* La lectura de Pepe Yunes * Riesgo de colapso financiero * Corrupción y cárcel * La treta de los recursos reintegrados * Denuncia en la PGR * “Adelantado siempre he sido” * Héctor Yunes se va de la lengua * Trabajador exhibe a Theurel * El túnel y el fraude * Retiran fuero al alcalde de Coatepec
¿Qué sabía Pepe Yunes? Habló y denunció. Diagnosticó el desastre financiero, la bancarrota de Veracruz, el colapso, el endeudamiento sin mesura, el desvío de recursos, la complicidad y la necesidad de que “se castigue realmente al primer funcionario por corrupción”. Y días después, Javier Duarte reventó.
Algo sabía el senador pues su lectura era el preámbulo del escándalo que no suelta al gobernador, a la vista el uso de los dineros públicos federales en tareas, obras y acciones para los que no fueron etiquetados, y la simulación perversa, reintegrando los millones y volviéndolos a tomar, al margen de la ley.
Pepe Yunes habló el jueves 16. Lo rodeaban líderes sociales y de opinión, en el restaurant Las Coronelas, en Las Trancas, municipio de Emiliano Zapata. Le venían exigiendo un posicionamiento más radical en torno a la pandilla duartista y en consecuencia endureció medianamente el discurso.
“O se retoma el camino y se le da salida a una enorme problemática, o seguramente estaremos experimentando cuestiones que no queremos para nadie. El principal problema que tiene Veracruz es económico, que se explica en un desorden administrativo particularmente prolongado”, advirtió el senador.
Semanas atrás vislumbraba un desequilibrio financiero de entre 800 y 900 millones de pesos, “de lo que ni siquiera existen registros que permitan conocer de manera puntual la magnitud del desfase entre los ingresos y los egresos estatales en cuanto al gasto corriente”.
Categorizó como “una erosión del aparato productivo, y principalmente para una buena parte de este aparato productivo vinculado directamente con las acciones directas del gobierno, en una posibilidad de bancarrota y de colapso financiero y administrativo”.
De los recursos federales etiquetados para áreas como salud y educación, Pepe Yunes dijo: “Han sido desviados para solucionar algún otro tipo de problema. Eso es lo que ha señalado la Auditoría Superior de la Federación, desvío de recursos, y eso en el ámbito público es una omisión muy grave”.
Luego habló de la deuda pública de Veracruz, el desenfreno duartista, la irresponsable contratación de créditos, el destino opaco de los préstamos.
La diferencia —dijo— entre lo que se está gastando y lo que se deja de recibir en la entidad, el gobierno de Veracruz la está equilibrando a través de la contratación de más deuda pública, que de 2003 a la fecha ha pasado de tres mil 500 millones a 41 mil millones de pesos.
Agregó:
“La manera de resolver este desajuste no es ni pidiendo rescates adicionales de la Federación ni endeudándonos más. Es plantear un plan de ajuste administrativo que no va a ser popular, que va a implicar costos. Son medidas que hay que tomar con valentía desde este preciso momento. Lo elemental es poner orden en la administración estatal”.
Pepe Yunes abordó el tema de la bursatilización, tildándola de deuda aunque no se le tipifique así:
“Es evidentemente un endeudamiento, porque compromete ingresos futuros con prestaciones y recursos presentes, (si bien) no está tipificada como deuda. Con lo que voy a presentar en esta iniciativa, va a quedar claro que todo lo que tenga que ver como una garantía colateral, deberá ser considerado como obligaciones, pasivos, deuda del estado”.
Y luego soltaría la frase que lo mantiene a distancia con el gobernador Javier Duarte:
“El tema de la corrupción es de la mayor importancia. Cuando se castigue realmente al primer funcionario por corrupción, se enviará un mensaje serio contra la impunidad”.
Acusa Pepe Yunes un estado de despilfarro, saqueo y simulación. Pero lo dice a medias. Endurece el discurso, describe el caos, pero omite la identidad de los delincuentes.
Algo, sin embargo, sabe el senador veracruzano.
Lanzó el misil. Se oyó el estruendo. Golpeó las estructuras del régimen duartista, de quien reclama cárcel para el “primer funcionario por corrupción” a manera de mensaje contra la impunidad.
Suponían los duartistas que la embestida volvería a diluirse. Un par de días después, vieron que no era así.
