Coatzacoalcos, Ver.- Tres individuos, presuntamente vinculados al “levantón” que sufriera el periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, fueron detenidos para efecto de investigación, revelaron fuentes extraoficiales.
Una de ellas sería Teresa de Jesús Hernández Cruz, propietaria del bar El Mamey, con quien el reportero de Notisur, Liberal del Sur y La Red, habría tenido un conflicto por la publicación de una nota en la que afirmaba que en esa negociación se hallaba un par de migrantes indocumentados.
Según fuentes policíacas y despachos de prensa en internet, uno de los cuales es terra.com.mx, el levantón de Gregorio Jiménez de la Cruz habría obedecido a una venganza de parte de la dueña del bar —anteriormente se dijo que se trataba de un restaurant—, y que incluso llegaron a los golpes y posteriormente a las amenazas de la mujer contra el periodista.
De acuerdo con una versión revelada a mussiocardenas.com, la detención de las tres personas habría ocurrido el mismo día del plagio, el miércoles 5, pero se mantuvo en completo sigilo.
“Las investigaciones señalan que Teresa de Jesús Hernández podría estar vinculada a delincuentes, quienes le habrían ayudado con una represalia contra Gregorio Jiménez por la pelea ocurrida hace algunas semanas”, dice el despacho de terra.com.mx.
En Notisur, uno de los periódicos en que Gregorio Jiménez de la Cruz labora en el área de nota policíaca, se refieren las palabras que le habría expresado la propietaria del bar El Mamey: “No sabes con quien te metes”. Y le advirtió que le enviaría gente “para ajustar cuentas”.
En el portal mussiocardenas.com se difundió ayer que una de las amenazas decía categóricamente: “Te vas a acordar de mí”, y que eso sucedió hace dos meses, cuando Gregorio Jiménez descubrió que en el bar tenían privados de su libertad a dos migrantes indocumentados.
Gregorio Jiménez de la Cruz fue levantado el miércoles a las 7:30 de la mañana, después que había dejado a su hija en la escuela. Al retornar a su domicilio, a bordo de un vehículo Atos, una camioneta se le cerró bruscamente, pero la pudo esquivar.
Llegó a su domicilio. Apenas se había introducido en él, cinco individuos preguntaron por “el fotógrafo”. Los encaró. Le dijeron que no se hiciera, que ya se lo había cargado la…”. Pidió que no se metieran con su familia. Lo inmovilizaron. Supuestamente lo esposaron y subieron a la camioneta lujosa color gris con franjas negras. Después ya no se supo nada de él.