marcelo Montiel enfrenta ese escándalo. En su periódico se trata a las beneficiarias de Sedesol con agravios. Peor porque el hombre verde es el delegado de esa dependencia federal en Veracruz.

Así sucede cuando un político quiere inventarse periodista.

 

Archivo muerto

 

Marcos Theurel apenas fue testereado por el Órgano de Fiscalización Superior del estado de Veracruz (ORFIS). La auditoría a las obras es una mascarada, una burla. De las 144 obras realizadas en 2013, sólo auditó 28, o sea, el 19.44 por ciento. Más del 80 por ciento lo dejó intocado, justo en el área donde Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— hizo lo que quiso como alcalde de Coatzacoalcos. Asignó los contratos a amigos, empleados, socios, los consabidos prestanombres, a empresas que son dirigidas por sus antiguos operadores, como es el caso de DECOE, que antes fue PROCORE, la misma a la que se le cayó la sexta etapa del malecón y la calle Jirafas, empresas donde, según documentos en poder de INFORME ROJO, aparecen los incondicionales de Theurel, los Peña y los Anaya. O sea, ORFIS prestándose a una pantomima… Al gusto de DIPEPSA y la familia Alonso, el bulevar que conectará Lomas de Barrillas con la congregación Las Barrillas. Supuestamente sería de seis carriles, pero sólo es así a la altura de la nueva sucursal de la famosa abarrotera para facilitarle las maniobras a las pesadas unidades que transportan los productos que expende don Vicente Alonso. Ahí, se trabajó a marchas forzadas cuando comenzó a ser surtida DIPEPSA. Y cómo no si su hija, Esperanza Liliana Alonso Martínez, es la alcaldesa suplente de Coatzacoalcos y directora de Unidad y Género en el DIF que preside Cristina Cházaro de Caballero, esposa del edil porteño… Día 18. Nada se sabe del periodista Moisés Sánchez Cerezo. A regañadientes acude el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras a un encuentro con periodistas de Xalapa. Lo acompaña el secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón. Dice que han sido hallados cuatro cuerpos y después de realizarles exámenes y pruebas de genética, ninguno resultó el editor y reportero del semanario “La Unión”, de Medellín de Bravo. Sigue Proculín la única pista que le conviene al gobierno de Veracruz: el conflicto entre Moisés Sánchez y el alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes, un panista repudiado por el panismo de abajo por traidor y que era seriamente cuestionado por el periodista. “Culín” se resiste a que el caso se vincule al crimen organizado, a la conformación de las autodefensas que tanto difundió Moisés Sánchez como respuesta a la inseguridad y los crímenes en la congregación El Tejar, donde fue levantado el 2 de enero. Refiere el fiscal que no se acredita que haya delincuencia mayor en el levantón y de ahí se agarra para que el caso no sea atraído por la Procuraduría General de la República. Pero 18 días después, sigue dando palos de ciego. Norma Báez, de La Jornada Veracruz, puso de nuevo el tema central: la resistencia del gobierno de Javier Duarte a catalogar a Moisés Sánchez Cerezo como periodista. Ese es el punto. No lo quieren categorizar así para no incluirlo en la lista de los periodistas agraviados durante el régimen duartista… Por segunda ocasión, dejan de pagarle su salario quincenal a empleados del ayuntamiento de Nanchital. Incumple obligaciones la alcaldesa Brenda Manzanilla Rico mientras el despilfarro está a la vista, aviadores inundando la nómina con salarios de privilegio. Hasta los dirigentes del PRI tienen salario, obvio y descarado el peculado pues las arcas públicas son usadas para sostener al partido oficial. Ya Brenda Manzanilla echó a la calle a un buen número de operadores que en campaña le ayudaron a agenciarse votos y ahora deja sin salario a su personal. Ingratitud y mala fe… Inicia enero. Llega a Coatzacoalcos Javier Duarte. Lo acompaña José Antonio González Anaya, director del IMSS. Se reúnen en un domicilio particular, en el centro de la ciudad. A ambos los vincula una compra-venta de un terreno sujeto a un litigio, una hectárea del predio Zona Dorada, junto  siendo el delfín del fidelismo secretario de Finanzas. Duarte y González Anaya, el que le otorgó una millonada en contratos a Hipólito Gerard, ex cuñado de Carlos Salinas de Gortari, confrontan conflictos legales, cada uno en su esfera, que habrán de levantar ámpula. Sobre el gobernador de Veracruz pesa una denuncia penal demoledora. Refieren los insiders que el señor Duarte ve en González Anaya al tercero en discordia en el proceso de la sucesión, el caballo negro. De ahí que lo cultive como sólo los ingenuos saben hacerlo. De la reunión salió una instrucción precisa: que ningún medio de comunicación tocara el tema, menos la visita furtiva. Allá los que, sometidos, acataron la orden…

 

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