Medios sin crítica, alineados con el gobierno en turno; los Sánchez Macías, con la sombra del “suegro incómodo de Javier Duarte
El Heraldo de Poza Rica canceló su edición impresa.
Van hacia su extinción los medios duartistas que, en los hechos, no son medios de comunicación; son negocios. Son herramientas para succionar el erario. Son lo equivalente a un extractor. Exprimen al que les dejan exprimir, el billete público, dinero. Son acríticos, sin compromiso con la sociedad.
El de Coatzacoalcos es lo mismo. Nadie lo lee. Eso sí, son plagiarios. En sus inicios, ese fue su sello. La información de columnas políticas era revolcadas y la hacían aparecer como información propia.
La falta de ética de sus propietarios, los hermanos Sánchez Macías, es brutal. Son mercachifles de la noticia, de a tanto el teclazo. Pero no hay lectores. No forman opinión. Periodísticamente no existen.
Los Heraldos son tan ínfimos como sus supuestos dueños, sobre quienes sigue viva aún la sombra del “tío”, Jesús Antonio Macías Yazegey, el ex suegro incómodo de Javier Duarte, el goberladrón de Veracruz que purga una condena de nueve años en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México y aún varios procesos penales sin resolver.
Los Heraldos, periodísticamente, son un fantasma. El de Poza Rica seguirá en sitios de internet, ya sin el costoso proceso de producción tinta-papel. Y toda la cadena simulando que existen, sin lectores, sin línea crítica, sin influencia en la opinión pública.
Los Heraldos, para los Sánchez Macías, sirvieron para sangrar al erario de Veracruz y los municipios. Y nada más…
#archivomuerto