Ocho gobiernos estatales están acusados de simular la devolución de recursos federales, no usados, aplicados en tareas no autorizadas, malversados, del orden de los 8 mil millones de pesos.
Veracruz, para gloria de la pandilla duartista, ocupa el primer sitio. Son 15 denuncias contra el gobierno estatal, interpuestas ante la Procuraduría General de la República. Le siguen Michoacán, 11; Guerrero, 8; Colima, 7; Oaxaca, 5; Chiapas, 4; Tabasco, 3, y Tlaxcala, 2.
Corresponden a los fondos de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) y de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP).
No es una nueva denuncia. Se trata de la imputaciones que le viene haciendo la Auditoría Superior de la Federación por irregularidades en las cuentas públicas correspondientes a los ejercicios presupuestales 2008, 2009, 2010 y 2011. O sea, el último tramo del gobierno de Fidel Herrera Beltrán y el inicio del de Javier Duarte.
El asunto lo detonó el periódico Reforma. El 18 de julio reveló detalles. Lo describe así:
“Según fuentes de la ASF, después de que el órgano fiscalizador hacía las observaciones respecto al manejo irregular de los fondos, los gobiernos estatales depositaban los recursos señalados a una cuenta indicada por la Auditoria.
“Posteriormente, mostraban el comprobante del reintegro y una vez que la ASF daba por cumplida la observación, los gobiernos estatales sacaban los recursos y les daban otro destino, sin que sepa su destino final”.
Javier Duarte había expresado, violando la secrecía de la averiguación previa de la PGR, que se desestimaron los cargos en contra de su gobierno porque pudo aportar evidencias de que soportó la aplicación de los recursos federales. Así, supuestamente, había quedó sin sustento la acusación de la ASF.
Eso dijo y en eso se quedó. La PGR no lo confirma; la ASF tampoco.
Ahora Pepe Yunes Zorrilla formula un diagnóstico brutal, el caos financiero y el riesgo de colapso, y dos días después, revive el escándalo de la quiebra de Veracruz.
Confrontados, políticamente en guerra, Pepe Yunes y Javier Duarte no tienen punto de coincidencia. Así sea que el gobernador incite al senador a un acuerdo, así lo conmine a suscribir un pacto, hay puntos en el que el cordobés no cede ni cederá.
Uno de ellos es la razón por la que Pepe Yunes no suscribe el pacto: el encarcelamiento del primer funcionario por corrupción.
Pregona Pepe Yunes que de llegar al gobierno de Veracruz dará un golpe de autoridad. Javier Duarte sabe cuál será.
De ahí que ofrezca convertirlo en el candidato oficial al gobierno de dos años, desechando a Héctor Yunes Landa, si a cambio le garantiza total impunidad.
Algo, sin embargo, sabe Pepe Yunes. Por eso el discurso radical.
Archivo muerto
“Desde chiquito he sido adelantado —dice Héctor Yunes Landa—. Malo que fuera retrasado. Adelantado siempre voy a seguir siendo”. Responde así el senador, cuestionado si realiza una campaña adelantada por el gobierno de Veracruz. Admite el choleño lo que se viene planteando en los medios de comunicación, lo que le imputa la oposición, lo que está en el inconsciente colectivo. “Adelantado siempre voy a seguir siendo”. La frase destila cinismo. Realizar campaña adelantada es una infracción a las normas electorales. Se fue de la lengua Héctor Yunes, quizá sin reflexionar que la confesión puede constituirse en prueba para sus detractores, en la inhabilitación si se llegara a formalizar su candidatura por el PRI, por el Partido Verde, por Alianza Generacional o por la confederación de partidos patitos al gobierno de Veracruz. Dirían los abogados: a confesión de partes, relevo de pruebas… Íntegro, honesto, apegado a la ley, dice Marco César Theurel Cotero que es, mientras vapulea a su sucesor Joaquín Caballero Rosiñol por un reportaje que describe cómo endeudó a Coatzacoalcos, cómo le hipotecó el futuro, mintió pues para suscribir el crédito de 350 millones que le otorgó Banobras, adujo que era necesario para construir el relleno sanitario e instalar la planta de tratamiento de basura, que a la fecha, año y medio después de haber dejado la alcaldía, no existen. Don íntegro no recibió respuesta formal. A don honesto lo reprueban quienes tuvieron que sufrirlo y soportarlo tres años, por omiso, por retener una fracción del salario y no trasladarlo a empresas e instituciones. Provocó Íntegro