Javier Duarte: la ruptura de saliva

* Yunis conminó a la agente del MP a restituir la posesión del predio del Holiday Inn  * Pero Karla Marina no obedeció… y no la despidió  * Cuando Mariano mendigaba vales de gasolina  * 20 mil pesos para pasar la Navidad, y no los pagó  * Theurel también quiere CMAS  * Sergio Amaro ya le mordió la mano a Marcelo

Ni las cifras ni los logros que sólo Javier Duarte de Ochoa ve, sirvieron para sacar de su letargo a los veracruzanos, pero sí ese alarde demencial de hacer creer que Fidel Herrera, su padrino, promotor y amo, es cadáver y apesta; que el pasado fidelista fue peor que la pesadilla del duartismo, y que ya hubo deslinde y ruptura porque, jura y perjura, “Veracruz es otro”.

Netamente aburrido, ausente la dramática realidad de los veracruzanos, el tercer informe de Duarte sólo atrajo la atención cuando concitó morbo, pues no todos los días se alude a la placenta política como demagoga y populista, ni se describe al útero priísta que lo parió a la gubernatura como un cerco del pasado.

Raro será el que recuerde cuántos empleos crearon los empresarios, que no el gobierno del gordobés, ni las inversiones de los industriales, o las pachangas y jolgorios en El Tajín o en La Candelaria, o si la economía de Veracruz es una de las más fuertes de América Latina, como está escrito en el Evangelio de la Ilusión, según San Javier.

Profundamente volátil, la memoria no da para retener lo terso del discurso político, las bondades de un gobierno, ni para exaltar lo que es su obligación hacer. Lo que persiste es lo traumático, la palabra audaz, el manotazo en la mesa, el golpe de poder… o las rupturas.

Tercer año de gobierno. Se ufana Javier Duarte de ir Veracruz a la vanguardia en certificación de policías. Y lo dice ahí, frente a seis gobernadores, testigos del arte de hablar sin aterrizar nada, la falacia de la buena policía en los labios del gobernador fallido.

No matiza el alarde con la aberrante conducta de su policía acreditada: reprimen maestros y periodistas; torturan, aplican toques eléctricos e inventan delitos; detienen, golpean, asesinan y luego huyen, provocando la ira del pueblo, patrullas quemadas.

Tercer año de gobierno. Han sido, dice el gobernador Duarte, tres años de ajustes. Ya concluyó esa fase, refiere el gordobés.

Como los malos mecánicos, tres años tardó Duarte en poner a tiempo la nave. O sea, se le fue la mitad de su mandato afinando el violín.

Nada dice de la deuda fidelista. En el balance de los buenos propósitos, el gobernador ignora los 34 mil millones de pesos que correspondieron a la herencia de Fidel Herrera Beltrán, ni el destino de los créditos bancarios y las bursatilizaciones, ni las razones de por qué se dejó de pagar a contratistas, proveedores y prestadores de servicio.

Su pecado no es sólo de omisión; es de complicidad. Javier Duarte fue el secretario de Finanzas y Planeación hasta 2009. Primero en una subsecretaría y luego como titular, suscribió de su puño y letra la bursatilización del impuesto sobre tenencia vehicular, los créditos con bancos, algunos de ellos con Banca Mifel, con la que estaban obligados también los ayuntamientos a solicitar dinero, a veces para el bolsillo de los alcaldes.

Tercer año de gobierno. Da por enfrentado y casi vencido Javier Duarte al fantasma de la pobreza, mientras Veracruz tiene una decena de municipios entre los más pobres del país. Cita a Mixtla de Altamirano y Tehuipango como ejemplos de lo que se debe hacer. En cambio, mantiene en el olvido a la sierra de Soteapan porque ahí la tendencia política es opositora al PRI.

Tercer año de gobierno. Danzan las cifras sobre el apoyo a la educación de calidad, al tiempo que Veracruz es sacudido por una huelga magisterial, el repudio a su líder “moral”, Juan Nicolás Callejas Arroyo, acusado de corrupto, de enriquecerse con recursos públicos.

