Sobre la fachada del PRI, la advertencia: “Fuera Fidel Herrera Asesino”. Lo dicen los oaxaqueños y se lo dicen a Fidel. Así lo miden. Le advierten que no es impune y que lo van a enfrentar.
Llega disminuido, desprestigiado, vituperado el ex gobernador de Veracruz a su nueva encomienda: Oaxaca. Llega como delegado del PRI nacional, no se sabe si como premio o castigo, llevado a una trampa, a un infierno electoral.
