Alito se decanta por Adolfo Ramírez Arana y hay presagio de renuncia masiva en el PRI.
Dicta la línea por un duartista de ambición sin límite, que saltó de la medianía a la opulencia, el que dejó la alcaldía de Paso de Ovejas por irse a la diputación y abonó en el terreno para que su esposa Rosa Elena Valdés ganara la presidencia municipal en el siguiente período.
Ramírez Arana ya fue líder del Frente Juvenil Revolucionario y hoy es líder del sector popular del PRI en Veracruz.
Su fama —mala fama— se finca en esa magia para acumular fortuna en unos cuantos años, saltar de un cargo a otro, heredarle espacios políticos a su esposa y, sobre todo, ser un clon de Javier Duarte, el ex gobernador que por ladrón terminó procesado y condenado a purgar una sentencia de nueve años en el Reclusorio Norte.
Eso es lo que representa Ramírez Arana y eso es lo que Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas quiere para el PRI en Veracruz.
El relevo generacional le vale. Su duartismo, no importa. Que se desgrane el PRI, renuncien los cuadros operativos, se extingan las estructuras.
Cumple “Alito” Moreno con el plan obradorista, acabando con lo que queda del otrora poderoso partido tricolor.
Si en Hidalgo se dio la historia renuncia de toda la bancada priista en el Congreso del estado y de la dirigencia estatal, en Veracruz el éxodo llevará al PRI a la pérdida del registro, mientras la militancia encuentra cabida en el PAN, PRD o Movimiento Ciudadano…