Halla Marlon el pozo de corrupción de Cuitláhuac, pero nunca halló el pozo de corrupción de Duarte

Cinco quincenas sin liquidar los salarios de dirigentes y empleados del PRI

Candil de la calle, podredumbre de su casa.

Qué aleccionador es oír las condenas de Marlon Ramírez a la corrupción. Miles de millones de pesos desviados en el gobierno de Cuitláhuac García. O la trama de los empleados que son contratistas, llámese Araly Rodríguez Vez. O los contratos millonarios a jóvenes beneficiarios de programas sociales que no rebasan los 20 años de edad.

Un pozo de estiércol en que se convirtió, entre otras, la Secretaría de Salud. Y 17 dependencias más saqueando a placer.

156 mil millones de pesos malversados en cinco años de gobierno. Los 40 ladrones del célebre Alí Babá debieron tomar un curso intensivo en la Cuarta Transformación. Sólo que…

Marlon Ramírez, líder aún del PRI en Veracruz, hace lo mismo, obviamente con menos millones de pesos, con los suyos. Cinco quincenas sin liquidarle a dirigentes y empleados del tricolor.

Como Cuitláhuac, destina las prebendas para su círculo cercano —Arianna, Kuri, Anilú— y sus corifeos.

Muy loable la expedición de Marlon al centro del drenaje, hallando casi mil 600 millones de pesos con tintes de corrupción. Muy audaz zambullirse en el mugrero de la Cuarta Putrefacción, siguiendo el rastro de las ratas, hallando el modus operandi y el modus robandi, documentando la uña inmensa del gobernador y su grupo delincuencial, la falsa honestidad, la profunda simulación.

Pero candil de la calle es oscuridad de su casa.

Marlon Ramírez nada dijo cuando vio hacer lo mismo a Javier Duarte, el pillastre que saqueó el gobierno de Veracruz.

Hubo empresas fantasma y Marlon calló.

Hubo robo de participaciones federales a municipios y Marlon calló.

Hubo una licuadora que concentró recursos federales para luego dispersarlos y no saberse su destino al tiempo que Javier Duarte presumía un yate, cuatro penthouse en Boca del Río, un rancho con cuadras de caballos en Valle de Bravo, y los testimonios de los cómplices, registrados en las pesquisas de la entonces Procuraduría General de la República dando cuenta del torrente de efectivo en empresas y firmas fantasma, en México y Estados Unidos, y Marlon ni se inmutó.

Candil de la calle, putrefacción del PRI… 

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