Víctor Rodríguez y la dama bronca

* Felicia Parra, clave en su trayectoria * Insiste Pepe Yunes: Javier Duarte engañó al gobierno federal * “El implicado no es quien debe exonerarse” * Vigentes, las denuncias en la PGR * Retan invasores a la autoridad * Nahle, coordinadora de Morena * Marcha contra el matrimonio gay * Loco por Camejo

En medio de dos varones, la mujer de negro, la consejera de mente lúcida, la audacia sin freno que conjuga el instinto, la intuición y desde luego la ambición. La toma de la cintura Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, y sonríe, complacido, Víctor Rodríguez, El Chochol.

Felicia Parra no es un accidente en la vida de Víctor Rodríguez Gallegos; es un milagro. Con ella crece, se agiganta, supera a los hijos del marcelismo, se encumbra en lides estatales a los que nadie, sólo su mentor, Marcelo Montiel Montiel, ha podido acceder.

Sin ella, quién sabe en qué rincón se habría perdido.

No es, pues, un destello esa gráfica que los muestra en espacios políticos de otro nivel, junto a un gobernador electo, Jaime Rodríguez Calderón, alias El Bronco, el primero que gana una elección, la de Nuevo León, siendo independiente.

Sonríen los tres. Destaca ella, Felicia, con su vestido negro, sus grandes anteojos, cabello lacio, una figura difícil de ignorar.

Sonríe El Bronco, clavada la mirada en la lente de otro fotógrafo, siendo el político neoleonés la estrella de la VII Cumbre Mundial de Comunicación Política, el orador estrella, al que todos querían ver y escuchar cómo se le gana al PRI desde una candidatura independiente.

No sobra en la foto Víctor Rodríguez, el alfil de Marcelo Montiel. Por sus manos pasan las finanzas de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social federal en Veracruz, como antes administró las de la Sedesol estatal.

Goza el momento El Chochol. Sobre él, así sea sus cinco segundos de fama, la atención de la prensa compartiendo la escena con el ganador de la elección en Nuevo León.

Había de impactar aquella fotografía, captada el 25 de junio pasado, que ilustra la nota de la Cumbre en Santo Domingo, República Dominicana, destacada a toda dimensión en el portal del periódico Excélsior.

El Bronco enloquecía al auditorio. Le aplaudía de pie. Escuchaba su disertación sobre algo que quiso ser el secreto revelado de cómo se gana una elección al sistema priísta: con las redes sociales.

Refirió Excélsior en su reseña:

“Las redes sociales han desplazado a los medios de comunicación, hoy en día te enteras qué pasó al otro lado del mundo en cuestión de minutos a través de Facebook y Twitter, ya no tienes que esperar el noticiero de la tarde.

“Tanto es el poder de las redes sociales que en este lugar me encontré con personas que me siguen desde otros países, gente mexicana como extranjera, y ahí es donde te das cuenta qué tan lejos puedes llegar con estos medios de comunicación que además no requieren una inversión estratosférica para informar a la comunidad”.

Pero del secreto real El Bronco no habló, de cómo se vulneran los controles priístas y se fractura el voto duro, de cómo se vence la campaña mediática en contra usando a un aliado sin par, el periódico El Norte, y a los empresarios que financiaron, con su visto o sin su anuencia, la movilización popular.

Aquella fotografía tuvo otro impacto: los acompañantes del Bronco Rodríguez. Sacudió a los priístas de Coatzacoalcos, al marcelismo y a sus adversarios.

Cuentan hoy que la foto es trucada, que Felicia Parra no es la chica de negro, que es una edecán de características similares, o una comunicadora curiosa que se abrió paso para conocer al candidato independiente que pudo derrotar al PRI en Nuevo León.

Otras versiones advierten que la imagen pasó por el Photoshop, que la edición se encargó de todo, del retoque, de la inserción de personajes, Víctor Rodríguez, junto a la edecán y El Bronco.

Otros más dicen que no hay que buscarle, que la imagen dice todo.

Lo que sí, es que el ex secretario de Gobierno de Marcelo Montiel en la alcaldía de Coatzacoalcos, de 2008 a 2010, no ocultaba su satisfacción.

