Julen Rementería y María del Rosario Guzmán Avilés se acomodaron para la diputación federal; Alito, Marko Cortés, Ricardo Anaya, Lilly Téllez, para el Senado
Timador nato, el PRIAN no tiene remedio. Usó a Xóchitl Gálvez, a la sociedad civil, a los arrepentidos, y se agandalló las candidaturas plurinominales.
Usó a la Fuerza Rosa, a los que marcharon por la defensa del INE, del INAI, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los que ofreció que incorporaría a los ciudadanos que debieran ir al Congreso de la Unión.
Usó a Xóchitl Gálvez cuando penaba por una figura que atrajera el voto, despertara al electorado, que llenara el vacío político, que enganchara con las masas por su origen indígena, con un pasado de pobreza, logrando estudiar, hacer carrera, triunfar profesionalmente, ser una empresaria exitosa, luchar por los pueblos indígenas y traer jodido, pero bien jodido, a López Obrador.
Usó a la sociedad civil que creyó en el embuste de que los partidos irían en segunda fila, que cederían espacios legislativos, lugares preferentes a la gente de bien en las listas plurinominales para acceder a la Cámara de Diputados y al Senado.
Lo que es dejarse embaucar.
Allá andaba Xóchitl haciendo mil peripecias, intentando acercarse en las encuestas, recibiendo golpes y porrazos del mugriento Noroña, el ojete de Mario Delgado, de la insípida Claudia Sheinbaum, y en corto, entre los drenajes, el PRIAN se apoderaba de las listas plurinominales.
La mafia del PRI reservó sus espacios para Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional, y Carolina Viggiano, secretaria general, que serán senadores por la vía pluri, sin buscar del voto, sin recorrer los pastos ni caminar en colonias
La mafia del PAN lleva a su militancia y a sus favoritas a la Cámara Alta. Ahí estarán Marko Cortés, pese a sus acuerdos de gángster con el PRI de Coahuila; Ricardo Anaya Cortés, quien lleva cinco años fuera de México por la persecución judicial de Andrés Manuel López Obrador; Mauricio Vila, el gobernador de Yucatán que se rinde a los pies del presidente, o Lilly Téllez, que de ser fan de López Obrador terminó deseándole la cárcel.
Y así en Veracruz.
Va por la vía segura, la pluri, el panista Julen Rementería del Puerto, encabezando la tercera circunscripción para la Cámara de Diputados, luego de su fracaso en la contienda interna por la candidatura al gobierno de Veracruz, que al final logró Pepe Yunes Zorrilla.
Va María del Rosario Guzmán Avilés, ex diputada local, hermana del ex dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, cacique de Tantoyuca donde con sus hermanos se rolan alcaldías y diputaciones, donde el PAN tiene el más abultado padrón de militantes, donde las elecciones internas se ganan por la buena o con fraude. Y casi siempre es con fraude.
Va la priista Lorena Piñón, secretaria general del PRI en Veracruz, intentando su reelección.
No se ve a la sociedad civil. Sólo los usaron y los olvidaron. Les dijeron que la sociedad estaría bien representada y terminó bien engañada. El embuste es burdo y descarado. Y Xóchitl, que no tiene voz ni voto, ni la voltean a ver, es incapaz de dar un manotazo y exigir que sean los ciudadanos sin partido los que encabecen las listas pluris.
Qué iluso es el PRIAN. Imagina que tras la burla el electorado irá el 2 de junio en tropel a las urnas a regalarles el voto, manteniendo a la pandilla zángana en el poder.
Bien dice Felipe Calderón: Alito, Marko y Zambrano “son un lastre para Xóchitl”.
Y Xóchitl, que se siente la divina xingona, no es para tirarles su candidatura y dejarlos que se maten solos.
El PRIAN, así, no merece ganar.
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