* La venganza es crimen y quien la ejerce, criminal * “Culín”, usado para la revancha * Orilla Duarte a Maryjose al suicidio * No hay más, Anaya al PRI * Sea con bono o sin él, el cabildo se rebela * Funcionario que llama “panzón” al gober * Zavaleta deja Regulación Sanitaria * El pasado de un duartista: atropelló, mató a un peatón… y lo encubrieron
Dice Juan Villoro en Efectos Personales: la venganza es crimen. Tiene razón. Y si se hace desde el poder, es peor. Véase a Javier Duarte, evidente la obsesión, desatada su ira contra la periodista Maryjose Gamboa Torales hasta remitirla al penal de Tuxpan, a territorio Zeta, al alcance de los amigos del gobernador y su pandilla.
Duarte riñe con la sensatez. O quizá no la tiene. Se confronta con la prudencia, a la que es repulsivo. Supone que ser gobernador es ser monarca y esa condición, la ley usada para saciar sus apetitos de revancha, le da derecho a movilizar el aparato judicial para criminalizar a sus enemigos.
No reflexiona el gobernador de Veracruz en los alcances de su mayor problema: gobernar con las vísceras, el hígado emitiendo impulsos, sustituyendo las funciones cerebrales, irreflexivo su actuar, incapaz de advertir los efectos de su decisión. Gobierna la tripa y por eso Veracruz está hecho un caos.
Protagoniza un espectáculo público desde que decidió sumergir a Maryjose Gamboa en el infierno de una cárcel por un hecho fatal, la muerte de José Luis Burela López, por un atropellamiento, la madrugada del 12 de julio, en el bulevar Miguel Alemán, en Boca del Río.
Maryjose no rehuyó su responsabilidad. Fue un atropellamiento. Burela cruzó la avenida. No usó el puente peatonal que tenía a escasos metros. Otro vehículo pudo esquivarlo, pero la columnista de Notiver no. Ahí permaneció Maryjose Gamboa y dio aviso a las autoridades. Si hubiera estado ebria, como sostiene el gobierno de Javier Duarte, habría huido. Pero no lo hizo y ahí se quedó.
Hay homicidio imprudencial y eso nadie lo niega. Lo que queda por saber es qué tanta responsabilidad tiene Maryjose Gamboa y qué tanta la tuvo José Luis Burela; saber si ella manejaba con exceso de velocidad, con temeridad, sin respetar las reglas, y si él provocó el accidente al cruzar imprudentemente.
Maryjose Gamboa dio negativo en el análisis de consumo de alcohol que le practicó Tránsito de Boca del Río. Ahí inició el debate. La periodista es directora del Instituto Municipal de la Mujer, al lado de Miguel Ángel Yunes Márquez, el alcalde de Boca, hijo de Miguel Ángel Yunes Linares, enemigo acérrimo de Javier Duarte y, sobre todo, del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Politizado el caso, la ira de Duarte es demencial. Quiere a la yunista tras las rejas para pegarle a Yunes. La Procuraduría de Veracruz desconoce el examen practicado por Tránsito de Boca del Río. Para el procurador Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, Maryjose Gamboa iba ebria. No tiene cómo sustentarlo pero ese es su clavo ardiente. Dice que si hubiera permitido que le practicaran el análisis sanguíneo, hoy estaría libre.
“Culín” es, además de metrosexual, falaz. Sabe que en manos de una Procuraduría corrupta, sometida a lo que diga un enfermo llamado Javier Duarte, el resultado habría sido positivo, así tuviera que falsearse el resultado.
“Culín” es implacable. Viene perdiendo la batalla mediática. Maryjose Gamboa está en todos los escenarios, en los portales de las organizaciones defensoras de los derechos de los periodistas, de aquellos que señalan que una de las tretas de los políticos para reprimir a sus críticos, es criminalizarlos. Está en las marchas de las organizaciones sociales. Está en el ánimo de la sociedad.
“Proculín”, como también le llaman, usa un accidente para retenerla en la cárcel. Un juicio por homicidio imprudencial se puede enfrentar en libertad, bajo fianza, lejos del infierno de la cárcel, donde se convive con tipos peligrosos, vinculados al narco, asesinos, violadores. Pero Bravo Contreras dice que hay agravantes, que Maryjose conducía ebria, aunque no lo haya podido probar, y que manejaba a velocidad inmoderada.
