* La prisión domiciliaria fue cuento * Yunes y Edel lo sabían * Morena: hay más videos * Eva Cadena y la Fepade: los nombres ocultos * Amenazas y mensajes * “Se exige mi silencio” * El historial de Mijangos * PAN: Ramón Ortiz se puede ir * Engaño de Norberto Luna * El ex suplente describe la burla
Libre Flavino Ríos, lejos Javier Duarte, al que le dio protección y cobijo, y un helicóptero para huir, la justicia en Veracruz se tuerce y se jode al mejor postor.
No sufre el arraigo domiciliario el ex gobernador interino que sirvió de cómplice a Javier Duarte en la represión a pensionados y movió cielo y tierra para evitar el arribo del yunismo al poder.
Su juicio lo vive en libertad, acogido al pago de una fianza, una garantía de 5 millones de pesos, la entrega de su pasaporte y la promesa —como si los sátrapas tuvieran palabra— de no abandonar el distrito judicial de Veracruz.
Libre Flavino Ríos, la burla es mayúscula. Desdibuja al gobierno yunista y lo exhibe proclive al acuerdo y el arreglo, a la transa y el desprecio a la ley.
Flavino Ríos Alvarado, el gobernador que fue echado del palacio de gobierno por la acción de los alcaldes perredistas y la cerrazón de Miguel Ángel Yunes Márquez, presidente municipal panista de Boca del Río, hijo del entonces electo, Miguel Ángel Yunes Linares, pasa sus días de desgracia en la comodidad del hogar, o fuera de él.
Nada lo obliga a permanecer ahí pues lo suyo fue un pacto con visos de legalidad, arreglado en la penumbra política tras la aprobación del bloque priista en el Congreso de Veracruz al proyecto de renegociación de la deuda pública de Yunes azul.
Flavino se hacía el muerto. Yunes decía que no era grave. Con tratamiento podía volver al penal. Dictaminada por los médicos, la afección cardíaca era controlable.
Su ingreso a prisión ocurrió el 12 de marzo, muy de mañana, cuando lo abordaron agentes de la Fiscalía General de Veracruz y lo remitieron al penal de Pacho Viejo, en Coatepec, a unos 13 kilómetros de Xalapa.
Una semana después, aquejado por un supuesto problema de hipertensión arterial, abandonó la cárcel e ingresó al hospital Los Ángeles, donde fue estabilizado.
Ahí, disfrutando el colchón que no le ofrecía Pacho Viejo, a temperatura ideal en la cama de hospital, lejos de las rejas del penal, del trato con criminales que deseaban cobrarle su encierro, Flavino Ríos trazó su camino a la libertad.
Flavino Ríos enfrenta un juicio por su responsabilidad en la fuga de Javier Duarte y su esposa Karime Macías, ocurrida el 14 de octubre de 2016, cuando el ex gobernador fue visto por última vez, usando un helicóptero del gobierno de Veracruz, facilitado por Flavino, aunque éste de inicio lo negó.
Cuatro días después, el 18 de octubre, Flavino Ríos rechazaba el señalamiento, cualquier vínculo con la fuga de Javier Duarte. Tajante, le decía a la periodista Adela Micha, en Radio Fórmula que no había prestado aeronave alguna, que consultaran las bitácoras de cada unidad, que si hubiera alguna responsabilidad “que se me castigue”. Así, “que se me castigue”.
Eso dijo y mintió.
Ofrecía poner a disposición de la autoridad las bitácoras de los vuelos del jueves, viernes, sábado, domingo; “todo lo que solicite”.
Al mes siguiente Flavino Ríos intentó matizar su error. Algo no cuajó en su maniobra. Las bitácoras de vuelo, las bitácoras originales, lo delataban.
Flavino Ríos incurrió en desvío de recursos (la aeronave es un bien público), amén del tráfico de influencias, abuso de autoridad y encubrimiento por favorecimiento.
Una versión difundida por el periódico Diario de Xalapa detalla ahora la forma en que presuntamente habría facilitado Flavino Ríos la fuga de Javier Duarte. Un extracto del relato describe la fuga de Javier Duarte y las facilidades que obtuvo:
“El 13 de octubre de 2016, Flavino Ríos Alvarado se presentó en las instalaciones de la dirección de aeronáutica en el Aeropuerto de El Lencero entre las nueve y diez de la mañana para hablar con Ricardo Casanova Morales, analista de proyectos de aquel departamento.
“Dio la orden a Casanova Morales de brindar todas las facilidades logísticas al exgobernador Javier Duarte de Ochoa debido a actividades propias de su cargo (¿cuál cargo si ya no era gobernador?).
