* El Pacto de San Julián * Los Yunes rojos, Beltrones y el duartismo * ¿Unidad o retirada? * EPN manda en México, no en Veracruz * Lu-pilla de Theurel avanza * Rechazan periodistas acreditarse para cubrir evaluación magisterial * Los jóvenes y el crimen organizado * La playmate de Marcos ataca de nuevo
Anfitrión de lo indeseable, de Javier Duarte y su Cisne Silva, de la escoria del PRI que debiera estar en prisión y no en el Congreso, Pepe Yunes Zorrilla tiene cita en el rancho San Julián. Ahí pasarán las viandas y los vinos, saboreando otros la sucesión y sugiriendo tacitamente él el retiro. Algo así: “coman y me voy”.
Lleva a su feudo a Don Beltrone, Manlio Fabio, el salinista que lidera al PRI, como testigo de que la alquimia priista une la pureza con la puerqueza, y que el agua y el aceite se llevan y se mezclan, se buscan y se aceptan, se acusan y se encubren.
Invoca el Pacto de San Julián los aires de la rendición con gloria. Pepe Yunes, el puntero de la sucesión priista, el de los padrinos mágicos, el amigo de Videgaray, Meade y Cordero, abriendo los brazos a su adversario incómodo, Javier Duarte, el que a ningún precio lo quiere de sucesor.
Convoca el senador por Veracruz al feudo familiar, San Julián de los Yunes, a la runfla que inició el saqueo con Fidel Herrera Beltrán en la “plenitud del pinche poder” y lo perfeccionó con Javier Duarte malgobernando, atropellando la ley, desviando recursos federales, hurtando más de 12 mil millones, maquillando la fechoría hasta con boletos de urbano y admitiendo que los últimos 3 mil 600 millones de pesos los tendremos —sí, los veracruzanos, en plural— que devolver. Ah caray, puro huésped VIP.
70 invitados o más tendrá este viernes 27 el joven Pepe Yunes, algunos de los cuales figuraron, sí, en pretérito olvidado, en su lista de indeseables, los hijos políticos del gobernador, para los que prometía justicia a secas, justicia juarista, la que se le aplica a los enemigos, cárcel segura, porque así, así como lo ven, el nuevo gobernador tenía que dar un golpe de autoridad y legitimarse.
Habrá abrazo para El Cisne, alias Alberto Silva Ramos, también llamado El Pato de Tuxpan, el misógino empedernido, el admirador de las nalgas de Larissa Riquelme, el succionador de los sobres de los periodistas del redil, al que Pepe Yunes pulverizó por la infamia de expresar que a las mujeres que desearan ser candidatas del PRI debían aplicarle prueba antiembarazo. ¿Y por que no mejor a él?
Pepe Yunes; Héctor Yunes Landa, el otro senador por Veracruz, también aspirante, el que dice que para un Miguel Ángel hay un Héctor; Carolina Monroy, secretaria general del PRI nacional, Ana Lilia Herrera, lideresa del Movimiento Territorial, y cientos de mujeres priistas, masacraron a Silva Ramos, le exigieron disculpa pública, desagravio y rectificación.
Respondió el Cisne con su don natural: la mentira. Dijo que no lo dijo, que fue un malentendido, que fue un error y finalmente que sí, que se le chispoteó. Dice que no piensa así, pero resulta que habla así, la lengua aquí y el cerebro allá, sin conocerse. Y a ese Silva embustero le abrirá los brazos Pepe Yunes porque así de bajo es el PRI.
Se espera a Antonio Tarek Abdalá Saad, el ex tesorero; a Adolfo Mota Hernández, el ex titular de Educación; a Erick Lagos Hernández, el ex secretario de Gobierno, todos diputados federales, implicados los primeros dos en las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación ante la Procuraduría General de la República por desvío de recursos federales, implicado el tercero en el caso de los narcosobornos que difundió el periódico Reforma, a partir de la declaración del señor Lucky, alias Raúl Lucio Hernández, jefe regional de Los Zetas, quien declaró que un funcionario de alto nivel en el gobierno de Veracruz de apellido Lagos era el que recibía los millones para operar sin ser molestados.
Si el Lucky no estuviera en prisión, posiblemente también habría acudido a San Julián. Se trataba de convivir con la pandilla en pleno.
Javier Duarte es el pez regordo del acuario. A él lo quería pescar Héctor Yunes hasta que el gobernador le dio un regalo sorpresa, una caña fina, con señuelo, línea y anillas de calidad para que se fuera a atrapar peces azules en El Estero, donde viven sus parientes del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos. Sirvió el agravio para que Héctor, el de Soledad de Doblado, endureciera la crítica y prometiera encarcelar, sí, pero a las pirañas del gobernador.
