* Cobró indebidamente 2 millones * Usó tres facturas de constructores * Pide proveedor separarla del cargo * El cabildo marcelista la protege * Yuribia, rehén de todos * Duarte, como la Chimoltrufia * La diputada inútil quiere ser directora escolar * México: silencio forzado * Las “infames” de Veracruz
Voraz como pocos, amiga de malosos, malosa ella, Alejandra Theurel Cotero tiene gusto por los giros negros, la venta de alcohol, los negocios sórdidos y una irrefrenable pasión por cobrar obras y servicios que no brinda, en los que no invierte, que le son ajenos.
Oveja negra en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, debiera ser un ejemplo de pulcritud, ética, honestidad e integridad, como se le exige a cualquier síndico municipal, cargo al que llegó por accidente político; debiera serlo, pero no lo es. Impuesta por su hermano, el ex alcalde Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”—, su misión es evitar que una acción legal por todas las fechorías que cometió lo lleve a prisión.
Peri Theurel, como se le conoce en el bajo mundo y en la vida pública, no es menos vil que su bipolar hermano. Es imputada de haberse agenciado más de 2 millones de pesos por la instalación de gradas y acondicionamiento de escenarios que realizó una empresa particular en la edición 2012 del Carnaval de Coatzacoalcos, a la cual aún se le adeuda el servicio.
Corría marzo de 2012 cuando sucedieron los hechos. Raziel Garduza López, abogado y proveedor del ayuntamiento, tuvo la concesión del suministro de gradas naturales, mil gradas de aluminio con butacas en poliuretano y 5 mil 700 metros lineales de vallas, colocar pantallas led, armar el palco principal, tarimas para la prensa, rentar camionetas para remolcar los carros alegóricos, pago de alimentos de sus empleados y readecuar espacios en tiempo récord. Le pagarían 2 millones 345 mil 56 pesos más IVA.
Hizo su parte. La empresa cumplió con su encomienda e incluso detectó que por años los proveedores jugaban con el número de gradas, pues en total se reportan 30 mil espacios para quienes acuden al evento en cada uno de los paseos del carnaval, cuando en realidad la afluencia es de 50 mil. O sea, de manera subrepticia, organizadores y graderos en eventos anteriores obtenían ganancias por 20 mil espacios que no eran manifestados al fisco ni a la administración del carnaval, algo así como 400 mil pesos diarios.
Pintaba bien el negocio, pero el theurelismo lo echó a perder. Raziel Garduza presentó la factura 003, de fecha 30 de marzo de 2012, y ahí comenzó su peregrinar.
Evasivos, los funcionarios de tesorería escamoteaban el servicio. Su titular, Daniel Jiménez Medina, y el director de Adquisiciones, Brian Carlos López Mendoza, un granuja de marca, iban de mentira en mentira. Aplicaban la aburridora. Usaban incluso el nombre del gobernador de Veracruz, Javier Duarte para evitar el pago: el apoyo económico de 5 millones de pesos no había aterrizado, y sin él, los adeudos no serían saldados.
Falsa, la versión sería desmentida por personal de la Contraloría interna y por el mismo contralor, Rafael Tejeda Patraca, quien reveló la verdad a Raziel Garduza: nunca hubo tal apoyo económico del gobernador y sólo se trataba de un pretexto para no pagar.
En tesorería se filtró la versión real: Brian Carlos López Mendoza recibió dos meses antes de iniciar el carnaval el dinero para sufragar el gasto de gradas, vallas y acondicionamiento de escenario. Tuvo los recursos y los malversó.
Semanas después, Garduza enfrentó al theurelista (Ver INFORME ROJO, 2 enero 2013):
“Molesto encaré a Brian Carlos López en su oficina y con el cinismo que caracteriza a los delincuentes, me dijo que efectivamente los servicios que yo le había brindado en el carnaval por 2 millones de pesos, por instrucciones del presidente municipal Marcos Theurel Cotero, su hermana Alejandra Theurel los había facturado con una de sus empresas y que yo le fuera a cobrar a Alejandra Theurel.
“Sin embargo, no me lo recomendaba pues me podía ocasionar problemas mayores, pues él sabía que Alejandra Theurel paga cuota a los de la última letra (a Los Zetas) y que sólo con pedirles el favor, me llevarían a viajar.
“Días después encaré al presidente municipal y le recrimine lo sucedido exigiéndole mi pronto pago, recibiendo a cambio una publicación en los diarios en donde me separaba de mi cargo y me daba trato de delincuente para luego amenazarme de que a mí no se me debía absolutamente nada y que no se me ocurriera intentar nada porque me partiría la madre”.
Dos años después, Raziel Garduza vuelve a encontrar un cabildo cómplice. Ahora es el marcelismo el que evade el pago. Lleva su caso a los regidores del PRI y a los de oposición, le dicen que sí y se retractan.
Cursó un oficio, vía Edith Medina Ascencio, el 5 de febrero pasado, recibido por el cabildo actual entre el 16 y 19 de ese mes, en el que plantea el caso, denuncia las prácticas tortuosas de Marcos Theurel; el tesorero Daniel Jiménez, y el director de Adquisiciones, Brian Carlos López Mendoza, para evitar pagar los servicios contratados.
Previamente lo cabildeó con regidores priístas y de oposición. Todos le aseguraron que lo discutirían, esclarecerían dónde se trabó el trámite, quién cobró el servicio de gradas y otros accesorios y deslindarían responsabilidades. Pero nada hicieron.