“Al siguiente día —14 de octubre— a las 15 horas Ricardo Casanova recibió la llamada de un número desconocido al que le comunicaron a Duarte de Ochoa. El exmandatario preguntó en qué tiempo tendría listo un helicóptero, a lo que el encargado respondió entre 40 y 50 minutos.
“Fue cerca de las 16:30 horas cuando Casanova Morales recibió otra llamada de número desconocido —con lada de la Ciudad de México—, al otro lado de la línea Duarte de Ochoa le solicitaría que una aeronave fuera enviada al Agrocentro Siglo XXI, que se encuentra en la carretera Xalapa-Veracruz, en la localidad de Puente Nacional.
“Ricardo Casanova Morales se comunicó a la oficina de Miguel Pablo Portugal para que ordenar que recogieran a Javier Duarte en el lugar antes señalado; por lo que 20 minutos después despegó el helicóptero del aeropuerto El Lencero sin pasajeros, solamente con el piloto y el copiloto, Jesús Jaime Peregrina y Francisco Javier Herrera, respectivamente.
“La aeronave recogió al gobernador en el Agrocentro con una persona desconocida e informó que cambiarían de destino debido a que se trasladarían al centro de convenciones de Coatzacoalcos. Una vez que aterrizaron ambos pasajeros subieron a un vehículo con rumbo desconocido”.
Eso le valió su encierro. Ingresó a la cárcel el 12 de marzo. Se hizo el enfermo. Logró que lo trasladaran al hospital Los Ángeles. Abandonó en nosocomio supuestamente para mantenerse en arresto domiciliario.
Un hallazgo del periódico Presencia, editado en Las Choapas, estableció que Flavino Ríos se movía con total libertad. Y el domingo 30 de abril detonó el caso.
Este lunes 1 de mayo, el magistrado presidente del Poder Judicial de Veracruz, Edel Álvarez Peña, reconoció que Flavino era objeto de libertad bajo fianza, no arresto domiciliario, determinado así por la juez de control que modificó medidas cautelares.
Un pacto lo pone a salvo. Un pacto que implica a Yunes y al Poder Judicial de Veracruz, que por semanas ocultaron la condición legal de Flavino Ríos.
Flavino fue moneda de cambio, pieza que jugó Yunes Linares para obtener el aval del Congreso en la renegociación de la deuda pública, heredada por Javier Duarte.
Lo suyo es una burla a la sociedad que ve al duartismo impune. Flavino, el represor de los pensionados, facilitó el escape de Javier Duarte, hoy preso en Guatemala, al allegarle un helicóptero oficial, fue aprehendido, pasó una semana en prisión, fingió un mal cardíaco, ingresó al hospital y de ahí se marchó a su hogar.
Son arreglos en la penumbra, justicia vulnerada, el acuerdo político por encima de la ley.
Flavino fue echado de palacio de gobierno. Le tomó Yunes Márquez Casa Veracruz, la residencia oficial. Lo humillaron al ser aprehendido. Anduvo con el “corazón partío” para dejar la cárcel y refugiarse en un hospital. La prisión domiciliaria mientras dure el juicio, es falsa. El yunismo le concedió obtener su libertad bajo fianza.
Soberbio, el ex gobernador interino se acogió a un pacto infame para evadir la ley.
Le ayuda su amigo Edel Álvarez, miembros de la pandilla de políticos minatitlecos —junto con Javier Egremy Gracia, ya fallecido, Tirso Hernández y César Vázquez Chagoya— que desde los tiempos de Rafael Hernández Ochoa se propusieron asaltar el poder.
Sobran pruebas para que enfrente a la justicia pero Yunes azul no lo toca. Está implicado en el desfalco al Instituto de Pensiones del Estado y en el saqueo a la Secretaría de Educación de Veracruz. Pero Yunes no lo lleva al tribunal. Podría fallarle el corazón.
Con Flavino libre, la justicia en Veracruz se tuerce y se jode al mejor postor.