A Pepe Yunes le llueve lodo que se cocina en Casa Veracruz, a todo lo que dan los textoservidores. Y si no es ahí, la intriga surge en palacio de gobierno. Y si no, en Club de Golf, en una lujosa mansión donde fragua sus sinvergüenzadas la pandilla duartista.
Lo fustiga la prensa vendida. Le recuerda que es ganador a medias, que en 2006 el fidelismo le allegó una derrota, que Fidel Herrera, operando Javier Duarte los recursos del pueblo, lo que es peculado electoral, impidieron que fuera senador. Terminó aquella jornada en tercer lugar, primero Dante Delgado y Arturo Herviz por la izquierda, y luego Juan Bueno Torio por el PAN. Y el de Perote se quedó sin nada.
Javier Duarte fraguó el escenario de hoy. Inventó un minigobierno de dos años a ser elegido en 2016, bajo el ardid de que así homologaría el calendario electoral de Veracruz con el federal, cumpliendo con la reforma política.
Puro cuento. Se trataba de desalentar a los Yunes rojos pues a quién le interesa ser gobernador de dos años, sin inversión, inmerso el primero en la revisión de lo que le deja el gobierno anterior y usando el siguiente para la elección federal y estatal, en 2018.
Pepe Yunes endureció el discurso. También mostró frialdad. Junto a Héctor Yunes abandonó el escenario cuando el presidente Peña Nieto encabezaba el centenario de la promulgación de la Ley Agraria, en Veracruz, el 7 de enero. Y en una las sesiones del consejo político estatal del PRI, volvió a retirarse sin saludar siquiera al gobernador.
Criticaba el hiperdesastre financiero de Javier Duarte, el endeudamiento descomunal, la falacia de las cifras, los 44 mil millones por pagar cuando en realidad, y así lo dijo, era mucho más, quizá 80 mil millones. Hoy son casi 100 mil millones.
Asediado desde un principio, a Pepe Yunes le ofrecía Javier Duarte hacerlo su candidato a cambio de impunidad. Le aseguraba la sucesión si el senador se comprometía a no tocar a la pandilla duartista y a su líder.
No hubo pacto. Así se mantuvo Pepe Yunes, lejano al gobernador. Y cuando dialogó con él, ahí mismo, en Perote, el feudo, enfrentó el rechazo de muchos que se preguntaron si ya lo había doblegado Javier Duarte.
Rompió de nuevo. Subió el tono del discurso, el discurso carcelario, el discurso intransigente con quienes saquearon a Veracruz, a los que les prometía ponerlos en prisión, obligarlos a devolver lo robado y desterrar a la mafia fidelista-duartista del poder.
Imitaba a Miguel Ángel Yunes, el hoy diputado federal del PAN, que midió el impacto del discurso que promete aplicar la ley, que ofrece que Javier Duarte y Fidel deben estar en la cárcel, pagando sus fechorías, por los crímenes financieros, el baño de sangre, la oleada de violencia, su complicidad con Zetas y Golfos.
Iba bien Pepe Yunes. Fustigó a Javier Duarte hasta cuando impuso al Pato de Tuxpan al frente del PRI, un cambio innecesario, fraguado para regatear espacios, para comprometer la próxima senaduría para Alberto Silva, en 2018, y colocarlo en la plataforma de la sucesión en 2024.
Iba bien hasta que convocó al Pacto de San Julián. Qué escenario tan brutal: el senador Pepe Yunes, su testigo Beltrones, quizá sus amigos Videgaray y Meade, y la pandilla duartista, todos en la misma mesa y en el mismo plato. Vito Corleone también tenía reuniones así.
Jura Pepe Yunes que él sigue en lo suyo. Reitera que “no quiero ser candidato a cualquier precio”. Explica su staff que no será candidato del PRI si a cambio tiene que encubrir a la pandilla duartista y al mismo Javier Duarte.
Su staff sostiene: Pepe Yunes convoca a la unidad en torno al PRI y a Don Beltrone. No es el senador el factor de conflicto y aún así tiende puentes con los que idearon el conflicto y lo han torpedeado; se acerca a sus enemigos, así sean los candidatos a la prisión.
Deja otro mensaje: podría no ser ya candidato a gobernador, renunciar a la sucesión, dejar en manos del PRI, de Javier Duarte, de su pandilla, sacar la próxima elección y vencer a Yunes Linares o Bueno Torio, uno de los dos candidato de la alianza PAN-PRD.
Hay otro mensaje que no dice el staff de Pepe Yunes pero que así es: el presidente Peña Nieto manda en México pero no en Veracruz. Aquí le regatean los duartistas la nominación, desoyen la línea, ningunean al inquilino de Los Pinos. Manda Fidel desde Barcelona. Manda Javier Duarte desde Casa Veracruz. Entonces que ellos saquen —o se roben— la elección.
