Golpeó a su prima Amor, no pagó 200 mil pesos de renta y su ex novio tuvo tres ingresos a la cárcel
Claudia puede agredir a Amor, patearla, no pagar la renta de su casa, y termina siendo secretaria del Senado.
Pudo tener un novio-primo de escándalos mayores, ingresos a la cárcel por abuso de menor y luego por un secuestro, y aún así se mete a la mesa directiva del Senado.
Tormentosa, Claudia Balderas Espinoza es el retrato de Morena, donde la estridencia y el conflicto no son defectos sino méritos para brillar.
Pudo asestarle sus cates a su prima Amor Torres, evidenciada en videos que captaron su vena violenta, tirándole un puntapié, reclamándole a grito pelado, sacudiendo al Senado en pleno, y su padrino, Ricardo Monreal Ávila —antes su protectora fue Rocío Nahle García, secretaria de Energía— la coloca donde sólo debiera estar la gente de bien.
Claudia Balderas viene de otro escándalo por negarse a liquidar 200 mil pesos correspondientes a la renta de la casa que habitó por varios años, motivando que la propietaria exhibiera el abuso y la desfachatez.
Viene de los tres episodios en que su ex novio-primo, Omar Espinoza Cetina, paró en prisión. Una fue por llevarse a una menor a un cuarto de hotel; otra, por un incidente de tránsito en la Ciudad de México con policías, rufianes que le sembraron droga y luego lo tuvieron que soltar, y la más grave, acusado de pertenecer a una banda de secuestradores en Villa Allende, congregación de Coatzacoalcos, de la que en cosa de días quedó en libertad.
Todas las libró El Gato Espinoza, obvio porque la senadora morenista pesa y su padrino, Ricardo Monreal, la corcholata que prefiere ser nada antes que traicionar al Peje López Obrador, pesa mucho más.
Los escándalos en Morena son mérito. Bajo esa regla, la decencia es un lastre. Que lo diga Claudia Balderas, hoy secretaria del Senado mexicano.
Ella sí que está haciendo historia.
#archivomuerto