* Cae Amadeo Flores * La mano de Fidel y Duarte * PRI, sinónimo de corrupción * Otra derrota para Héctor Yunes * Minatitlán: en manos del Congreso * Morena: ¿en la órbita de Saúl Wade? * PVEM busca candidato en Coatza * Abella: zacatón y plagiario
Peor ser echado que irse. Y así abandona Amadeo Flores la dirigencia del PRI, denostado y en el descrédito, forzado a la renuncia por las huestes de Fidel Herrera, por los enanos de Javier Duarte. Tan podridos los que se van como los que llegan.
Su caída fue fraguada por el fidelismo, que llena los vacíos que dejan sus adversarios, alardeando sus corifeos y el ejército de textoservidores, y no sin razón los críticos de respeto, que para un Yunes azul que embiste y destronca, un marrullero de la talla de Fidel Herrera, el ex gobernador.
Cayó Felipe Amadeo Flores Espinosa, líder de Vía Veracruzana, procurador del duartismo con una encomienda perversa y ruin: enredar los crímenes de periodistas, enlodarlos, empantanarlos y no resolverlos.
Se fue este lunes 9, obligado a arriar velas, a dejar la presidencia del PRI en Veracruz, que, insólito su caso, ocupó por tres ocasiones violando los estatutos internos.
De la mano de Héctor Yunes, su compadre, padrino de notaría de Liz Yunes, su hija duartista, llegó a la dirigencia en el proceso de sucesión, cuando el caos generado por Javier Duarte, sus locuras y raterías, el robo a las arcas públicas y el abuso de poder, la ola de violencia y el reinado de los cárteles, auguraban una sonora derrota para el PRI.
Aún así, atados a las faldas del gordobés, Amadeo y Héctor Yunes, apadrinados por Manlio Fabio Beltrones Rivera desde la presidencia del PRI nacional, optaron por lanzarse al vacío sin red de protección. Y se destrozaron.
Llegó la derrota el 5 de junio. Ni el fraude electoral, ni la guerra de lodo, ni el amago de violencia, ni el uso de los programas sociales, ni el control de los medios de comunicación, ni las plumas de a tanto la línea, sirvieron para retener el poder. Y Amadreo seguía en la presidencia del PRI.
A los tumbos ha ido Amadeo Flores hasta que se le obligó a partir. Debió salir tras la derrota del PRI. Debió irse tras el fracaso de Héctor Yunes Landa hace medio año, cuando por primera vez el tricolor perdía el gobierno de Veracruz.
Quiso, sin embargo, tensar la cuerda, sobrevivir al duartismo, denostar al ex gobernador con el que caminó Héctor Yunes en sus años de esplendor político.
Masoquista puro, aguantó la presión de los grupos priistas. Logró la ratificación en el cargo a contrapelo de todos, provocando el azoro de la militancia y la ira de los caciques que observaban el proceso de desgaste que significaba la presencia del hectorismo fallido al frente del PRI en Veracruz.
Si los que perdieron la elección de gobernador seguían ahí, el PRI llegaría a la elección por las alcaldías, el 4 de junio próximo, con imagen de más de lo mismo y derrota segura.
Uno de los elementos más contundentes sobre la inviabilidad de su liderazgo lo dio Lorena Piñón Rivera, militante, expresidenta adjunta del PRI y exsecretaria estatal de mujeres jóvenes del partido, quien acusó que los resultados de la gestión de Amadreo era “fatales”, en una carta que cimbró al priismo.
Exhibía el desaseo legal que representaba Felipe Amadeo Flores Espinosa, la transgresión a la ley electoral, la falta de moral política para ocupar un cargo para el que, en esencia, era inelegible. Y ahora, peor aún, asumía por tercera ocasión la presidencia del PRI en Veracruz.
Decía la carta:
“Exhibo a los medios de comunicación de Veracruz, un Acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, por el que se reconoce el carácter temporal de la Dirigencia Estatal de Amadeo Flores Espinosa y en donde se establece que una vez culminado el trámite legal del proceso electoral local de este año, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI está obligado a emitir una convocatoria para elegir una nueva dirigencia.
