Coatzacoalcos, Ver.- Entre el agua, sus enseres perdidos, los vecinos de la colonia Puerto México recuerdan que a tiempo alzaron la voz, alertaron que los canales pluviales que concentran el agua de lluvia acabarían azolvados. Y así ocurrió.
Irritados se lo decían al alcalde Marco César Theurel Cotero. Fue advertida la Secretaría de Obras Públicas Municipales, las promotoras priístas que sirven de enlace con el Ayuntamiento, el área técnica. Nadie hizo nada. Reinó la indiferencia. Los dejaron a su suerte, a expensas de la tormenta.
Un día de intensas lluvias, el martes 12, rebosó los canales pluviales. Las aguas corrían por la colonia Puerto México. Alcanzó viviendas, inundó patios, arrasó con todo.
Entre las colonias Petrolera y Puerto México hay un extenso canal que las divide. La Petrolera, un área residencial de la gente pudiente, se halla en la parte alta, y la Puerto México, de clase media y media baja, casi a nivel del mar. Como si fuera maldición del destino, cuando llueve las aguas de la Petrolera descienden y deben ser contenidas en el canal pluvial para evitar que la Puerto México se inunde.
Eso debió ocurrir. Debieron los canales captar las aguas de lluvia que ese martes 12 cayeron incesantes, sin parar, inclementes. Y en cuestión de horas, quizá minutos, los canales cedieron, rebosados, y comenzó la inundación.
Arqueadas las cejas, con el rictus de angustia dibujado en el rostro, nada tenía que argumentar el alcalde Theurel. Nada más que la promesa de que se les atendería, que el ayuntamiento trabajaría para evitar un nuevo percance.
Horas más tarde se justificaba el alcalde de Coatzacoalcos. “Es que hubo concentración de lluvia, de mucha agua y muy rápido”, dijo para asombro de la prensa que también esperaba oír una explicación coherente y sensata.
Ese martes el caos llegó. 40 colonias de Coatzacoalcos, de las 150 que hay en total, quedaron bajo el agua, inundada la zona baja, el área cercana a pantano y al río. Fueron afectadas 117 viviendas, evacuaron a diez familias. Decía Theurel que había caído 232 milímetros de agua en las últimas 12 horas.
Dejaba en el aire la línea de prevención, lo que como autoridad debió hacer. Su gobierno municipal destinó 10 millones de pesos en los últimos tres años para desazolve de canales, para evitar lo que el martes 12 ocurrió.
Una de sus obras más publicitadas, el desazolve de canales, falló. El frente frío número 11 dejó a la vista que la inversión realizada se aplicó mal, que las empresas contratistas no hicieron su trabajo o que simplemente se pagó el servicio sin realizar la labor.
Una de las empresas contratadas es Factores del Istmo, propiedad de Brian Carlos López Mendoza, actual director de Adquisiciones del ayuntamiento, protegido del alcalde Theurel, nuevo rico que se hace rodear de guaruras, ostentoso, ávido de tramitar y cobrar facturas en la tesorería municipal.
Lo que se sabe extraoficialmente en la tesorería municipal de Coatzacoalcos, es que el desazolve sí se pagó, que las compañías cobraron y no lo realizaron, y que el alcalde Theurel firmó los cheques y permitió el fraude.