No ve “Proculín” Bravo Contreras que el caso Maryjose es una bomba de tiempo, como bien apunta el columnista Aurelio Contreras, en Sociedad3.0. Es la presa política del gobernador, refiere, categórico, Aurelio. Y peor, la encarcelan para silenciarla pero no la han podido callar. Ahí está el detonante de un sexenio que se ha distinguido por comprar a un sector e la prensa, los aplaudidores a sueldo, los chayoteros que disfrazan el embute con “convenios de publicidad”. Y a los que no puede amordazarlos, les inventa crímenes. Reporteros Sin Fronteras tiene un apartado para esta clase de mal llamados gobernantes.
Maryjose ejerce su derecho desde prisión. Relata las deplorables condiciones en que la tiene Javier Duarte, el hábitat de la indignidad que son las cárceles veracruzanas. Y un video circulado en las redes sociales terminó por demostrar que el encarcelamiento es venganza. Y ahí se agravó todo.
“Levántate perra”, fue la voz que arrebató de su sueño a Maryjose. Era la orden del policía que en la madrugada del 16 de agosto, junto con otros cuatro custodios, la sacó del penal de Playa Linda. Les decía ella que tenía un amparo a su favor para evitar el traslado. Rieron y uno de los malvivientes con uniforme hizo añicos el documento, evidente la burla duartista al Poder Judicial Federal. “¡Aquí lo único que vale es la ley del Gobernador!”, respondió.
No le dieron tiempo a nada. Esposada la sacaron y la condujeron a Tuxpan, a un penal infestado de Zetas y Golfos, dos bandas criminales que operan en el narco. Maryjose Gamboa lo escribió y su denuncia describe la perversidad del gobernador de Veracruz.
“Me desnudaron —relata— para hacerme un examen médico en el que no quisieron señalar las lesiones que me causaron durante el traslado. Dijeron que yo me las había hecho. ¡Mira pendeja como estás por meterte con nuestro Gobernador! me dijo el primer individuo que entró a la mazmorra. Te traigo un mensaje, más vale que escuches bien, es de parte del Gobernador, del Procurador y de Beto Silva que es el que manda aquí en Tuxpan: ‘si le bajas a tus agresiones te vas pronto, si no, te quedas aquí unos años’. Si no le bajas te vamos a echar con la perrada. Aquí están muchos Zetas, hombres y mujeres y no respondemos por ti.
“Debo confesar que me dio pavor. Nunca imaginé vivir una situación así. No lo merezco, no le he hecho mal a nadie de forma intencional. Atropellé a un joven accidentalmente, no quise lastimarlo ¡Por favor hagan algo por mí! Estoy en manos de gente loca, son capaces de lastimarme más o incluso de atentar en mi contra. Mi vida está en manos de Javier Duarte, de Luis Ángel Bravo y de Bermúdez. Si algo me pasa ellos son los culpables. ¡No pienso suicidarme! Tengo una hija por la que ver, mi padre está enfermo y me necesita, mi madre y mis hermanos viven también un infierno”.
Duarte es el enfermo. Usa su poder para criminalizar a sus críticos. Culín es su operador judicial. Le sirve el aparato de justicia para habilitar los penales como centro de tortura psicológica, los jueces y los magistrados a sus pies, con decisiones cómplices.
Alberto Silva es quien manda en Tuxpan. Ex alcalde, criminal la deuda que heredó, el hoy vocero de Javier Duarte, célebre por su selfies culines y su nuevo apodo, “La Delfina”, es quien dice a quién lo envían “con la perrada”, los Zetas, amigos suyos, amigos de su hermano, el que operaba para Pancho Colorado, su administrador. ¿Sabrá Peña Nieto con quiénes se juntan los duartistas?
¿Para qué remite el gobernador a la columnista de Notiver a Tuxpan, a la frontera con Tamaulipas, a territorio Zeta? ¿Para doblegarla? ¿Para ser violada, ultrajada, amedrentada, asesinada? ¿O para obligarla al suicidio y convertirla en una periodista más muerta en el sexenio duartista, la número 11? ¿O asesinarla y simular un suicidio?
