Pedro Tamayo fue asesinado el 20 de julio en Tierra Blanca. Ejercía el periodismo de manera valiente, reportando hechos de violencia, nota policíaca, desigualdad social.
Lo mataron a unos metros de su hogar, cerca de ahí la policía de Veracruz, la policía duartista, pues gozaba de medidas cautelares para garantizar su seguridad, lo cual de nada sirvió.
Su hijo perseguía a los sicarios en un taxi, cuando con un seña desde el vehículo en que huían los criminales le dieron la orden a una patrulla de policía y de inmediato interceptó al vehículo de alquiler y frustró la única posibilidad de que fueran aprehendidos.
Otra vez la policía está bajo sospecha de servirle a la delincuencia. Otra vez en Tierra Blanca, donde cinco jóvenes fueron levantados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y nunca volvió a saberse de ellos. Otra vez en el Veracruz hostil para la prensa, en el Veracruz donde el gobernador Javier Duarte mantiene un conflicto con la prensa crítica, a la que llama “manzanas podridas”.
Pedro Tamayo se convierte así en el periodista número 19 asesinado durante el gobierno de Javier Duarte.