Tercer año de gobierno. Habla Javier Duarte con palabras del juicio final. Inaugurado por el crimen organizado con un baño de sangre, 35 cadáveres mutilados en la zona turística de Boca del Río, otros 30 en una casa de seguridad, otros muertos en las calles, tuvo que ceder el mando policial a la Naval y al Ejército.

Su policía corrupta, infiltrada, sigue en las mismas. Pero el gobernador Duarte se precia de exaltar que la inseguridad va a la baja. “Hoy Veracruz es otro —dice para que alguien se lo crea—. Logramos reducir el delito y retorna un sentido de tranquilidad en las familias. Estamos haciendo bien las cosas!”. ¿Dónde?

De la fantasía también se vive. Incapaz de garantizar la seguridad, eleva el tono Javier Duarte para ufanarse de que la Naval se queda en Veracruz a contener al crimen organizado.

Poco hay que recordar del tercer informe del gobernador Duarte, de no ser la fastuosidad del evento en que emitió su mensaje, el fuerte de San Juan de Ulúa convertido en un escenario disco de luz y sonido, salas para el chacoteo, casi un bar político y empresarial, con un derroche de escándalo.

Cuando concluía su discurso minimalista, planteó el escenario de la ruptura con Fidel Herrera, el útero que lo parió a la gubernatura. ¿Ruptura real o fingida? Aludió a las inercias fidelistas que frenarían toda posibilidad de éxito, a la disyuntiva de dejar las cosas como estaban y a que su gobierno no estaba cercado por el pasado. ¿No?

“Un gobierno que rechaza el populismo y la demagogia —dijo el gordobés Duarte de su régimen—. Un gobierno que actúa; que sabe que ni la improvisación construye, ni la inmovilidad beneficia. Un gobierno que cumple con sus metas, pero que sabe atender lo imprevisto. Un gobierno capaz de sumar y de no caer en enfrentamientos. Que actúa en beneficio de todos, más allá de los intereses de unos pocos”.

Demagógico deslinde cuando en tres años Javier Duarte no ha emitido un solo juicio crítico hacia el régimen fidelista, su deuda de 34 mil millones —la extraoficial es situada en 60 mil y hasta 100 mil millones—, descomunal, provocadora de la parálisis y el estancamiento social, la realidad de Veracruz que el gobernador pretende maquillar con cifras y triunfalismo.

No está cercado por el pasado su gobierno, dice Javier Duarte, pero los fidelistas dominan los espacios de poder: Erick Lagos, Gerardo Buganza, Marlon Ramírez, Alberto Silva, Noemí Guzmán Lagunes, Jorge Carvallo, Arturo Bermúdez Zurita, Gina Domínguez Colío.

Está cercado el gobierno y está más cercado el gobernador. Duarte es fidelista, unido a su antecesor por silencios y actos de complicidad.

Deslindarse de su amo político es sólo un alarde, una mentira fiel, populismo y demagogia.

No es nuevo el cuento de la ruptura. Cuando arrancaba el sexenio, fue lo mismo. Que si Javier Duarte no le tomaba el teléfono a Fidel; que si no habían espacios para los fidelistas; que si Duarte iniciaría una cacería de brujas contra los operadores de su antecesor. Sólo palabras y nada de acción.

Es treta vieja. La usan los políticos para que el sucesor se desmarque del padrino político; que uno sea el bueno y el otro el malo, y así venderse mejor entre el pueblo. En el fondo, Duarte es marioneta de Fidel.

¿A quién cree Duarte que puede engañar?

