* Nahle y Patricia Lobeira, cordialidad simulada * Si deja pasar a los Yunes, la van a reventar * El eje Adán Augusto- Gutierritos-Miyuli operando * Priista Ricárdez Chong sume en el atraso a Moloacán * Purga en el PVEM de Coatza, después de la elección * Director del DIF y los vicios de juego de su jefa
Rocío Nahle puede sonreirle a Patricia Lobeira, pero sólo finge. Sabe que si deja pasar al Clan Yunes, si los consiente, si los tolera, le arrebatarán Morena y Adán Augusto López Hernández comenzará a gobernar Veracruz.
Puede darle un abrazo, congeniar, estrecharle la mano, prodigarle un beso, pero no es más que protocolo, parafernalia, show. La ira de Nahle pronto se va a conocer.
Coinciden en la ceremonia del CXCIX Aniversario de la Consolidación de la Independencia en la Mar, el sábado 23. Y un saludo sirve al yunismo para vociferar que han recibido el perdón.
Unos instantes, unas palabras, y ya. Y mientras la gobernadora electa no hace mención alguna, no fuma a Patricia Lobeira de Yunes, la alcaldesa panista de Veracruz hace de las imágenes el tema central.
Rocío Nahle sube a su cuenta de Facebook un mensaje parco, casi lacónico:
“Esta mañana, junto al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, conmemoramos el CXCIX Aniversario de la Consolidación de la Independencia en la Mar, honrando a nuestras fuerzas armadas. Agradecemos su valentía y dedicación en la defensa de la soberanía de México”.
Ni una alusión a la esposa de Miguel Ángel Yunes Márquez y nuera del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, los demonios de la zacatecana en la campaña electoral.
Patricia Lobeira centra su mensaje en el trato sublime de Rocío Nahle:
“Me dio mucho gusto coincidir con el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y con la Gobernadora electa Rocío Nahle; aproveché la oportunidad para refrendar mi compromiso de trabajar en conjunto en beneficio de nuestra ciudad y de todos sus habitantes”.
De 17 fotografías, en nueve aparecen Lobeira de Yunes y la morenista Rocío Nahle. Dialogan, sonríen, se abrazan, se dan la mano, Nahle la estrecha, vuelven a sonreír. Y siguen sonriendo. Y la mejor, la del beso de JudasYunes.
“Son amiguis”, cabecea la nota un día después el diario Notiver. Otros portales en internet propalan que el pasado quedó atrás. O sea, el agravio, lo que Rocío Nahle llamó “campaña sucia”, la exhibición de sus trapos, la inquina de los Yunes azules exhibiendo el enriquecimiento ilícito pero muy explicable, la felpa al yerno en ciernes, Fernando Bilbao, y hasta las cuitas de Pepe Peña, marido de la gobernadora electa, el conecte de mañas non sanctas para los grandes contratos, el nuevo Duarte en el gobierno de Veracruz.
No es el encuentro de dos proyectos. Es el encuentro de un fracaso y un triunfo. Patricia Lobeira mostrada como punto de conciliación con Nahle luego de la derrota y persecución político-judicial, y Nahle, obsesionada con hacer pagar a quienes la denostaron en campaña, herida pero ganadora de la elección.
Suponer que Rocío Nahle ya olvidó, es de ilusos.
Imaginar que Nahle ya perdonó, es demencial.
Los Yunes del estero –papá Yunes, Chiquiyunes, Fernando– son la némesis de la gobernadora electa, emanada de Morena. Fueron su azote, el cerebro que atizó la denostación, los autores del guión que dio nota nacional evidenciando las debilidades de Rocío Nahle, tocando al esposo, a las hijas, al yerno.
“La zacatecana”, solía repetir en campaña Miguel Ángel Yunes Márquez, esposo de Patricia Lobeira.
“La zacatecana”, le decía, restregándole su condición de fuereña, y hasta ratera la llamó.
“Nos quieren ver la cara a los veracruzanos –dijo Chiquiyunes el 26 de mayo– mandándonos a una zacatecana para gobernarnos. Esa señora no es de Coatzacoalcos y no ha hecho más que robar y hacer las cosas mal”.
Y puyó:
“Esta Cuarta Transformación no ha sido más que mentiras y promesas incumplidas a la gente del sur. Qué triste ver a un Coatzacoalcos perdido y olvidado, sumido en la violencia y la falta de empleo”.
Rocío Nahle sonríe pero no olvida. Abraza pero no perdona. Finge que el pasado quedó atrás cuando el pasado es su motor.
