La “ingeniera” frente al político

* Rocío Nahle ofrece un gobierno como el de Cuitláhuac  * Pepe Yunes apuesta por un golpe de timón  * Rabieta del Peje porque le tronaron a Ernestina  * Mucho escándalo por una fiscal corrupta y plagiaria  * Indira no dio una en el Senado y ahora quiere ser diputada  * El PRI de Octavio Sen va a terminar vacío

La “ingeniera” dice que suma, no resta, y ella, Rocío Nahle, quien tiene mucho que explicar por cómplice, ofrece la continuidad del desastre, el modelo que empoderó al gobierno criminal que ha devastado a Veracruz.

El político, Pepe Yunes, afina, dispara y revira: en Veracruz no hay gobierno, la educación fue olvidada, los pescadores y lancheros requieren ayuda, el transportista reclama seguridad, la delincuencia no tiene freno y el pueblo vive entre el acoso del malandro y el miedo a la autoridad.

La “ingeniera” dice que por ser ingeniera, multiplica, no divide, como si su vida de estridencia no fuera conocida, generadora de repudios, y no hubiera provocado fracturas políticas y enconos mayúsculos, o como si su irrupción en el PRD de Coatzacoalcos no hubiera sido el inicio del fin, la suma de las derrotas en el bastión de la izquierda, la debacle electoral.

Y con esa perorata, expresiones ocurrentes, dignas de Perogrullo, suelta frases cargadas de aserrín. “Veracruz no tiene dueño”, sentencia Rocío Nahle sin imaginar –¿o sí?– que el tiro se lo da en el pie o se lo asesta a Morena en el corazón.

Porque cinco años después, a cinco años de que el efecto Peje trepara a la pandilla guinda al gobierno de Veracruz, ni Cuitláhuac sabe qué rumbo tomar. A estas alturas, Morena no es dueño ni de Veracruz ni de su propio destino.

El político, Pepe Yunes –José Francisco Yunes Zorrilla–, acusa que a Veracruz le urge un golpe de timón, un cambio en el estilo de gobernar, el liderazgo cimentado en el conocimiento de la entidad, saber los orígenes de la problemática social, la experiencia para hallar solución.

Nahle, precandidata de Morena al gobierno de Veracruz, habla en abstracto, queriendo que nada cambie; Pepe, el precandidato del PRIANRD, exige cambiar para reconstruir.

Nahle opta por la mentira; Pepe demanda hablar con la verdad.

Treinta años después de tocar suelo jarocho, la zacatecana va contrarreloj, conociendo a paso veloz puntos selectos de Veracruz. Que si Xalapa, que si San Andrés Tuxtla, que si Chalma, que si Tihuatlán, que si Rafael Delgado, que si Ixhuatlancillo, que si…

“Una chulada”, dice de Zongolica, que sí lo es cuando se observan sus cumbres cubiertas de niebla.

Y hay quien, observador como suele ser, destaca que la señora Nahle muestra especial asombro en sus redes sociales por la belleza de los lugares visitados en precampaña simplemente porque no conoce a fondo la geografía de Veracruz, estado del que dice ser oriunda, lo cual es una lépera falacia porque, como todos los veracruzanos saben, nació en Río Grande, Zacatecas.

Y en Poza Rica, donde la violencia es violencia letal, nada de cuentos, Nahle entró a regañadientes. Será porque ahí manda “El Coco”, un narco al que se acusa de ser el psicópata que almacena cuerpos desmembrados y los mete en neveras y congeladores, pero del que en narcomantas acusan que es intocable, impune, un narco 4T, por ser cuate del gober Cuitláhuac García y protegido del ex secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, ex amigo de la Nahle. O sea que Morena y el narco son almas gemelas.

Su discurso es patraña pura, más de lo mismo, un gobierno que será la continuidad del actual, que en términos llanos es la prolongación del estado de terror impuesto por Cuitláhuac en agravio de la sociedad.