La venganza es crimen, dice Villoro. La venganza contra Maryjose Gamboa lo es. Duarte quiere saciar su revancha. Usa el poder, lo pervierte, manipula a la policía, a “Culín” Bravo Contreras, a los jueces, al Tribunal Superior de Justicia, la Tremenda y Vergonzosa Corte, a los Zetas en el penal de Tuxpan. ¿Lo sabrá el Presidente Peña o Videgaray?
La venganza es crimen y quien la ejerce es un criminal.
Archivo muerto
Defenestrado, combatido, vilipendiado, Luis Rafael Anaya Mortera será, pese al lodo amigo, el nuevo presidente del PRI en Coatzacoalcos. Combatido con todo y por todos, dejó en el camino a enemigos y detractores, la insidia y el canto de los hipócritas. Hará dos días, el sábado 23, se amarraron los priístas y cuadraron lo que será la dirigencia del comité municipal, contentos con su tajada del pastel. Rafael Anaya sirve al marcelismo y es hechura de Carlos Brito y Marcelo Montiel, socio de éste en Olmeca TV y en Notisur, obvio vía prestanombres. Tesorero municipal dos veces, la primera con Juan Osorio, entre 1979 y 1982, y la segunda con Montiel, entre 2008 y 2010. Le tocó pasar de la sindicatura a la alcaldía en 2004, cuando Marcelo se fue a contender por la diputación local. Tres años desconectado de la política, dedicado a sus negocios millonarios, la representación de Peñafiel y sus asuntos gasolineros, vuelve para hacerse del control del PRI. ¿Qué implicaciones tiene? Asegura el marcelismo la candidatura a la diputación federal en el distrito de Coatzacoalcos, el control del partido, de los seccionales, la operación en colonias, sin riesgo de fisuras, sin fuego amigo. Y algo más… Por un bono o sin él, como sea, el rompimiento de la mitad del cabildo con el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol evidencia falta de control político, fallidas las acciones de los operadores. Así le ocurrió a Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”—. A expensas del cabildo, la mayoría en contra, fue denunciado ante el Congreso, ante el ORFIS, ante la Secretaría de Gobierno, saboteado su segundo informe de actividades, sin validez el que rindió por no haber quórum legal y por lo tanto, inexistente la sesión solemne de cabildo. Algo pasa hoy. Como aquí, en INFORME ROJO, se expuso el 4 de agosto, el cabildo de Coatzacoalcos se había partido; ocho ediles en pugna, fuera de control, retadores, agraviados porque se les ignoraba y de paso, se filtraban datos que aparecían en la prensa para vapulearlos, fuego amigo y golpes con el sello del marcelismo. A Theurel, apuntamos, le ocurrió al año; a Caballero le sucede a los ocho meses. Pudiera ser por un bono, por canonjías, por negocios, por lo que sea pero es una evidente falta de control del cabildo. Este jueves, a la reinauguración del Centro de Rehabilitación Integral de Coatzacoalcos sólo acudieron los ediles maiceados. Todo un espectáculo frente a la primera dama de Veracruz, Karime Macías Tubilla… ¿Quién es ese funcionario de CMAS que le llama “panzón” a un gobernador de nombre Javier Duarte, en un franco alarde de soberbia? No es menor el asunto. Exhibe cómo se degrada la investidura del señor de palacio, cómo se le ridiculiza, cómo se juega con su problema de sobrepeso. “Panzón” le llama porque dice que se lleva hasta de a mentadas de madre. Grueso… Los días contados para Víctor Zavaleta en la Dirección de Regulación de la Jurisdicción Sanitaria XI. El cambio es inminente, concertado el relevo, al que irá a parar una integrante del marcelismo, actual funcionaria municipal. Ocurre cuando muchos sienten a Víctor Zavaleta alejado de Marcelo Montiel, y cuando en Xalapa ya tomaron una decisión inapelable… ¿Sabíase en el círculo duartista que en sus días de estudiante, al calor de las copas, uno de sus hoy preclaros miembros atropelló y mató a un peatón, y con marcada impunidad expresó que “el primero es el más difícil”, los demás qué vengan? Parecido al caso de la periodista Maryjose Gamboa, sólo que ella no iba ebria y el hoy duartista sí. Lo salvó su familia, adinerada, políticamente bien agarrada, que después también lloraría un crimen. Veinte años después este insecto matón será representante popular…
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