Felicia Parra es pieza clave en la trayectoria de Víctor Rodríguez. Con ella diseña estrategias, ejecuta programas, cumple en las funciones de la Sedesol federal en Veracruz.

Fue Felicia parte de la campaña de Marcelo Montiel a la alcaldía en 2007, en lo que a la postre sería su segunda administración municipal. Operaba cerca del candidato, conocía la agenda, seguía sus pasos.

Luego se convirtió en directora de Comercio, bajo la tutela de Víctor Rodríguez, con poderes plenipotenciarios, a su disposición los inspectores, la policía, el aparato de poder.

Pasó a ser la Dama de Hierro, su mano pesada, pesadísima, para meter al orden al ambulantaje, así fuera pagando el precio de sus acciones, la violencia sin matiz, el agravio a un sector de la economía que sólo pide libertad para trabajar.

Desde entonces, Víctor Rodríguez y Felicia Parra son la pareja más sólida en el esquema marcelista. Se cuidan de las insidias, de la descalificación, de la industria del rumor, de las lenguas que pregonan historias que van más allá de la relación política y la ambición por el poder.

En 2010, cuando Marcelo Montiel dejó la alcaldía de Coatzacoalcos y asumió la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente del gobierno de Veracruz, Víctor Rodríguez se convirtió en jefe de la Unidad Administrativa. Manejó recursos, obras, asignaciones, todo lo que tenía que ver con el dinero, un mundo a sus pies. Y ahí estuvo Felicia Parra.

Pasó Marcelo Montiel a la Sedesol federal. Asumió El Chochol la Subdelegación Administrativa, por sus manos mayor cantidad de recursos, los programas sociales, la inversión del gobierno de Enrique Peña Nieto. Y ahí volvió a estar Felicia Parra.

Son indestructibles, uno para el otro, inamovibles en el esquema de Marcelo Montiel para las tareas formales de la Sedesol, pero más aún para mantener a Coatzacoalcos como su feudo político.

En enero de 2015, Javier Duarte frustró temporalmente el proyecto de Víctor Rodríguez Gallegos. Lo congeló cuando se disponía a ser candidato del PRI a diputado federal por Coatzacoalcos. Decía el gordobés que carecía de apoyo en las colonias, que no permeaba, que no podría ganar la elección.

No pudo ser candidato pero a cambio le dio su migaja del pastel: la dirigencia del Movimiento Territorial del PRI en Veracruz. O sea, nada.

Ahí lo entretiene el desgobernador Javier Duarte, con la promesa de que si llega a consolidarse en las colonias, será candidato a la diputación local, y luego alcalde de Coatzacoalcos, en 2018.

Mientras, El Chochol viaja, se codea con políticos de otros niveles, busca la foto, la logra y se balconea con la imagen del Bronco Rodríguez, gobernador electo de Nuevo León.

Entre ellos, la chica de negro, Felicia Parra, su conciencia, su consejera.

Lo de menos es si la foto es real. Lo que hay es una mujer de mayúscula intuición, instinto político y profunda ambición, inseparable del principal operador de Marcelo Montiel.

Hay quienes dicen que la foto es trucada, que no es Felicia, que es su clon.

Ajá.

