* Veracruz ensangrentado * José Férez, funcionario de CMAS, asesinado * El procu y la Operación Chiripa * ¿Robo o secuestro? * Los “amigos” de Marcelo y el complot para acabarlo * Inflan los priístas al panista Pepe Uribe * Todos contra El Chapopote * Ibarra y Chema, impunes * Amenazas a Presencia
Cundido de violencia, el Veracruz de Javier Duarte de Ochoa ofrece un escenario de sangre en plenos Juegos Centroamericanos y del Caribe 20014: muertos y más muertos, fosas clandestinas, oleada de feminicidios y el crimen de un funcionario público con un final inverosímil.
Llega a su cita con el destino el gordobés. Arranca la justa deportiva entre escándalos, entre el reproche y el repudio social, entre rechiflas y mentadas, marcada por la ira de los veracruzanos que aún no digieren que el pseudo jefe de las instituciones pregone respeto a la ley cuando es política de estado violarla, reprimir y someter con el uso de la fuerza.
Duarte y su pandilla —fidelistas y duartistas— han negado la gravedad del ambiente violento y el quiebre del estado de derecho, suplantándolo con cifras maquilladas, estadísticas alteradas y la mentira oficial.
Traumático, el Veracruz de Javier Duarte es escenario de luto y dolor en miles de hogares, pues el que no cae por las balas del crimen organizado, lo hace por la brutalidad de la policía acreditable, que secuestra, tortura, mata y sepulta en parajes solitarios, ocultos, obvia su intención de mantener impune su actuar criminal.
No quería el gobernador que Veracruz ofreciera un espectáculo deplorable al mundo, pero la violencia rebasó sus controles y a unos días de inicio de los Juegos Centroamericanos se halló una fosa clandestina con siete cadáveres en Pueblo Viejo, al norte de la entidad.
Sin una política pública, su policía como mero espectador, ve llegar una oleada de feminicidios. Las matan sus familiares, las matan desconocidos, las matan a pie de carretera, las matan entre las sombras de la noche.
Destaca una joven de 16 años, embarazada, a quien el novio la golpeó hasta matarla y luego le prendió fuego, en Nanchital. Ardía su cuerpo aún cuando fue descubierto la mañana del domingo 2 de noviembre. A dos semanas, nadie ha sido aprehendido.
Tres días antes del inicio de los Juegos Centroamericanos, se cimbra Coatzacoalcos con el asesinato del subdirector de Operación y Mantenimiento de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos, José Antonio Férez Kuri. Le pega el crimen al círculo social adinerado; al alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, su amigo de juventud, casi su hermano; a las estructuras de seguridad que se quedan petrificadas, rebasadas.
Férez Kuri era querido entre los suyos y también en los núcleos políticos que operan electoralmente, las promotoras sociales, los jefes de manzana, donde dispensaba servicio y favores, donde le resolvía sus demandas a los activistas del voto priísta.
Su muerte es una contradicción. Su esclarecimiento, un galimatías.
Llegó la noche del martes 11 a Plaza Patio, a unos metros de los cajeros de Banamex y Bancomer. Faltaban minutos para la 7. Pasarían unos instantes. Sobrevinieron las detonaciones. Su vida se esfumaría en cuestión de segundos.
Hay tres versiones. Una apunta a que llegó, descendió de su vehículo, una camioneta Toyota RAV4 y fue abordado por los criminales. Le pidieron las llaves, se resistió y lo mataron.
Difundida en redes sociales esa misma noche, la segunda advierte que Férez Kuri presenció cuando una mujer era secuestrada. Pretendió ayudarla y lo ultimaron.
Al día siguiente del crimen, el miércoles 12, se dio a conocer la tercera versión (Imagen del Golfo). Férez Kuri se habría visto con un familiar, quien se hallaba a bordo de una vagoneta Nissan, en el estacionamiento de Plaza Patio. Le entregaría unos documentos. En ese momento lo interceptaron los asesinos y le arrancaron la vida.
Ávido de protagonismo, urgido por el gobernador Javier Duarte para sofocar las reacciones por el crimen, el procurador de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, volvió a urdir una más de sus telenovelas. Llegó a Coatzacoalcos, el viernes 14, y hubo show.
Sustentó su tesis en el robo de la camioneta y la resistencia de Férez Kuri a entregarla. Confirmó que fueron dos disparos. Presentó a cuatro de los cinco presuntos asesinos, todos confesos, evidentemente estropeados. ¿Tortura como método judicial?
