* Yunes Márquez con Alianza Generacional * Miguel Ángel es un enfermo sexual, dijo Héctor * “Tú estás condenado por escupir tu apellido”, respondió MAYL * Héctor se mordió un güevo y se rindió * Amado, el austero, dilapida el erario * Xóchitl, entre el masoquismo y la amnesia * A Carmen Medel ahora sí se le botó
Fundido en un abrazo, Chiquiyunes olvida que Héctor Yunes, su tío, llamó pederasta a su padre, el ex gobernador. Le dijo “enfermo sexual”. Y violador. Y de quien habría que cuidar a los niños. Fingiendo amnesia, el poder sabe mejor.
Un apretón de manos. Una sonrisa. Un abrazo. Y Miguel Ángel Yunes Márquez esconde bajo la alfombra el agravio a su padre, a su madre y a todo el clan.
Se ve cómodo. Se ve relajado. Se siente en casa, así el anfitrión sea Héctor Yunes Landa, primo de su padre, con el que se disputó no sólo la gubernatura de Veracruz sino los amores y los afectos familiares.
Chiquiyunes entre priistas, los ilustres, la banda de Héctor, agrupados en Alianza Generacional, que ese domingo 3, cuando diciembre apenas comienza, se decanta ya hacia Pepe Yunes Zorrilla, la propuesta del PRI para el Frente Amplio o Fuerza y Corazón, como habrá de registrarse ante el órgano electoral, en la guerra electoral que definirá el gobierno de Veracruz.
Con Pepe Yunes, los Yunes azules, los panistas, los del Estero, no tienen conflicto. Chiquiyunes acudió a fortalecerlo. Y con él la senadora Indira Rosales San Román y el diputado local Miguel Hermida Copado, de la misma cuadra política.
Hacía de cuenta, simulaba, que con el tío Héctor nada ocurrió… Pero sí ocurrió.
Seis años atrás, tensa la campaña, álgido el ambiente, Yunes Landa y Yunes Linares olvidaron que la sangre une. Lanzaban lodo y balas y misiles y denuestos y reproches, Héctor, el priista, por ser de filiación duartista y antes fidelista, con toda la corrupción que ello implicaba; Miguel Ángel, el panista, por el cobijo del ex presidente Felipe Calderón y el vínculo con Elba Esther Gordillo que devino en mutuas imputaciones de corrupción.
Y a media campaña se vio a las mujeres de la tercera edad y hombres indígenas desnudos, en el deplorable espectáculo de los 400 Pueblos, saboteando los eventos de Yunes Linares, intentando replegarlo, lanzando a las hordas, sin que por la mente de César del Ángel pasara que una vez en el poder su enemigo, y el enemigo de Fidel y Duarte, lo enviaría a prisión.
Y así las escaramuzas de campaña hasta que Héctor Yunes cruzó la línea. Y tuvo una genialidad: halló en las imputaciones de pederastia la fórmula —fallida— para contener a Miguel Ángel.
Aquel martes 17 de mayo de 2016 fue clave. Una, dos, tres frases y Héctor Yunes sentenció su derrota.
Trepó a la maquinaria política y secundó el operativo con que el dúo Fidel Herrera-Javier Duarte atacaba Yunes Linares: la etiqueta de pederasta.
Una a una, sus palabras fueron recogidas por el periódico El Universal:
“Tengan cuidado, Miguel Ángel es un perverso, es un enfermo sexual. Se los digo en serio, no es broma. Vinieron de Cancún a México y lo denunciaron y hay denuncias ante la PGR por eso. Cuiden la seguridad de sus hijos, que no los confunda. Él viene haciendo promesas para jalar el voto. No me crean a mí. Créanle a esta muchacha que ya fue violada y que declaró que él también ha estado violando a otras niñas y dio hasta otros nombres”.
Agregó:
“Miguel Ángel Yunes Linares acaba de ser denunciado por quinta y sexta vez. Hay libros escritos desde hace muchos años. Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN-PRD le gustan las niñas y los niños y que los ha violado. Se los digo en serio. Si viene Miguel Ángel a Lerdo guarden a sus hijos en la casa, de verdad, es un abusivo”.
Ya nada fue igual. Ni en lo familiar ni en lo político.
Miguel Ángel Yunes fue por él. Lo destrozó. Ahí se definió la gubernatura de Veracruz. Y el PRI no volvió a reinar.