Archivo muerto

Una más de Pepe Yunes: es la PGR, no Javier Duarte, quien debe descartar o desestimar las denuncias por desvío de recursos federales en Veracruz. Puntilloso, arremete el senador peroteño: no es el inculpado quien debe exonerarse. Obvia la farsa, el 22 de junio alardeaba Javier Duarte que ante la Procuraduría General de la República pudo acreditar que los recursos federales se aplicaron correctamente, en rubros como educación y salud. No lo hizo ante la Auditoría Superior de la Federación, admitía el desgobernador, por negligencia de sus funcionarios, por omisos, 14 de ellos y quizá muchos más, que le hicieron “daño a Veracruz”. Eso dijo Javier Duarte, pero la PGR no lo secundó. Violó el gordobés la secrecía de la averiguación previa, transgredió la ley al revelar supuestos detalles de la investigación judicial, pero en los hechos ni la PGR ni la ASF lo libraron de culpa. Revela ahora Pepe Yunes, aspirante a la candidatura del PRI a gobernador, el candidato no oficial, el no-favorito del gober saliente, aunque se la rasque Enrique Peña Nieto, que en la PGR sigue vivo el expediente Veracruz. Insiste en que hay desvíos, una simulada devolución de millones que luego retomó la mafia duartista. “Lo que señala la Auditoría Superior es que recursos presupuestados que tenían un recurso especifico fueron desviados, no quiere decir que se los hayan robado, quiere decir que simplemente no llegaron al lugar que tenían que haber llegado y eso no está bien, es incorrecto”. Acusa Pepe Yunes un engaño de Javier Duarte a la ASF, al gobierno federal. Reitera que endeudar a Veracruz es una irresponsabilidad, cuando cada mes los egresos son superiores a los ingresos en 800 o 900 millones de pesos, a la vista el colapso financiero, la bancarrota, la quiebra. Lo dijo el jueves 16, en Las Coronelas, municipio de Emiliano Zapata, y abundó este jueves 23 en Xalapa. Y a todo esto, se pregunta Pepe Yunes: ¿dónde está el programa de austeridad que anunciara Javier Duarte, del cual no se conoce resultado alguno, si va bien o si es uno más de los fracasos del improvisado gobernador de Veracruz, cargamaletas de su gurú, Fidel Herrera Beltrán, a veces de una maleta vacía?… Desafiantes, los invasores de la Trópico de la Ribera dicen que no se van, que el predio es suyo, que les incumplieron con la reubicación y menos con la promesa de que no habría denuncias penales. Así volvieron al predio, del que habían sido desalojados la madrugada del miércoles 15, y se atrincheraron. Dicen que el alcalde Joaquín Caballero les prometió la reubicación. Pero en palacio municipal aseguran que el alcalde de Coatzacoalcos nada tuvo que ver con el desalojo, que fue decisión del juez a pedido de los propietarios del predio, Juan Carlos Fong y Arturo Quintanilla. Sea como sea, el reto está ahí. Los desalojan y regresan, se pitorrean del juez y de la ley. Así ocurre cuando se pierde el principio de autoridad, cuando el gobernador es personaje de memes en redes sociales, cuando el Tribunal Superior de Justicia carece de solvencia moral, atestado de políticos que hoy son magistrados, muchos de ellos manchados por la corrupción en su paso por los espacios públicos. Una semana les bastó a los desalojados para volver a posesionarse del predio en la Trópico de la Ribera. De risa… Dos noticias para Morena y los morenistas: la buena es que Rocío Nahle de los Robles será quien coordine a la bancada del partido del Peje López Obrador en el Congreso federal, y la mala es que Rocío Nahle no coordina ni a su círculo más cercano. Ganadora de la diputación federal por Coatzacoalcos con ayuda del marcelismo, a su paso por el Partido de la Revolución Democrática dejó una estela de agravios, rencores, sinsabores, simulación y su vinculación con una corriente priísta, a la que no reparó en proferirle elogios públicos. Aquello será, lo menos, lo menos, un circo… Marcha, este sábado 25, de la iglesia católica y sus feligreses contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación por avalar los matrimonios entre personas del mismo sexo. Es la primera ocasión, en años, que la curia católica radicaliza así su posición ante una decisión del Poder Judicial Federal. Convocan a por lo menos 5 mil feligreses. Habrá que ver si asisten tratándose de un tema de altísima polémica. En contraparte, las organizaciones gay llaman a no participar. Dice el sacerdote Alejandro Cañete Gamboa que no se oponen a las preferencias sexuales sino que exigen respeto al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Acusan los gays, en cambio, que la iglesia católica fomenta la homofobia… ¿Quién es ese funcionario, a quien realmente se debe el video “De Rodillas te Pido”, protagonizado por la vedette Mariana Seoane y el actor Julio Camejo, en que se promueve lo poco turístico que tiene Coatzacoalcos? Cuentan los insiders que no es Mariana quien inspira esa desmedida, enfermiza, devoción del funcionario, sino el actor cubano, de quien es fan y a quien idolatra a ultranza…

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