“El 19 de octubre de 2016, el Tribunal Federal Electoral declaró la validez de la elección de Miguel Ángel Yunes como Gobernador, con lo que concluyó el proceso electoral local.
“Amadeo Flores ya fue Presidente del PRI en el estado durante el sexenio de Patricio Chirinos. A pesar (de que) el artículo 163 de los estatutos del PRI dice que en el caso de los Presidentes de los Comités Estatales no pueden ser reelectos en ningún caso, se permitió que fuera Presidente de nuevo en la elección de este año. Ahora resulta que Amadeo ha tomado protesta por tercera vez, solamente que la más reciente ocasión de manera vergonzosa en un cubículo del CEN del PRI, sin la presencia de ningún militante veracruzano.
“El hecho de que haya llegado Enrique Ochoa Reza como nuevo Presidente del PRI, no anula el acuerdo firmado en febrero de 2016. Este llamado a la Dirigencia Nacional la realizo de manera respetuosa, porque pienso que es urgente un relanzamiento del Partido en Veracruz, además que muchos militantes no están de acuerdo con la ‘ratificación’ de Amadeo Flores y el acuerdo al que aludo concede el asidero legal para que se vaya. La ausencia de liderazgos en el reciente Consejo Político Estatal, deja en evidencia que además del impedimento legal, también existe la inviabilidad política de su liderazgo.
“Que no digan que es imposible convocar en este momento a un proceso interno que porque ya ha iniciado el trámite legal del proceso electoral 2017. Es necesario que se nombre un Delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Veracruz porque el cargo está acéfalo y relevar a Amadeo.
“Hay tres maneras de quitarlo del cargo, una es que por dignidad renuncie y esto depende de la voluntad del propio Amadeo, otra que se ausente por fallecimiento (que de corazón deseo que no sea el caso) y otra más, que el CEN del PRI actúe con seriedad y apego a la legalidad interna, relevando a Amadeo y publicando una convocatoria.
“El priísmo veracruzano ha recibido con agrado el discurso del Presidente Enrique Ochoa de actuar combatiendo a los funcionarios públicos corruptos y también de que el partido actuará siempre ceñido a la legalidad. Le solicito a la Dirigencia Nacional que exista congruencia, porque ese mensaje fue ratificado en el pleno del Consejo Político Nacional con la presencia del Presidente de la República. Queremos reconstruir el Partido en el estado. Esta Dirigencia pone en riesgo político y legal las elecciones de los ayuntamientos en el 2017 pero sin 17 no hay 18.
“Ante la evidente ilegalidad de su permanencia, es un expediente que se someterá a la Comisión de Justicia Partidaria y de ser necesario hasta el Tribunal Federal Electoral”.
Un mes después, un grupo de alcaldes, diputados, líderes priistas, tácitamente provocaron la salida de Amadreo. Y ahí está la mano de Fidel Herrera.
Los pastorea el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab. Se le recuerda triangulando obras y compañías constructoras en los días en que Fidel gobernaba Veracruz, su mano en la corrupción, los contratos a granel. Era el inicio de la quiebra financiera, del saqueo, del caos.
De la caída de Amadeo Flores, resume el columnista Aurelio Contreras Moreno en su Rúbrica:
“El grupo político afín al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán operó la caída de Amadeo Flores para colarse en el PRI, llevando como avanzada al ex gobernador de Oaxaca José Murat Casab, amigo, socio y cómplice del cónsul de México en Barcelona.
“Murat Casab —sobre quien también pesan sendos señalamientos por corrupción, al igual que su compadre Herrera Beltrán— fue presentado por el dirigente nacional del Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza, como un ‘interlocutor válido’ ante los priistas veracruzanos, lo que en el lenguaje político significa entregarle el control del partido en Veracruz a los fidelistas. Se espera que en los días u horas por venir, un miembro de ese grupo asuma el relevo en la dirigencia estatal”.
Y agrega:
“La asonada fidelista ya ganó su primera batalla y apela a la desmemoria de la población. Y en una de ésas, les sale”.
Así de jodido anda el priismo. Sus activos son lacras, lo peor de sus entrañas, los que saquearon Veracruz, los que le tendieron la alfombra para que los cárteles del crimen organizado llegaran, los que saquearon los dineros.