Les imputó ese y otros dos crímenes: el del catedrático de la Universidad de Sotavento, Anthony Jiménez Cárdenas, a quien también le robaron su vehículo, y el del empleado de la negociación El Pollo Feliz, Emilio Carrera Martínez, a quien sólo lo ultimaron de más de 10 balazos, sin hurtarle el auto.
Cosecha grande la de “Proculín”. Fue por los asesinos de Férez Kuri y halló a los autores de los crímenes de otros dos ciudadanos. Operación Chiripa.
Nada se sabe de la persona —una versión asegura que es una compañera de trabajo— con quien se habría entrevistado Férez Kuri. Extraoficialmente, la policía hizo trascender que su nombre es Sandra, pero el procurador Bravo Contreras evade decir qué razón tendría para estar ahí, en el momento del asesinato y qué documentos le serían entregados.
De los detalles del crimen escribió el periodista Ignacio Carvajal, en blogexpediente.mx. Enfatizaba que la mujer que presenció el crimen entró en crisis. La asistió el vigilante.
“Vi a un mujer gritando ‘ayuda, ayuda que me quieren secuestrar’. La metí a la plaza y le dije que se fuera corriendo hasta dentro y se escondiera”, decía el guardia. Luego se acercó, observó, verificó y constató que el funcionario de CMAS había muerto. ¿Fue robo de camioneta o ciertamente Férez Kuri intentó evitar un secuestro? ¿Y dónde está la mujer?
Otra más: según la versión oficial, Férez Kuri ingresó a Plaza Patio y ahí habló con una persona —¿Sandra?—, pero su auto no lo estacionó del lado de la entrada a la plaza, sino a la vuelta, donde se hallan las sucursales de Banamex y Bancomer.
¿Por qué dejar el vehículo en un área alejada de la entrada de la plaza, de noche, a sabiendas que en Plaza Patio cada día son más frecuentes los robos de autos, los asaltos y los secuestros? ¿Cuál es la explicación del procurador Luis Ángel Bravo Contreras, “Culín”?
Insuficiente, la “solución” al caso Férez Kuri no ha satisfecho a familiares y amigos del ex funcionario. “Ojalá que sean ellos y no que más adelante los dejen libres por falta de pruebas o violaciones al proceso”, confía en corto uno de ellos. ¿Operación chivo expiatorio?
Por lo que representaba socialmente, la pérdida de José Antonio Férez Kuri impacta a un amplio sector social, al jet-set. Le pega a los inversionistas, a los constructores, a los profesionistas, a políticos de diversas corrientes priístas. Les mataron a uno de los suyos.
Cerca del cadáver, los familiares, los amigos, los curiosos estallan. “Ya estamos hasta la madre de esta inseguridad (…) Pinche gobierno (…) “Pinche ciudad de mierda, ya no se puede vivir acá, pinche gobierno”, recoge la crónica de Ignacio Carvajal. “Pero aquí no pasa nada” (…) “Cuál pinche seguridad, es una mierda esto”, refiere Imagen del Golfo.
Veracruz es violento. En el Veracruz de Javier Duarte sigue corriendo sangre. Se multiplican los levantones y la extorsión. Se asesina a sangre fría. Y pervertidas, las instituciones son parte del delito o actúan con disimulo, cómplices y encubridoras.
Convertida en un show estilo “Culín”, la justicia veracruzana no resuelve los casos para desagravio de la sociedad; lo hace para el lucimiento del procurador y sus cejas depiladas y para maquillarle la imagen al gobernador. Es el caso de José Férez. Es justicia a la carta, justicia para engañar.
Así llega Javier Duarte a su cita con los Juegos Panamericanos. Veracruz ensangrentado, violento, fuera de control; es el escenario del caos duartista.
Qué papelón. De Veracruz para el mundo.
