* La tele-renuncia del gobernador * La quiebra y la violencia * Lo usa el PRI para simular que combate la corrupción * Ahora sí, ORFIS detecta más transas * Con el túnel ni Slim puede * Caballero sustituye a Salvador Hernández * De colocar listones a procurador del menor
Raterazo, maloso, Javier Duarte deja el poder, acusado y denostado, entre denuncias por corrupción, por el saqueo descomunal a Veracruz, vapuleado por la violencia de los cárteles, por el baño de sangre, por la vida que se les trunca a los jóvenes.
Protagoniza una pieza única, teatral, pasada su renuncia por Televisa y luego por el Congreso estatal, con alardes de santo sin mancha, impoluto y transparente, víctima de calumnia e infamia, y sin atinar a explicar cómo pudo robar más, mucho más, que su mentor Fidel Herrera Beltrán.
Se va en horario estelar, a primerísima hora del miércoles 12, ante su neodetractor, Carlos Loret de Mola, en Despierta, el noticiario de la televisora de los Azcárraga.
Ahí vacía sus odios. Emerge la frustración cuando admite que deja el gobierno de Veracruz por la felpa legal de su verdugo de cabecera, Miguel Ángel Yunes Linares, por las denuncias por enriquecimiento ilícito, por el hurto del erario público, los 3 mil millones que fueron a parar a su red de prestanombres, conformada por amigos y familiares, empleados y súbditos, que sirvieron en parte para adquirir residencias en México, España y Estados Unidos, y otro tanto para hacerse de ranchos, y yates, y depas.
A todo color, el ridículo sabe mejor. Loret de Mola se mofa. Le pregunta si no teme parar “en el bote”, si su círculo más cercano se enriqueció, para qué José Antonio Mansur tiene 16 casas en Woodlands, Texas, si el falso general Arturo Bermúdez pudo adquirir 19 viviendas también en Woodlands con su sueldo de secretario de Seguridad.
Su dimisión ante Tele-risa es de risa. Aún en los rastros, las reses y los cerdos son más dignos. Lloran al saber su final. Resisten el sacrificio. Javier Duarte no. Sonríe, parlotea, gesticula, los ojos saltones, la mueca en los labios, la excusa en toda expresión.
Escucha una y otra vez la imputación de corrupción, cómo desapareció los 35 mil millones de pesos que asegura la Auditoría Superior de la Federación no logró solventar. Son recursos que datan del 2011 y que al 2014 seguía sin devolver, pues también incurrió en simulación de reintegros.
Campean las cifras, los dineros mal habidos, el abuso de poder, el enriquecimiento del círculo cercano al ex gobernador, la red de prestanombres. Y Loret punza. Y Javier Duarte evade.
No sabe si su círculo íntimo se enriqueció. No sabe donde están los 35 mil millones. No recuerda que a Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula le aseguró que todo el dinero se había justificado. Y ahora no atina a encontrar el dinero desviado. ¿Le mintió a Ciro o le miente a Loret?
No sabe de las empresas fantasma, los 131 contratos, los 940 millones de pesos pagados por el gobierno de Veracruz sin recibir servicio alguno. Y dice que en todo caso la culpa es del Servicio de Administración Tributaria, porque dio de alta en el padrón sin verificar que los contribuyentes existieran.
Apenas si tocaron el tema de la violencia, el secuestro y la guerra de cárteles. Nada dijo, ni Loret le preguntó, de la policía estatal implicada en levantones, la Fuerza Civil acusada de tortura, convertidos en el Cártel de Duarte. Ni de las fosas clandestinas, los desaparecidos, los 12 años en manos del crimen organizado como denunció el Colectivo Solecito, la lucha del Colectivo por la Paz; los cinco jóvenes plagiados en Tierra Blanca de los que no se volvió a saber; Genesis, Octavio y Leo, levantados en Boca del Río, desatacados y embolsados; de los 19 periodistas asesinados y la expresión de “manzanas podridas” con que se refirió Javier Duarte a la prensa.
Todo se le resbala a Javier Duarte. Su alegato se centra en un punto: Miguel Ángel Yunes Linares. A él debe que deje el poder.
No lo echó Peña Nieto, dice. No forzaron la renuncia los desaires del presidente, el agravio en la Escuela Naval, el saludo esquivo ante gobernadores, el trámite de expulsión en el PRI. No, lo obligó a solicitar licencia la embestida de Yunes azul, las denuncias por corrupción, por el saqueo a Veracruz, las viviendas en Woodlands, en Maricopa, en Boca del Río, en Polanco, los Mansur y Bandín como prestanombres, heredero el hoy ex gobernador de tres bienes que su amigo Moisés Mansur Cisneyros le otorga y que son el centro de operaciones para la compra de viviendas en Woodlands.
Le dice a Yunes Linares corrupto, delincuente, deleznable, pederasta implicado en desvío de recursos públicos al magisterio, desvergonzado “porque éste sí los dineros que se roba lo ostenta, las mansiones, las propiedades son insultantes”.
