Debió aplicarse la Ley de Extinción de Dominio; el predio es propiedad de Ganadería Pastejé, de la familia Peralta
Donde anda “El Pámpano”, inevitablemente hay truculencias legales.
Su protegido, el juez Gregorio Esteban Noriega Velasco, juez de Control Adscrito al Juzgado de Proceso y Procedimiento Penal Oral del VII Distrito Judicial en Poza Rica, Veracruz, liberó un terreno en que estuvo secuestrado el periodista Richard Villa, el que por fortuna pudo regresar con bien.
Noriega Velasco, de negro historial en sus días como proyectista en el Juzgado Primero de Primera Instancia, en Coatzacoalcos, ascendió a juez y hace mancuerna con Manuel Fernández Olivares, “El Pámpano”, el poder tras el trono en la Fiscalía General de Veracruz.
Hay un juicio de amparo para evitar que la propiedad, usada en un secuestro y donde fue hallado el comunicador, quede liberada sin mayor trámite.
Noriega Velasco fue proyectista cuando “El Pámpano” era juez primero; o sea, su jefe. Luego maniobró para que Noriega Velasco fuera transferido a Xalapa, más tarde ascendiera a juez en San Andrés Tuxtla y finalmente fue adscrito a Poza Rica.
La liberación del terreno en que estuvo secuestrado Richard Villa, reportero e hijo del director del portal Presente Veracruz, Jesús Villanueva, tiene tintes de influyentismo.
El predio se denomina La Muralla, está situado en Poza Rica y es propiedad de Ganadería Pastejé, cuyo dueño es el empresario Carlos Peralta Quintero, hijo del famoso Alejo Peralta, uno de los hombres más influyentes durante el priismo del siglo XX, amigo de presidentes, secretarios de Estado, gobernadores, legisladores y “novio” de la actriz Irma Serrano, “La Tigresa”.
Alejo Peralta fue fundador de la empresa IUSA, especializada en suministros eléctricos con facturación de 12 mil millones de pesos sólo en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Carlos Peralta, creador de la telefónica Iusacel, fue literalmente quien salvó a Raúl Salinas de Gortari al advertir que el dinero hallado en un banco suizo era producto de un fondo de inversión creado por Peralta.
La liberación del rancho La Muralla es ilegal. El predio sirvió como espacio para mantener secuestrado a Richard Villa. Debió aplicarse la Ley de Extinción de Dominio. El juicio de amparo se halla en trámite pero va descorriendo diversas irregularidades cometidas por el juez Gregorio Esteban Noriega Velasco, de las que la Fiscalía de Veracruz no impugna nada.
Hay mar de fondo. El obradorismo protege al salinismo, porque qué personaje pudo haber pedido al gobernador Cuitláhuac García, y éste a la fiscal Verónica Hernández Giadáns, y ésta al “Pámpano” Fernández Olivares, y éste al juez Noriega Velasco liberar el rancho La Muralla, propiedad de Ganadería Pastejé, sin que se deslinden responsabilidades y se esclarezca si el predio sirve como área de seguridad de una banda delincuencial dedicada al secuestro.
Sólo dos personajes pudieron mover esos hilos: Andrés Manuel López Obrador y el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz.
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