“Me dirijo a ti Héctor —reclamó Yunes Linares—. Nunca pensé que fueras capaz de una bajeza así. Nunca pensé que actuaras con la vileza con la que has actuado. Nunca me imaginé que te atrevieras a faltarle a mis hijos. A Leticia, a la madre de mis hijos. A mis nueras. A mis nietos. Que los pusieras en riesgo. Que pusieras en riesgo su seguridad personal.
“Nunca pensé que fueras capaz de agraviarme. Que me dijeras asesino, que me dijeras corrupto, que me dijeras pederasta, porque sabes que no lo soy.
“Nunca pensé que cruzaras ese límite. Nunca pensé que te convirtieras en cómplice de este a quien tu hija llama cerdo y que debiera estar en la cárcel. Nunca me imaginé que te atrevieras a tanto.
“A ti no te voy a demandar Héctor, porque tú ya estás condenado. Tú estás condenado por escupir tu apellido. Tú estás condenado por faltarle a la familia. Tú estás condenado por agredir a quienes te amamos, a quienes te quisimos.
“Tú vas a llevar toda la vida internamente la vergüenza de haberte vendido, de haber vendido tu dignidad, de haber vendido tu decoro, de haber vendido tu conciencia a un ladrón que se quiere perpetuar en Veracruz en tu persona.
“Tú, Héctor, perdiste todo, perdiste la vergüenza, perdiste la dignidad, te aliaste con un ladrón, te aliaste con éste a quien tu hija llama ‘cerdo’. Al que tu hija dice que debe estar a la cárcel.
“Y te aliaste con él, y a partir de que te aliaste con él, iniciaste la peor guerra sucia que se pueda iniciar en contra de alguien, pero peor aún, cuando esa guerra sucia es en contra de un familiar. Eso no se vale Héctor.”
“Por eso a ti no te voy a demandar, porque tú ya estás condenado y tu condena se llama vergüenza. No podrás ver de frente ni siquiera a tus hijas, que hoy deben de estar pensando cómo es posible que su padre se exprese así de alguien que les ha dado respeto y cariño.
“No podrás ver nunca de frente a los veracruzanos. Nunca les podrás decir a los veracruzanos que eres un hombre bueno, un hombre de bien, porque te vendiste, porque vendiste tu conciencia, porque vendiste tu dignidad, porque te aliaste con lo peor que ha dado Veracruz.
“Porque te aliaste con él para encubrirlo. Porque te aliaste con Duarte, porque te aliaste con toda esta pandilla para protegerlos. Porque te aliaste con ellos para evitar que vayan a la cárcel.
“Héctor, tú ya estás condenado, tu condena se llama vergüenza.
“No me volveré a ocupar de ti. No me volveré a ocupar de tu guerra sucia. Continúala, los veracruzanos sabrán juzgar”.
Y Héctor Yunes Landa perdió la gubernatura de Veracruz.
Seis años después, el agravio se oculta. Lo mete Miguel Ángel Yunes Márquez bajo la alfombra. Imagina que ya dejó de apestar.
Fue al desayuno con sus enemigos. Desayunó sapo. Tragó ofensa. Y luego sonrió.
El poder bien vale una misa. Y todos a concelebrar.
POSDATA
¿Qué obra se realizó en el ayuntamiento de Víctor Carranza sin contar con acuerdo de cabildo? Sólo cuatro regidores alertaron sobre la violación a la ley pero el alcalde de Coatzacoalcos tenía la encomienda de cristalizar un proyecto, al precio que fuera, una poza de lodo en la que metió las manos su jechu —jefecita chula—, Rocío Nahle.
Archivo muerto
* Con un güevo mordido llega Héctor Yunes al día de la rendición. Tantas vistas, tantos likes, tanta saliva gastada en las redes sociales y el candidato TikTok tuvo que sacar la bandera blanca si aspira a seis años más enchufado en la ubre presupuestal (https://bit.ly/3NxADo3)
* Amado, el austero, dilapida el erario. Casi cinco millones le costó —nos costó— re equipar la oficina del alcalde en el edificio de Tesorería y algo más (https://bit.ly/3sZfN9Y)
* Xóchitl, entre el masoquismo y la amnesia; ahora quiere diálogo con Movimiento Ciudadano (https://bit.ly/3RqXaF7)
* En el mundo de la fantasía, nadie como Armando Rotter. Por enésima ocasión va por la diputado federal. (https://bit.ly/46CGy1B)
* A Carmen Medel ahora sí se le botó. Quiere ser senadora pese al cochinero político en que tiene a Minatitlán. (https://bit.ly/3uwbnrl)