Reacciona Yunes azul. Advierte que la caída de Javier Duarte proviene de su lucha y del empuje social, de los que padecen pobreza, los burlados por el duartismo, las víctimas de la violencia, los familiares de las víctimas, los olvidados, los desposeídos.
Suya es la victoria sobre Javier Duarte. Suya la aseveración de que el fidelismo en el poder terminaría con la riqueza de Veracruz, corrompería a la sociedad, pudriría lo mejor de los veracruzanos. Y así fue.
“Hace doce años —señalaba desde la oficina de gobernador electo— iniciamos la lucha por el cambio en Veracruz.
“Denunciamos la corrupción brutal de Fidel Herrera y Javier Duarte y la complicidad de sus gobiernos con la delincuencia organizada.
“Señalamos que Veracruz iba camino al desastre, que millones de veracruzanos sufriríamos las consecuencias de la deshonestidad, de los abusos y el desorden, de la ruptura del orden jurídico, del capricho, de la frivolidad y la indolencia.
“Nos enfrentamos a un régimen terriblemente corrupto y hemos pagado altos costos.
“El más duro, el más doloroso y grave fue el atentado contra la vida de Miguel mi hijo, agredido por la delincuencia organizada dirigida desde el propio Palacio de Gobierno.
“Supimos entonces que combatir a un régimen corrupto, entregado a la delincuencia, ponía en riesgo nuestras propias vidas. No era un asunto menor.
“Lo reflexionamos y a pesar de las preocupaciones familiares decidimos continuar en la lucha.
“No faltaron ofrecimientos de pactos o acuerdos, de complicidades, de bonanza económica inmediata o de posiciones políticas.
“Jamás pactamos, nunca bajamos siquiera la intensidad de las denuncias y señalamientos.
“Ahí están los registros históricos de la conducta de mis hijos y la mía en estos dos sexenios.
“La voz de los Yunes se escuchó en el Congreso del Estado y en el Congreso de la Unión denunciando una y otra vez el atraco que se cometía en contra de los veracruzanos con la complacencia de muchos.
“Una y mil veces señalamos también que la delincuencia se había apoderado de las estructuras de gobierno y penetraba nuestro entorno social.
“Pagamos las consecuencias de haber retado y derrotado al régimen.
“Nos sentimos muy orgullosos de haberlo hecho.
“El 5 de junio millones de veracruzanos dijeron YA NO MÁS y decidieron sacar del gobierno a quienes provocaron el desastre que hoy vivimos.
“Ganamos las elecciones para Gobernador del Estado y una mayoría relativa de diputados en el Congreso.
“Pensamos que vendría una etapa de transición ordenada, que enviara a Veracruz y a México un mensaje de civilidad y apego a la Ley.
“Pero sucedió todo lo contrario.
“Continuó el saqueo de las arcas públicas.
“La delincuencia recibió carta abierta para delinquir sin freno.
“El régimen corrupto se mostró en estos últimos meses en toda su dimensión, violó todas las normas legales y de ética pública; exhibió toda su miseria moral.
“Pero también el régimen quiso y quiere violentar la voluntad democrática de los veracruzanos que decidieron por el cambio”.
Acusa Yunes Linares que Javier Duarte trama golpear por la vía legal. Libre de ataduras, fuera del gobierno de Veracruz, va el gordobés por la agilización de las denuncias en su contra.
Advierte que el plan es impedir que tome posesión como gobernador, el 1 de diciembre. Agrega:
“Tratarán de evitar que asuma el cargo porque el régimen sabe que he llegado a la médula de la corrupción.
“No quieren que llegue a Gobernador porque saben que tengo información que cimbrará a México y que a partir de que tome el cargo tendré los instrumentos para profundizar aún más en el conocimiento del destino final de los recursos robados a los veracruzanos. Lo intentaron demandando que se anulara la elección.
“Han presentado un sinfín de denuncias en contra nuestra y las seguirán presentando.
Han volcado sobre nosotros todo el poder y nos hemos defendido con valor y determinación.
“Sé que viviré 48 días de alto riesgo en todos los órdenes, pero tomaré posesión como Gobernador del Estado y desde ahí haré todo para que Veracruz cambie.
“El primero de diciembre desde el Congreso del Estado enviaré un mensaje de cambio a todos los veracruzanos, ávidos de salir de la brutal crisis que enfrentamos.
“Ahí daré a conocer también datos sobre la realidad de la corrupción en Veracruz y cómo —al igual que la humedad— penetró por todas partes.
“Javier Duarte se va con las bolsas llenas y deja un Veracruz incendiado.
“Le vaciaré las bolsas para devolver a los veracruzanos lo robado y apagaré el incendio para recuperar la paz y la tranquilidad.
“Duarte se va a defender sus intereses personales y los de su banda”.
Incendia Javier Duarte el Congreso. Hay jaloneo entre diputados duartistas y la oposición, incluso priistas que entran en rebeldía.
Son 24 en contra de la imposición del secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, como sustituto de Javier Duarte. Advierten que no es la Comisión Permanente la que podía elegir sino el pleno constituido en Colegio Electoral, en términos de la Constitución de Veracruz.