Los Yunes burlaron a la justicia, apalancados por Adán (Patán) Augusto López Hernández, líder del Senado. Vendieron el voto que dio paso a la reforma judicial. Traicionaron a su partido, Acción Nacional, al yunismo veracruzano. A cambio, obtuvieron impunidad, órdenes de aprehensión canceladas, desechar la solicitud de extradición a México si a Chiquiyunes se le hubiera detenido en Estados Unidos.
Y terminaron sirviendo al obradorismo a cambio de poder en Veracruz… a contrapelo de Rocío Nahle.
Son ya la cabeza de playa de Adán Augusto en Veracruz. Echados del PAN, así vayan a los tribunales y tumben la expulsión, su lugar está en Morena, junto al líder del Senado y operador de Andrés Manuel López Obrador.
Son, por extensión, los nuevos aliados del diputado Sergio Gutiérrez Luna, pieza clave de Adán Augusto López Hernández para sabotear y destroncar el poder de Rocío Nahle en Veracruz.
Nahle sabe que dar paso a los Yunes en Morena es entregar la plaza, arriar las velas, ceder el mando, reventar en una consulta por revocación de mandato y endosar el poder.
Sabe que el error del panismo veracruzano fue abrirle la puerta a los Yunes del estero, en 2004. Una vez adentro, desplazaron a los doctrinarios, a la vieja guardia, arrebataron candidaturas, diputaciones, la alcaldía de Boca del Río para Chiquiyunes, la alcaldía de Veracruz para Fernando y Patricia Lobeira de Yunes, y la senaduría.
Si Nahle les abre la puerta, el que terminará gobernando, a trasmano, será Adán Augusto.
Los abrazos de Patricia Lobeira, la sonrisa, el apretón de manos, es show.
Y el beso de JudasYunes es eso, el beso del traidor.
METADATO
Cuando Miguel Ángel Yunes supo quién construía el Hospital Materno Infantil de Coatzacoalcos, mejor se frenó. Muy sacalepunta, siendo gobernador de Veracruz, intentó rescindir el contrato, derivado del atraso en las obras de construcción por falta de pago durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa. Le llegó el informe. En la operación se mencionaba a un familiar de un periodista. Al escuchar el nombre, un tal Joaquín López Dóriga, el entonces gobernador indicó que mejor había que asignar fondos y que el contratista cumpliera el encargo. La anécdota la cuentan los allegados, muy allegados, a Javier Duarte… Purga en el Partido Verde después de la elección municipal. Una vez que el obradorismo lleve a Miguel Pintos Guillén o Eusebia Cortés a la alcaldía de Coatzacoalcos, soplarán vientos nuevos en el PVEM. Viene un cambio de rumbo, o de aliados. O se irán los aliados cuyos votos ya no definen una elección. Y si ya no definen una elección son reemplazables, como el fusible fundido que hay que retirar. El Partido Verde, hoy en manos del ex alcalde Joaquín Caballero Rosiñol y su corte, tendrá nueva dirigencia. Así se decidió en Boca del Río, en el rediseño del poder en Veracruz. Con la elección municipal de 2025 los pactos llegan a su fin… Omar Ricárdez Chong es, políticamente, un inútil. No se compara con Vicky Rasgado, la extinta alcaldesa. Vicky cohesionó a Morena, a los grupos anti PRIAN, a una buena parte de los petroleros, y así logró ser presidenta municipal de Moloacán. Su muerte prematura, víctima de Covid, alteró el escenario. Su grupo se dividió y colapsó. Lenis Domínguez Ramos arrebató la candidatura a la presidencia municipal y los afines a Vicky Rasgado optaron por irse a Fuerza por México. El resultado fue la derrota de Morena y la victoria del PRIANRD, el regreso de Ricárdez Chong y la maldición de Moloacán. Vicioso del poder, suponiendo que Moloacán es la Sección 16 del sindicato petrolero, de la que es sempiterno líder, Omar Ricárdez Chong gobierna para sus adentros, y para sus intereses, y para su familia, y para sus amigos. Moloacán no evoluciona. No se desarrolla. Es un municipio pequeño del sur de Veracruz, condenado a seguir en el atraso. Parafraseando a García Márquez, vive Cien Años de Soledad. Ricárdez Chong abona así a la derrota del PRI en la elección municipal de 2025. Al PRI le queda poco y lo va a perder… ¿Quién es ese director de un DIF veracruzano, harto de recibir llamadas instándolo a depositar fuertes sumas de dinero para aliviar la ludopatía de su jefa, una auténtica adicta al juego, cliente consentida en casinos de Villahermosa, Ciudad de México, Xalapa? Lo complicado es cubrir los faltantes, el desvío de recursos públicos. Lo escandaloso es que hay evidencia documentada de las transferencias…
Fotos: Del Facebook de Patricia Lobeira