Héctor y Pepe no son demócratas. Son beneficiarios del dedazo, centinelas del sistema priísta que les ha dado todo: diputaciones, una alcaldía, liderazgo partidista, dos senadurías, nombre y fortuna. Y al sentir que se les va la gubernatura de Veracruz, replican y patalean. Es el show de los Yunes.
Héctor es el que batea; Pepe el que cacha. Héctor acusa; Pepe apenas habla. Héctor diserta, argumenta, denuncia; Pepe ni se inmuta. Es el show de los Yunes.