* La faramalla de la caseta de peaje * Un oso, negar robo de equipo para el concierto de Luis Miguel * Y nada contra la banda de Cuitláhuac y Cazarín * Bahena, un duartista en el Congreso * Eusebia ya anda en campaña * Raciel, Jesús y Samuel, los tres bueyes vagos * Karla Rosas y sus viajes a Europa
Al quinto día, Rocío Nahle comenzó a desvariar. Ni una semana y ya hizo el balance: una caseta de peaje clausurada, y promesas y reuniones. Y una metida de pata con el robo al equipo para el concierto de Luis Miguel.
Al quinto día, se puso a hablar en modo Peje, una conferencia de prensa donde se profieren sandeces y se oculta lo crucial, o se tuerce la verdad y se exaltan los embustes, el tabernáculo de la falacia y de los egos demenciales.
La za-ca-te-ca-na convocó a la prensa y la prensa la escuchó. La vio pavonearse con una charada de antología, la clausura de la caseta de peaje del puente Coatzacoalcos I, una oda al oportunismo pues desde agosto, hace casi cuatro meses, el ex gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, debió darle fondo. Pero no lo hizo.
Nahle, como el Peje, se montó en algo sin mérito. O sea, hizo un montaje. Nahle obedece a su lógica, que suele ser por demás ilógica. Si en campaña prometió que cancelaría el cobro del peaje, entonces Cuitláhuac debía hacerse güey y dejar que la nativa de Río Grande, Zacatecas, armara el show.
“El puente está en manos del estado –señaló–. Lo hicimos bastante bien, se pudo llevar a cabo, no se debe nada. Esa caseta no sé cuántas veces sirvió de aval para créditos y créditos millonarios. Se pagaron todos los créditos, está en saldo.
“Desde noviembre del 22 se había liquidado el último crédito con Banobras, estaban la condiciones dadas y eso va a ser muy bueno para el proyecto del Interoceánico. Ahí son dos polos de desarrollo que ya están y que era necesario quitar ese obstáculo para que pueda crecer esta zona industrial tan importante que tiene Veracruz en el sur del estado”.
¿La caseta de peaje era un obstáculo para hacer crecer la zona industrial?
Las zarandajas de la química metida a gobernadora son botana pura. La caseta de peaje es un obstáculo sólo para habitantes de Nanchital, Ixhuatlán del Sureste, Moloacán, Agua Dulce y Las Choapas que a diario deben transportarse para acudir a sus centros de trabajo y escuelas en Coatzacoalcos.
Un periodista, Roberto Sosa, le puso los puntos sobre las íes al cuento de la clausura de la caseta de peaje.
“El retiro de la caseta de peaje estaba contemplado para el 26 de agosto del 2024, pero extrañamente le dieron cuatro meses de gracia e ingresos a la concesionaria, con la finalidad de hacer creer que el retiro de la caseta de peaje era el primer logro de la gobernadora Rocío Nahle García”.
O sea, embustera, maniobrera y oportunista.
Su primer acto de gobierno es paja. La genialidad la aderezó con más verbo que sustancia. Que si atenderá las carreteras del norte de Veracruz. Que si la peor es la Pánuco-Tantoyuca y Tantoyuca-Tuxpan. Que si la presidentA Claudia Sheinbaum le meterá recurso federal. Y luego algo majestuoso: retirar los topes de la carretera en Tamarindo.
Lo intangible es prioritario en la agenda de Rocío Nahle. Lo banal es supremo.
El balance de los “primeros cinco días de gobierno” no aludió a la corrupción de Cuitláhuac y sus secuaces; a las empresas fantasma; a los contratos a allegados a quienes se apoderaron del gobierno; a la deuda oculta contratada por el ex titular de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco; a la renuncia a continuar en el cargo, botándole la oferta a Nahle a dos días de tomar posesión.
La za-ca-te-ca-na inicia con el pie izquierdo. Roban un camión con equipo y piso para el concierto del cantante Luis Miguel, en el puerto de Veracruz, y sus voceros salen a desmentir, voceros oficiales y periodistas que aplauden sin investigar. Pero el hecho sí ocurrió.
Rugen en las redes sociales sus fans. Acusan que es una campaña perversa contra Veracruz, como si la za-ca-te-ca-na y su gobierno fueran Veracruz entero. Sentencian que si la campaña cunde y daña, habrá consecuencias. Invocan a Javier Duarte, quien por un comentario en redes que provocó reacciones inesperadas, llevó a la cárcel a Maruchi Bravo Pagola, ya fallecida, y a Gilberto Martínez, usuario de redes, detonando la condena general.
Un día después, la empresa propietaria del tráiler robado, Piso Modular y Escenarios de México (Pisomex), desmintió al gobierno de Veracruz y a la propia gobernadora. El robo sí existió. Se llevaron el piso que se coloca para evitar que el pasto del estadio donde se realizó el espectáculo –estadio Beto Ávila– se dañara.
Respirando por la herida, Rocío Nahle admitió el error, pero instruyó a la Fiscalía a que investigue cómo subsanó la empresa el tema del piso modular y el posible daño al césped. O sea, hay que joderlos porque se atrevieron a desmentir.
Nahle desvaría. Su primer acto de gobierno –clausura de una caseta de peaje cuya concesión ya había fenecido– es una faramalla de la talla de la inauguración de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, que ella “construyó” pero que 29 meses después no refina la gasolina que requiere el parque vehicular nacional,.