Archivo muerto

Calzonuda, rejega, Karla Marina León Perdomo, agente tercera del Ministerio Público del fuero Común, ha insistido en desacatar la sentencia del juez 14 federal, Pedro Antonio Rodríguez Díaz, y restituir a su legítimo propietario el predio en que se construye el hotel Holiday Inn de Coatzacoalcos. Empecinada en que simplemente no lo haría, ignoró incluso al subprocurador de Justicia en la Zona Sur, Jorge Yunis Manzanares, quien el 28 de octubre le giró documento con el que la conminaba a dar cumplimiento al oficio 33684, girado por el juez 14 para proceder a la restitución del terreno. En su carácter de superior jerárquico, la instruía a cumplir con la resolución “sin que se limite requerir al tercero interesado para la entrega del bien inmueble al quejoso”, en este caso la hotelera, “sino que deberá ordenar y demostrar los actos jurídicos tendientes a lograr la restitución del bien al quejoso (…) apercibida de que de no hacerlo en el término de tres días, la autoridad judicial procederá a iniciar el procedimiento previsto en el artículo 193” de la Ley de Amparo. Pues transcurrieron los tres días y 18 días más, y en ese tiempo el “juez Pedrito” ni se inmutaba ni contemplaba consignar por desacato a la agente del MP, Karla Marina León Perdomo. Ignorado, sobajado, quedaba en entredicho Jorge Yunis, a quien su subalterna se lo pasó por donde quiso. Obvio es que tanto Karla Marina como Yunis e incluso el mismo juez Pedro Rodríguez caminan en la línea fidelista para que el predio siga en manos del hotel Holiday Inn. Y ahí es donde su libertad está en riesgo: el juez, la MP y Yunis se han pitorreado de la resolución del Tribunal Colegiado numero 10, que concedió a razón al dueño del predio, Joaquín González Menéndez, y ordenó que se le diera entrada a su amparo federal, se restituyera la posesión sobre el terreno. Desoído el juez, rebelde la MP, solapador Yunis —una subalterna no le obedece y la deja en el cargo, ¿creíble o sospechoso?—, el Poder Judicial de la Federación tendrá en sus manos la decisión de aplicárselas por desacato, que implica destitución del cargo público, juicio y sentencia de entre tres y nueve años de prisión, en términos del artículo 262 de la Ley de Amparo. Vergüenza y rabia que han de sentir en la Suprema Corte de Justicia de la Nación al ver cómo se pisotea en Veracruz al Poder Judicial Federal. Ahora el “juez Pedrito” dice que el 27 de noviembre hará la restitución del predio donde se construye ilegalmente el hotel Holiday Inn. ¿Será?… Magnate hoy, su fortuna en el misterio y la sospecha, Mariano Moreno ya olvidó cuando pedía prestado o mendigaba vales de gasolina municipales para alimentar aquel Contour negro que chupaba combustible en grandes cantidades, o cuando le pidió a una conocida empresaria naviera, de prestigiada familia, 20 mil pesos para pasar la Navidad y nunca los devolvió. Antes no tenía para gasolina y ahora vuela para ser el zar de las gasolineras, máscara del manipulable Iván… Del cielo a la tierra en solo unos instantes, Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— no se ve en el gobierno federal y le entra a la puja por la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos (CMAS) donde, por supuesto, será el dolor de cabeza del personal y no dejará contrato de obra o de servicio mas que para su pull de constructoras, como ya lo hizo en la alcaldía. O se ponen las pilas el ex diputado José Murad Loutfe Hetty, Alberto Mijangos y las otras ratitas del ivanismo, o se quedan sin el cofre del tesoro, que para piratas como ellos lo es todo. A la greña, pues, Iván Hillman Chapoy, hoy gerente en Veracruz de la Comisión de Agua del Estado, y Marcos Theurel, por los haberes de CMAS, cuyas esposas –la falsa ecologista Mónica Robles Barajas y Guadalupe “Lu-pilla” Félix Porras— son diputadas propietaria y suplente por Coatzacoalcos, en el Congreso de Veracruz. El botín los une y el reparto los divide… Y el que sigue en su oficio, mordiéndole la mano al amo en turno, es Sergio Amaro Caso, subdirector Comercial de CMAS Coatzacoalcos. Antes lo hizo con Roberto Chagra Nacif, quien lo llevó a esa dependencia. Amaro lo traicionó y se acomodó con el ex alcalde Marcelo Montiel Montiel, siempre en el área clave, donde se controla el cobro de servicio a empresas e industria, millones y más millones, de los que sólo él sabe cuánto pasa a las arcas de CMAS y cuánto no. Amaro no le ha de ver futuro a Marcelo si, de buenas a primeras, ya anda a la caza de Iván Hillman, creído que ese será el grupo que lo ha de apuntalar para permanecer otros cuatro años en el cuarto de mando del cobro de agua en CMAS…

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