Theurel que muchos cayeran en cartera vencida, que les negaran créditos, que sigan debiendo lo que en justicia ya pagaron. A Honesto Theurel le dice Raúl Romero, un trabajador municipal al que le sobra valor, que le dañó su historial, que le retuvo pagos, que no le cubrió aguinaldo. Publicó en Facebook Raúl Romero: “Nosotros los trabajadores sindicalizados teníamos crédito en Famsa, Fonacot, préstamos de Pensiones del Estado, créditos que tenían que ser autorizados por Recursos Humanos para que fueran descontados vía nómina y a la vez el ayuntamiento se lo depositara a ellos donde teníamos dichos créditos o préstamos, los cuales no lo hizo a su tiempo y nos dejó a varios esa deuda; también porque no pagó nuestro fondo de ahorro por lo menos el porcentaje que nos descontaba quincenalmente durante 11 meses para ser pagados en diciembre, y por último no nos pagó nuestro aguinaldo, todo esto nos lo vino a pagar y a sanear esta administración cuando era en su momento su responsabilidad pagar y respetar nuestro contrato colectivo donde se hace mención nuestros pago de nuestras prestaciones. Por lo menos nos debió dar una explicación como lo está haciendo ahora que se siente agredido. Imagínese como nos sentimos nosotros cuando nos hizo todo eso. Y todavía se me estaba pasando: el descuento del 11% que nos hacen vía nómina de Pensiones del Estado quincenalmente para a su vez el ayuntamiento se los deposite a dicha dependencia”. Y precisó: “y no se enoje porque los que debemos estar enojados y molestos somos todos los trabajadores sindicalizados”… Hurga en la herida Domingo Bahena. Plantea el diputado panista, coordinador de su bancada en el Congreso de Veracruz, que comparezca el fiscal “Culín”, alias Luis Ángel Bravo Contreras, y que explique en que punto se quedaron las denuncias que presentó el ex secretario Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), don Gerardo Buganza Salmerón, alias El Bronquitis, contra los defraudadores del túnel sumergido del río Coatzacoalcos. Sor Buganza acusó por 2 mil millones de pesos que la empresa Cotuco, ex concesionaria del túnel, cobró de más, sin concluir la obra, venciéndose los tiempos, sin que en la mayoría de los casos las facturas presentadas, tramitadas y pagadas correspondieran a proyecto alguno. Si las denuncias existen, como sostiene el ex secretario Buganza, algo tendrá que explicar Fisculín Bravo. Y si existen, su obligación es continuarlas, tipificar los delitos y consignar el caso ante el juez correspondiente. Si no, es complicidad. Si no, es carpetazo al descomunal fraude. Si no, es ver correr al ladrón y no mover un dedo. Y eso sería encubrir uno de los atentados más burdos y descarados al gobierno federal, estatal y municipal. Hoy la obra del túnel sumergido está en manos de Carlos Slim, nuevo socio, mayoritario, de FCC Construcciones, la empresa española que a pesar de recibir miles de millones por una obra que no concluyó, tuvo que vender parte de sus acciones al inversionista mexicano para no irse a la quiebra. Domingo Bahena Corbalá insta a que se conforme la comisión especial del Congreso que dé seguimiento a la concesión, construcción y esclarecimiento del uso de los recursos en el túnel, que por lo que se ve, está sumergido en la corrupción. Bahena Corbalá está tocando las fibras de un fraude mayúsculo, al que no son ajenos ni el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, Marcos Theurel, Guillermo Herrera, como el actual desgobernador de Veracruz, Javier Duarte, Raúl Zarrabal y Francisco Valencia, titulares de la Secretaría de Comunicaciones, hoy SIOP… Desaforó el Congreso de Veracruz al alcalde de Coatepec, Roberto Pérez Moreno, alias “Juanelo”, para que enfrente cargos como autor intelectual del crimen de quien fuera su tesorero, Guillermo Pozos Rivera. Fue el plato fuerte de la sesión celebrada en Minatitlán este miércoles 22, controvertido el caso pues se presume una venganza política del gobernador Javier Duarte. Se le retiró el fuero, con una votación unánime de os 43 legisladores que asistieron a la histórica sesión. Por lo demás, cundió el desorden, la desorganización, diputados que llegaron tarde, otros dedicados a tomarse la selfie, como si para eso se les pagara. Show, circo, faramalla con cargo al erario público…
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