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Archivo muerto
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A la Fepade le dirá Eva Cadena Sandoval quiénes se mueven en la trama de los 500 mil pesos para Andrés Manuel López Obrador, quiénes se hallaban en la escena de la entrega del dinero, qué relación tienen con las figuras más influyentes de Morena en Coatzacoalcos, en Xalapa y en el cuartel de mando del pejepartido. Horas antes de comparecer ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), la diputada con licencia por el distrito Coatzacoalcos Rural señala que no reasumirá sus funciones en el Congreso de Veracruz. No se escudará en el fuero para evadir la ley. Desliza que habrá otro serial de videos. “Es probable —acusa— que se continue con la edición de material digital e imágenes en los cuales se exhiba a mi persona”. Advierte: “he realizado mis propias investigación en las cuales he podido obtener conocimiento de las personas que se encuentran detrás de esta dolosa acción en mi contra y que en breve saldrá a la luz pública los nombres de los personajes de la política nacional que están involucrados en estos lamentables hechos”. Eva Cadena sostiene que es objeto de persecución y que “he recibido amenazas y mensajes intimidatorios en los que se exige mi silencio, por lo cual es evidente que está en riesgo mi vida y la de mi familia”. Este martes 2, ante la Fepade, comenzará a desentrañarse el móvil del “donativo” de medio millón de pesos para el Dios Peje, quienes lo urdieron, sea la mafia en el poder —Yunes Linares, Peña Nieto, Osorio Chong— o las tribus morenistas locales que habrían usado el video para dirimir una vendetta interna y arrebatar la candidatura a la alcaldía de Las Choapas… Regidor o no, Alberto Mijangos es cáustico. Por congruencia abandonó la planilla de Morena, según reveló luego que el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra lo tildara de morenista “cuestionado” por su condición de fidelista y duartista. Amenaza, sin embargo, con continuar en el proyecto Morena porque “Morena es de todos”. O sea, el ivanista sigue ahí, con la diputada Norma Rocío Nahle García y su candidato, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, otro de los “cuestionados” aludidos por Solalinde. Corrosivo, Mijangos donde va contamina. En su fama pública está la usura y hasta demandas por retención de una factura de camioneta a un ciudadano de Tonalá, Agua Dulce; su relación con el ex subdirector Administrativo de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos, Eduardo Jiménez Ziga, y unos videos comprometedores; su amistad con el empresario Jacinto Lemarroy, cuyas gasolineras aprobaban todas las verificaciones en los días en que Mijangos era delegado de Profeco, y así el anecdotario que se remonta hasta sus días de estudiante, en Xalapa, cuando conoció al profesor Borja. Esto, según un insider, aún no lo conoce Solalinde, pero lo sabrá a detalle. No en balde dice que exigirá al Dios Peje cero tolerancia a morenistas impresentables… No arrancan y en el PAN ya se destrozan. Reclama Ramón Ortiz Cisneros, el financiero de la campaña y esposo de la candidata a síndica, Claudia Karina Bonilla, que de frente reclama que los suyos, su gente, van a las colonias a construir estructuras electorales, y los fans del candidato a la presidencia municipal, Jesús Moreno Delgado, sólo van a tomarse la foto. Su equipo externa que si se trata de jugar a perder, Ramón Ortiz tiene otra pieza, su hermana Mariela Ortiz, en el PRD, donde es candidata a regidora segunda. Y eso implicaría que los dineros para la campaña pasarían del PAN al partido del sol azteca… Víctima de una infamia, Enrique Vallejo Vertling pasó de candidato priista suplente a la alcaldía de Minatitlán a nada. Lo invitó el candidato propietario, Norberto Luna López, bajo el argumento de que requería una planilla integrada por personas de solvencia moral probada. Así se registró ante el Órgano Público Local Electoral, en Xalapa. Luego sufrió la traición. Una llamada le hizo saber que Norberto Luna renunciaría a la candidatura, presionado por la intromisión de priistas de pésima reputación. Uno de ellos, el ex director del Itesco, Ricardo Orozco Alor; la otra, Damara Isabel Gómez Morales, protagonista de un hecho de sangre que segó la vida de su padre y por el que debió huir. Enrique Vallejo fue conminado a renunciar, como lo hacía Norberto Luna. Su sorpresa ocurrió el domingo 30 cuando se dio a conocer la integración de la plantilla del PRI. Ahí seguía Norberto Luna, Damara Gómez, Saúl Wade León, el ex tesorero y alcalde real de Minatitlán, y la candidata a sindica, Tania Ivette Estrada, operadora de Ricardo Orozco e integrante de Vía Veracruzana, amén de operadores de Saúl Wade incrustados en la nómina del ayuntamiento minatitleco. Enrique Vallejo denuncia la burla y la doble cara de Norberto Luna, que no baila con la más fea, pues el repudio al PRI viene del efecto Duarte, sino que el galeno es parte de la mafia que pretende retener el poder en Minatitlán. Como dijo aquel, cero más cero da cero…
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Foto: Oro Noticias