Son Fidel Herrera y Javier Duarte lo que les queda para robarse la elección de alcaldes. Lo suyo es el fraude.
Tan jodidos los que llegan como los que se van.
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Archivo muerto
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Vil saqueo en Minatitlán y el Congreso duerme. En cosa de horas se debate el caso Mina, el hurto de los haberes municipales, la mano sucia de Saúl Wade León, el alcalde real, antes y después de su renuncia como tesorero del ayuntamiento. Anda en campaña abierta l’enfant terrible, de colonia en colonia, pegado a él José Manuel Villalobos, enlace de programas sociales, mientras la Legislatura de Veracruz no atina a determinar si procede la ley o si gana la impunidad. A Morena, el partido del lopezobradorismo, le entregaron varios ediles la evidencia del saqueo, la exigencia de que el alcalde irreal de Minatitlán, Héctor Damián Cheng Barragán, explique qué hizo con los recursos que vio pasar porque en los hechos quien disponía, usaba, aplica, ocultaba o desviaba era Saúl Wade. Tiene el caso en sus manos la diputada por Mina, Judith González Sheridan —July Sheridan—, pues ella recibió la queja. Le fue trasladada al líder del Movimiento de Regeneración Nacional en el Congreso de Veracruz, Amado Cruz Malpica. Panistas y priistas están en ascuas, atentos a lo que haga Morena. Trasciende que no habrá humo blanco. Wade la librará. Que July Sheridan, Morena, el Peje López Obrador pagarán al sindicato petrolero su ayuda para ganar la diputación local en Minatitlán. Recuérdese que si Morena alcanzó el triunfo en ese distrito fue por la operación de los petroleros para quebrar al candidato del PRI, Ricardo Orozco Alor. Si Morena órbita en torno a los petroleros, nada teme Saúl Wade. Saúl es hijo de Jorge Wade González, mandamás de la Sección 10 y cacique sindical. Son algo así como 117 millones de recursos federales, más el caso de las siete constructoras propiedad o apadrinadas por el cuñado de Saúl, el poblano Jaime Silva Barraza. Momento crucial en el Congreso. Morena, si no se embarró en la elección del 5 de junio, tendrá que promover la intervención de la tesorería y una investigación contra el terrible Saúl… Aires nuevos sobre el Partido Verde. Se fueron Mónica Robles de Hillman y sus acólitos sin militantes, nada nuevo qué presumir, sin fuerza política, acumulando repudio y rechazo. Se fue Mónica Robles con el sello del duartismo, aplaudiendo sus excesos, dejando pasar cuentas públicas, aprobando créditos. Hacía meses que la sede del PVEM permanecía en el abandono —ni la cortina de acero querían levantar— y hoy todo se enfoca a que los tres votos que trae Mónica de Hillman le sirvan a Morena para ganar la alcaldía de Coatzacoalcos. Ya contacta el ex diputado de AVE, Francisco Garrido, delegado del Verde para la selección de candidatos en Veracruz, con figuras políticas locales. Ofrece él la candidatura y le exigen la dirigencia del Partido Verde. Hay por lo menos dos jóvenes con los que Garrido tácitamente ya amarró la candidatura y el relevo en el Partido Verde Ecologista de México, en Coatzacoalcos. La dirigencia local y la candidatura serán para ex priistas… Bravucón, soez, José Abella resultó ser cobarde y plagiario. Se duele que el gobierno de Veracruz le haya retirado la escolta que le cuidaba sabrá qué. Y en respuesta, visceral como es, el dueño del periódico El Buen Tono, editado en Córdoba, lanza un quejido público. Lo expone en un desplegado en que trasluce temores, ahora sí a expensas de todos los periodistas que agravió, a Noé Zavaleta y Aurelio Contreras Moreno, amenazados con una golpiza; a Anabel Flores Salazar, criminalizada tras su levantón y posterior muerte. Si algo faltara, Abella es un plagiario. Toma el texto de INFORME ROJO , la columna del 3 de enero, titulada “Yunes Linares: hasta los panistas dejan de creer”, y lo publica en El Buen Tono. Obvio, le suprime el crédito. Eso es plagio y es delito. Nos vemos en los tribunales…
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Foto: Proceso