El segundo tropezón es una pincelada de lo que está por venir: en las primeras horas de gobierno el equipo técnico del cantante Luis Miguel sufre un robo que se intentó negar.
Al quinto día ya pintan las burradas guindas, el sello del narcisismo, la obsesión por figurar cuando que está más hueca que una esfera de Navidad.
Al quinto día, la za-ca-te-ca-na no apunta hacia la corrupción de Cuitláhuac, ni los crímenes de Eric Cisneros, ni las raterías de Gómez Cazarín. Al Bola 8 no lo pela y a los otros les sonríe y hasta les alza la mano. Los cómplices así son.
Menos de una semana y ya metió la pata dos veces. Y lo que está por venir.
METADATO
De plácemes, Rocío Nahle mantiene al duartista número uno del Congreso de Veracruz. Domingo Bahena Corbalá hila su tercer período en la Secretaría General del Poder Legislativo. Viene del Partido Acción Nacional. Fue opositor, alcalde y diputado local. Lo cooptó el ex goberladrón Javier Duarte de Ochoa cuando el PRI requería maromeros de su calaña. Y al llegar Morena, se integró al chairopoder. Previo a su ratificación, hubo una declaración punzante del líder de la Junta de Coordinación Política, Esteban Bautista Hernández. “Va a entrar un equipo profesional que va auditar todas las áreas, porque así debe ser. Debo saber qué estoy recibiendo y en qué sentido están las cosas”. Y el Congreso se agitó. Se filtraron las transas del ex líder saliente, Juan Javier Gómez Cazarín, el espionaje, las cámaras, micrófonos y aparatos GPS, las listas de achichincles con salarios descomunales, auxiliares de diputados con sueldo de 70 mil pesos al mes. Y llegó la revuelta, el ataque, la insurrección de diputados morenistas contra Esteban Bautista, instando a deponerlo, como si la gobernadora Rocío Nahle, quien le otorgó su confianza, estuviera pintada y jodida. Usaron la bajeza y el anonimato, el racismo y el clasismo. Pero una vez ratificado Domingo Bahena, el río volvió a su nivel. El duartista de Rocío Nahle garantiza impunidad… Eusebia, la desbocada, ya inició su campaña a la alcaldía. No asume bien la subsecretaría de Desarrollo Regional cuando ya se dispara. Difunde un video expresando que está para servir a Coatzacoalcos. Tapizan los puentes peatonales de la ciudad con mantas en que se le felicita –o se autofelicita– por su cumpleaños. Y su banda echa las campanas al vuelo. Muy legítima su aspiración de ser alcaldesa, no tiene pies ni cabeza. Eusebia no es Miguel Pintos Guillén, amigo de Pepe Peña Peña, marido de la gobernadora za-ca-te-ca-na de Veracruz, Rocío Nahle, viejo camarada de la zona industrial de Coatzacoalcos. Eusebia no es Maggy Santopietro, a quien de la noche a la mañana Nahle proyectó por encima de otras comadres políticas. Eusebia no es Pedro Miguel Rosaldo García, subsecretario de Egresos en la Sefiplan, el plan B de la gobernadora para la presidencia municipal, él sí nativo de Coatza, él si veracruzano, no como la za-ca-te-ca-na, miembro de una de las familias más respetadas y apreciadas, los Rosaldo. Eusebia Cortés ya tiene su premio, una subsecretaría, pero cuando se acercó a Eric Cisneros Burgos, el ex secretario de Gobierno de Cuitláhuac García, su destinó se selló… Raciel, Jesús y Samuel no son los Tres Reyes Magos, son los tres bueyes vagos. Son el poder tras el trono en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Uno, Raciel, hijo del alcalde Amado Cruz Malpica; otro, Jesús Martínez, el ex suplente de Amado cuando fue diputado local, y Samuel Ordaz, el amigo de Raciel y Amado, a quien se le cuadran todos, del que reciben regaño y manotazo, el que cobra 85 mil pesos a trasmano y que recibía cheque confidencial por concepto de “gratificación” cuando era secretario del Ayuntamiento, según consta en la póliza de cheques que yace en un voluminoso expediente que algún día podría ser judicial. Los tres bueyes vagos son la última palabra; Amado es la penúltima. El dossier detalla tropelías y agandalles, negocios extra alcaldía, metidas de mano en un premio a un diseñador fantasma que plagió un logo para conmemorar los 100 de la fundación de la Villa del Espíritu Santo, que no es el antecedente del Coatzacoalcos actual. Raciel, Chuchín y Samuel, los tres bueyes vagos, tienen un año más para hacer de las suyas. Luego habrán de buscar en qué escondite se van a meter… Karla Rosas Mora va a extrañar sus escapadas a Europa. Rocío Nahle la convirtió en directora de Atención de Grupos Vulnerables del DIF estatal. La hija de Esmeralda Mora Zamudio, tormentosa alcaldesa de Nanchital, solía dejar tirado el DIF municipal. Viajaba a Colombia y subía sus fotos a Facebook. Visitaba París y dejaba constancia en las redes sociales. Y en DIF de Nanchital al garete. Aún no se esclarece si pagaba los viajes con recursos propios o no, pero ese no es el punto. Tenía un cargo público y lo abandonaba. Y eso, más que irresponsabilidad, es infracción a la ley. Y amerita sanción. Sin mayor mérito –porque nunca ha sido nada en la vida pública–, la gober Nahle la designó como directora de Atención de Grupos Vulnerables del DIF. A ver cuánto aguanta antes de colmar sus sueños de viajera empedernida…
Foto: Gobierno de Veracruz