El Pacto de San Julián debe ser rubricado con una sonrisa. Por la unidad del PRI, la pureza y la puerqueza juntos. Por la unidad del PRI, los agravios al olvido. Por la unidad del PRI, la impunidad para la delincuencia duartista.
El Pacto de San Julián también implica rendición. Pepe Yunes dice que no es factor de conflicto, apuesta por la unidad y toca la retirada. Allá Javier Duarte y su pandilla, El Cisne o El Pato de Tuxpan convertido en candidato, o Erick Lagos, enlace del Lucky, quien podría ser secretario de Seguridad Pública, o Mota el cachondo del fiscal “Culín” que nunca se percató de los “aviadores” de la SEV, o Tomás Ruiz y su campaña en redes sociales, todos enfrentando a la aplanadora amarilla-azul.
Dice que Ricardo Ahued, el único diputado local priista sensato, que si el candidato no es uno de los Yunes rojos, la elección de gobernador de Veracruz se la lleva Yunes Linares. Y así es.
Puede que Pepe Yunes no sea candidato ya. Puede que haya medido el escenario y ningún priista pueda vencer al PAN-PRD. Puede que el Pacto de San Julián sirva para aterrizar el retiro.
Anfitrión de lo indeseable, de Javier Duarte, al que evadía en los actos del PRI; de Alberto Silva Ramos, el líder misógino; de la escoria del duartismo, que debiera estar en prisión y no en el Congreso federal, Pepe Yunes Zorrilla convoca a la unidad y se lava las manos.
Es algo así: “coman y me voy”.
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Archivo muerto
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Intensa, la precampaña de Guadalupe Félix de Theurel no cede. Sabe Lu-pilla que Coatzacoalcos será suyo una vez que oficialice el PRI que para este distrito, el urbano, por género, habrá candidata mujer. De ahí la promoción en redes sociales, el acercamiento hacia las promotoras sociales, la respuesta de esas mujeres que mueven el voto priista, la entrega de apoyos médicos en colonias. Su marido, Marcos Theurel, fue un desastre como alcalde. Su obra, pésima, sin calidad, los contratos ejecutados por sus empleados, por sus funcionarios, por compañías con tufo a fantasma. Pero Lu-pilla dispensaba de todo desde el DIF y hoy comienza va por más. Una encuesta que pregonan los mismos priistas la coloca en la cúspide, Víctor Rodríguez en el sótano, Jesús Moreno a medio nivel. Y de ahí no hay más. Pero si es por género, no tiene rival. Le pondrán en frente a Patricia Peña Recio, la ex diputada federal. Una vez que lo sepan los migrantes —los tildó de matones, rateros y prostitutas— la querrán despedazar. A, Patty tiene por ahí un pendiente; es de faldas… Protesta airada de periodistas en Xalapa y Veracruz. Se niegan a acreditarse ante Seguridad Pública para cubrir la evaluación magisterial que se realizará este sábado 28 y domingo 29. “Rechazamos la intención de que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) imponga un proceso de acreditación para cubrir manifestaciones y eventos públicos. Las credenciales de nuestros medios de comunicación son válidas para identificarnos como periodistas y fotoperiodistas, con el fin de realizar coberturas informativas”, señala el documento. En otra parte, agrega: “Que se respeten los protocolos de atención y protección a periodistas que firmaron autoridades estatales y federales en la alerta temprana, donde el gobierno de Veracruz está obligado a cesar el hostigamiento, la represión y la intimidación en contra de los periodistas, así como garantizar la libertad de expresión”. Ante la brutal represión sufrida el pasado fin de semana, cuando 12 periodistas fueron agredidos mientras cubrían el conflicto magisterial por la evaluación, los comunicadores ase engallan. Y hacen bien. Difícilmente el gobierno federal atará de manos al régimen violento de Javier Duarte. La sangre también gusta en la SEP de Aurelio Nuño Mayer… Para pensar: el 75 por ciento de los delincuentes son jóvenes. Sus edades fluctúan entre 16 y 25 años y llegan a ser líderes de bandas del crimen organizado, con todo lo que ello implica, violencia extrema, crueldad. Revela el dato el Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos, que establece que el joven es carne de cañón para los delincuentes y que, por otra, se llega a deslumbrar con el dinero fácil. No repara, dice el OCC, en que es un momento que no dura y tiene dos destinos: muerte o cárcel… La playmate está de regreso. Nuevas fotos, nuevas poses, ya no dormida o drogada, sino recargada en una pared, la lámpara a un lado, explícita la intención. La playmate de Marcos vuelve a escena no por casualidad. Responde el marcelismo a la embestida de theurelistas en internet. Vienen otras fotos y otros videos, la expresión de la confrontación de priistas. Y la playmate preguntando: “Y yo por qué” …
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Foto: Tribuna de Acayucan