Aún así, se impuso la aplanadora duartista. Cerca de la medianoche rindió protesta el oaxaqueño como gobernador de Veracruz por 48 días.
Mejor show ni en sueños. Fernando Gutiérrez Barrios anunció su salida del gobierno de Veracruz, en 1988, en su segundo informe, en el cenit del poder, invitado a ser secretario de Gobernación con Salinas de Gortari.
Javier Duarte se va entre rechiflas y mentadas, memes y burletas, acusado del mayor desfalco a Veracruz, la quiebra que tanto negó, el desfalco, el peculado, el enriquecimiento ilícito, el lavado de dinero, la evasión fiscal, su red de prestanombres, la red de empresas fantasma, el engaño a los veracruzanos, el pacto con los cárteles, la violencia sin control, una oleada de secuestros y muerte, coludido con el crimen organizado, su policía violando la ley.
Deja Javier Duarte el cargo, usado por el PRI para simular que combate la corrupción, sumido en el pantano del descrédito, agravado por los escándalos de Peña Nieto, la Casa Blanca, Ayotzinapa, Trump, la debacle económica, el fracaso de las reformas estructurales.
Desprestigado también está su líder, Enrique Ochoa Reza, que apenas entonó los himnos de la honestidad tuvo que enfrentar su propio bochorno: la Comisión Federal de Electricidad lo indemnizó con casi 2 millones de pesos cuando se retiró de la dirección. No fue despido , le pagaron como si lo fuera y lucró. El corrupto hablando de corrupción.
De cara a la elección de alcaldes en Veracruz, en 2017, Javier Duarte sigue siendo un lastre. Y lo será el día que los votantes acudan a las urnas, depositen su voto, recuerden el agravio del docenato, los seis años de Fidel Herrera y los casi seis del gordobés.
Lo recordarán las víctimas de la violencia, los pensionados y burócratas, los universitarios, empresarios y campesinos, obreros y profesionistas, los que aún buscan a sus desaparecidos. Para todos tuvo un agravio Javier Duarte.
Veracruz es clave en la sucesión presidencial. Si el PRI no rescata votos, no disminuye al PAN, si no frena la marcha vertiginosa de Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena, será echado de Los Pinos como les prometió y cumplió Vicente Fox en 2000.
Le sirve Javier Duarte al PRI, a Peña Nieto, al grupo Hidalgo, a Beltrones y Gamboa, la Nomenklatura o la mafia en el poder, para simular que su combate a la corrupción va.
Pronto estará en la cárcel.
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Archivo muerto
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Seis años cómplice, el ORFIS finalmente apuñaló a Javier Duarte. Le detecta 131 empresas fantasma y 20 mil millones de pesos de recursos federales que la pandilla en desgracia podrá solventar. Trata así el auditor general, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, de salvar el pellejo, su clavo sobre el ataúd político del gobernador con licencia. Eran 36 empresas fantasma, creadas por el gordobés y sus 40 ladrones desde el inicio de su gobierno, a las que asignó 73 contratos. Les pagaba y el dinero se esfumaba. En una segunda revisión, el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz halló más contratos. De 73 pasó a 131; el monto cobrado, 645 millones de pesos, se convirtió en 940 millones. Nada, sin embargo, salva al auditor Portilla. Seis años el ORFIS encubrió a Javier Duarte, y en un buen trecho Portilla estuvo a sus pies… Ni Slim puede con el túnel sumergido. Toma el magnate empresarial la construcción, vía la constructora española FCC, de la que ahora Carlos Slim es accionista mayoritario, y al primer aguacero los habitantes de Villa Allende bloquean el acceso que se habilita sobre esa congregación. Causó el meteoro destrozos en viviendas y el saqueo de arena es descomunal. Justa, su protesta se vuelve política cuando irrumpen la agente municipal, Keren Prot Vázquez, y su padre, el regidor Nortel Prot Álvarez. Acusan que no dejarán que siga la construcción del malogrado túnel sumergido si antes no les construyen un muro de contención, banquetas, “que apoyen a las familias de villa Allende”. O sea, la tragedia y la pepena política… Deja el DIF Salvador Hernández Martínez. Sale de la Procuraduría de la Defensa del Menor, donde hacía gala de arbitrariedad y lenguaje soez. Meses atrás había expresado que se iría para aplicar en una plaza en Petróleos Mexicanos, tras la jubilación de su padre, el ex regidor Salvador Hernández Castro. Dejó el cargo el viernes 7 aunque aún no se oficializa su salida. Su relevo sería Gonzalo Caballero, mano derecha del titular del DIF, Juan Carrera, con quien transitó por la Dirección de Desarrollo Urbano. Ahí, Gonzalo Caballero, primo del alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, de la cuadra de Christopher de los Santos, el influyente Chofy, realizaba la ardua tarea de colocar el listón amarillo en las construcciones clausuradas por alguna irregularidad. Por dos semanas acudió a la Procuraduría de la Defensa del Menor, a conocer la mecánica de trabajo. Su instructor fue Salvador Hernández Martínez, a quien está a un paso de relevar. Así que de colocar listones con la leyenda “clausurado”, brinca a ser procurador…
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