Guadalupe Porras David

La guadalupana es corrupta

No es santa ni milagrosa. No le salva el alma nadie. Le sobra, eso sí, a la guadalupana de Minatitlán, como la bautizó un periodista servil en un lance demencial, audacia y descaro, impunidad y desprecio a la ley, imputada e intocada Guadalupe Porras David en un fraude por más de 100 millones de pesos.

Sus transas sí son de este mundo. Su gobierno, el ayuntamiento que le tocó presidir, fue obsceno, falto de ética, profundamente deshonesto, hasta el punto de malversar recursos, provocar un caos administrativo, ocultar contablemente recursos de origen estatal, emitir cheques sin cubrir los requisitos de ley, gobernar al margen del cabildo, desviar recursos al PRI, derrochar dinero en imagen personal, golpear a sus críticos y transgredir todo el orden legal.

Rafael García Bringas

PAN: sólo gana con ayuda de los priístas

Azul pálido es el del PAN. Políticamente así es. No gana una elección por arrastre, ni por motivación, ni por identificación del votante con su oferta y ni remotamente por candidatos surgidos de sus filas. Gana cuando el priísmo está de su lado.
Por lo menos en Coatzacoalcos esa es su historia, labrada a punta de coyunturas y alianzas circunstanciales que le han favorecido para obtener la ínfima cosecha de una diputación federal y nada más.