Una y otra vez, la Nahle ofrece seguir una ruta fallida, la del fracaso, la del olvido, del gobierno que estancó a Veracruz, el que desoyó al pueblo, el que empoderó a los cárteles mientras la policía apaleaba a los ciudadanos que ejercían su derecho a la protesta y los remitía al cuartel de San José, en Xalapa, del que salían muertos, y maltrataba y robaba a los periodistas que cubrían sus desmanes.

Nahle calla y traga sapos en la rendición de cuentas. Nada le reclama a Cuitláhuac ni a Eric Cisneros, que fueron sus arietes, sus aliados, sus cómplices, contra el pueblo de Veracruz.

Nada dice Rocío Nahle del caos en Salud, de los dislates de Roberto Ramos Alor, el secretario de Salud que ella recomendó, ni las jornadas médicas en diversos puntos de Veracruz, amenizadas por el ritmo caribeño del grupo Puerto Rico, del que Ramos era bongocero mayor, el Doctor Merengue.

Ni habla de sancionar a los que saquearon la Secretaría de Salud, los artífices del escándalo por las empresas fantasma, las empresas de nueva creación, las empresas de la Cuarta Putrefacción a las que les fluían –y fluyen– contratos por decenas o centenares de millones de pesos al estilo Javier Duarte.

Nahle habla de continuidad; o sea, impunidad. Porque continuará el saqueo de los recursos del Congreso de Veracruz, las cuentas chuecas de su otrora operador más cercano, Juan Javier Gómez Cazarín,  y seguirá la presión a alcaldes de oposición hasta con amenazas de muerte o de parar en prisión.

Nahle habla de continuidad; o sea que Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas y primo del gobernador Cuitláhuac García, no enfrentará a la justicia así haya tenido manos libres en reiteradas violaciones a la ley con la compra de productos, servicios, contratos de obra.

Y ahí es donde la oferta política cambia. Porque mientras Nahle y Morena ofrecen impunidad para la pandilla porque eso, a fin de cuentas, es la continuidad, Pepe Yunes sentencia que hay que dar un golpe de timón.

Pepe Yunes es como el radiólogo político. Ya pasó a Veracruz por la resonancia magnética y ya hizo el diagnóstico.

“Nosotros impondremos la verdad en la forma de hacer política como un vehículo para servir al Estado de Veracruz”, dice en diálogo con periodistas.

Luego lanza un dardo contra Rocío Nahle:

“Más allá de los accidentes de nacimiento, un veracruzano de verdad a estas alturas del partido conoce el Estado políticamente, geográficamente, humanamente. Tiene un diagnóstico claro de cuáles son los orígenes de los problemas en el sur de la entidad, en la zona montañosa en la zona costera, sabes perfectamente las expresiones culturales”.

Y apunta que el discurso obradorista se finca en “retóricas falsas, en medio de medias verdades y vivimos en una realidad alterna que se pretende construir en el discurso menospreciando la verdad”.

Y ya en corto exhibe el remedio para tal enfermedad. Y pronto lo dirá.

Rocío Nahle apunta al caos; Pepe Yunes exige hablar con la verdad.

ARCHIVO MUERTO

* Ataque de ira del Peje tras la caída de la fiscal corrupta de Claudia Sheinbaum. Ser plagiaria y ser perversa, requisito para entrar al paraíso de Andrés Manuel https://bit.ly/3vtDsjD

* Indira sí que es atrevida… e ilusa; del Senado quiere brincar a la diputación por Boca del Río. No trabajó la plaza; no aterrizó con la gente; no se enganchó con los olvidados, los tienen hambre y los que tienen sed de justicia  https://bit.ly/3HfMC5T

* Con tantas promesas incumplidas, el PRI se le está vaciando a Octavio Sen. Ofreció a perredistas armar la estructura electoral, le llegaron a cobrar, les dio largas y terminaron por constituir el “El Club de los Apestados del PRI”  https://bit.ly/3RPLTgG

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www.mussiocardenas.com

Fotos: Diario del Istmo, La Política On Line