Archivo muerto
Complotean entre muros los Integra, los ivanistas, los joaquinistas, los chagristas, los anayistas y hasta notarios públicos con hambre de terrenos ajenos, que ya diseñan la jubilación del ex alcalde Marcelo Montiel Montiel. Se reúnen en corto, reclutan promotoras, seleccionan cuadros y confeccionan a quien será el candidato del PAN al que habrán de apostarle todo su capital: José Encarnación Uribe Pozos. Enemigos unos, traidores otros, desde el nuevo TUCOM (Todos Unidos Contra Marcelo) esta runfla de priístas de temporal ya cayeron en la cuenta que el proyecto de MMM, Víctor Rodríguez Gallegos, El Chochol o El Chapopote, brazo derecho del delegado de la Sedesol federal en Veracruz, es inamovible, así Jesús Moreno Delgado verbee a quien lo escuche y se autopostule como la mejor carta del PRI de cara a la elección federal de 2015, sólo porque dice que “más vale ser el candidato de Joaquín que ser el candidato de Marcelo”. Es lo que sembró Marcelo Montiel: sus hijos políticos —el alcalde Joaquín Caballero, el líder del PRI, Luis Rafael Anaya, y Jesús Moreno, el protector de las denunciadas pseudo psicólogas sin título y sin cédula profesional que están a sus órdenes en el DIF municipal— aliados con sus enemigos naturales, los ivanistas, los chagristas y hasta la intragable Mónica Robles —la diputada que se le sube a las barbas a su coordinador Callejas Arroyo—, todos sopla que sopla para inflar al regidor panista Pepe Uribe, el nuevo iluso de sus locas aventuras, y así pegarle al PRI. ¿Sabrá Pepe Uribe que para ser candidato a diputado debe solicitar licencia “definitiva” a su cargo de regidor? O sea, si pierde o le niegan la candidatura en el PAN, simplemente se va a la banca por lo que resta del cuatrienio y lo invertido para ser regidor termina en la basura. No son una ni dos las sesiones del complot. Son varias y están documentadas. Alumnos aventajados los cuervos de Marcelo; los crió y ahora le van a sacar los ojos… Desparpajado, sonriente, afable, Guillermo Ibarra Macías dispensaba saludos a diestra y siniestra mientras esperaba la llegada del gobernador Javier Duarte, figura central de la inauguración de Plaza Sendero, el nuevo centro comercial de Coatzacoalcos, a la que, como siempre, llegó tarde el gordobés. Días atrás, el 29 de octubre, su chofer José María Cervantes, protagonizó una agresión criminal contra el ingeniero Guillermo Drago González en las oficinas de la Dirección de Obras Públicas Municipales. Embarrados Chema e Ibarra, son señalados en la denuncia que interpuso el agredido ante el Ministerio Público del fuero común. A ello ofreció el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol que pagaría quien tuviera que pagar, así fuera su amigo y socio Guillermo Ibarra. Pero había que verlos bromear mientras esperaban al impuntual Duarte, con ellos el secretario de Obras Públicas, Fernando Ramos, y un empresario de apellido Santopietro. O sea que Ibarra se queda aunque Guillermo Drago lo señale de la autoría intelectual de la agresión. Impunidad joaquinista. Y hasta hay una versión de que el chofer de instintos criminales, José María Cervantes, sigue cobrando y que somos los coatzacoalquenses quienes les pagamos su salario. Doble impunidad joaquinista. ¿Alguien dijo “se hará justicia”?… Campaña difamatoria en redes sociales, intento de allanamiento, tipos deambulando en torno a sus oficinas, clima de tensión en torno al periodista Roberto Morales Ayala, director de diario Presencia, y su equipo de trabajo, entre ellos los reporteros y editores Hernán Villarreal Cruz y Armando Serrano Domínguez. Usuarios de Facebook, unos con nombre y rostro, otros embozados, les endilgan una relación con un jefe narco, “El Frutas”, y dicen que ya vienen los matazetas por ellos. La vileza es propia del grupo tronquista; un tal “Juan José Pérez”, cuyos amigos en esa red social está conformada por los aliados del diputado Renato Tronco, usada esa cuenta en la campaña por la presidencia municipal de Las Choapas para denostar a los adversarios y críticos del diputado-aviador, es quien lanza el ataque-amenaza. Otros aliados de Tronco se van al ataque directo. La madrugada del jueves 13, dos individuos intentaron allanar Presencia. Horas después, merodeaban por la sede del medio, se cambiaban de ropa, caminaban, volvían a observar hacia el interior del rotativo. La denuncia va en camino y la tomará la Procuraduría General de la República. Las agrupaciones defensoras de periodistas ya saben del caso. Que Tronco y sus bichos pongan las barbas a remojar…
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Fotos: Buzón Xalapa, Crónica de Veracruz y Plumas Libres