“Son hechos lastimosos, vergonzosos, lacerantes en mi patrimonio familiar por arbitrarios, que fueron debidamente premeditados con la única y malsana finalidad de defraudarme, cometidos por el ex presidente municipal Marcos C. Theurel Cotero, su ex tesorero Daniel Jiménez Medina, el ex funcionario Brian Carlos López Mendoza y presumiblemente la hoy síndica del ayuntamiento de Coatzacoalcos, la hermana del ex presidente municipal saliente, Alejandra Theurel Cotero, coludidos todos con el cabildo saliente cual vil delincuentes…”.
Categórico, el oficio señala que el proveedor acudió ante el contralor municipal, Rafael Tejeda Patraca, ale transcurrir varios meses y no obtener respuesta oficial a su solicitud de pago. Éste le sugirió canalizar su gestión ante las instancias judiciales ya que apreciaba irregularidades en la asignación del contrato “y la negativa del tesorero, Daniel Jiménez Medina y de Brian Carlos López Mendoza, de cubrir el pago de mi factura, porque ésta ya había sido liquidada a la hermana del entonces presidente municipal, Alejandra Theurel Cotero, quien había presentado para el cobro de los servicios tres facturas de empresas constructoras, según versión del mismo personal de la Contraloría municipal”.
Instaba al cabildo a determinar el pago de sus servicios de gradas, o sea los 2 millones 345 mil 56 pesos más IVA; esclarecer qué funcionarios autorizaron por acción u omisión ese pago indebido a otro proveedor y que sean sancionados, e identificar qué personas físicas o morales cobraron indebidamente el servicio de gradas y accesorios del Carnaval 2012.
En el punto cuatro, pide se solicite al Congreso de Veracruz sea separada temporalmente del cargo la actual síndica Alejandra Theurel para ser investigada, pues “no puede fungir como juez y parte en actos que han significado un quebranto a las finanzas municipales”.
Maloliente, la atarjea del ayuntamiento sigue igual que en los días del theurelismo. Regidores priistas y de oposición eludieron el caso, nuevamente burlada la ley, moralmente despedazado el cabildo de Coatzacoalcos.
Solapada y encubierta, a lo que no escapa Lady Perica es al debate público. Exhibida por Brian Carlos López como amiga de los malosos, que pide favores —ojo PGR— y por la Contraloría municipal, que asegura presentó tres facturas de constructoras para cobrar los 2 millones 345 mil 56 pesos más IVA, Alejandra Theurel resulta peor que su inefable hermano.
Gusta de los giros negros, los negocios sórdidos, de su pasado de escándalo y su presente de abuso, la venta de alcohol en los palenques de feria, la facturación engañosa, el cuento de las edecanes, su vida pública para desprestigio del ayuntamiento de Coatzacoalcos.
Éticamente reventada, cobró por un servicio que no brindó, que le era ajeno, siendo tres años como proveedora encubierta, beneficiaria de la corrupción theurelista, rapaz e impune pues los millones son para compartir y los pesos comprar voluntades.
Dice que ya lo hizo y que ahora, siendo síndica, con fuero, quién se lo puede impedir.
Archivo muerto
Rehén de todos, la presa Yuribia que abastece de agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque sirve para que los maestros exhiban la imposición de jefes de sector y supervisores escolares; que el gobierno negocie en lo oscurito y siga mintiendo; que los campesinos de Tatahuicapan adviertan que por incumplimiento oficial, bloquea el suministro de agua para medio millón de habitantes. Son 30 años a la espera de que les cumpla el gobierno el desarrollo que les prometió desde los días de Agustín Acosta Lagunes en el gobierno de Veracruz; 30 años de promesas incumplidas; 30 años con el anuncio de mejores carreteras y puentes para sacar sus cultivos y poder comercializarlos, escuelas, la reforestación de la zona serrana, aledaña a los arroyos Ocotal y Tezizapa, instalaciones de salud y su porcentaje de las utilidades que generan los sistemas de agua de los tres municipios. En 30 años, el gobierno de Veracruz ha mentido, engañado, maniobrado y olvidado, y cosecha el repudio y la intransigencia que siembra. Tienen su razón los maestros y los campesinos de Tatahuicapan, pues todos defienden sus derechos y protestan contra la imposición oficial. No tienen razón, en cambio, en afectar a terceros, a medio millón de habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, que ven entorpecida su vida por los desencuentros entre el gobierno y la disidencia magisterial y los originarios de la sierra de Soteapan. Pudiendo realizar una protesta inteligente, no lo hacen. Pueden tomar la presa Yuribia y cerrar sus válvulas un día, pero abrirla al día siguiente para que la afectación sea menor. Obligar así a una solución integral y en caso de cerrazón del gobierno, radicalizar su posición. Liberada la presa, la madrugada del viernes 4, queda una lamentable lección: los radicalismos no benefician a nadie: ni el del gobierno ni el de sus detractores… No es rentable el secuestro, dice el gobernador Javier Duarte de Ochoa. ¿Entonces por qué Veracruz ocupa el sexto lugar nacional en ese delito? ¿Lo hacen los malosos por deporte, por convicción, por nutrir su ego, por satisfacer su alma? Su maltrecho discurso es una vergüenza y de paso, también recula don Javier. Antes había dicho que en Veracruz no pasa nada. “Sí pasa”, dice ahora, pues él como dice una cosa, dice otra. Cuarto año de gobierno, cuando el síndrome de la Chimoltrufia afecta al gobernador… Osada, audaz, quiere Patricia Peña Recio concluir su período como gris diputada federal en 2015 y de ahí convertirse en directora de la Escuela Técnica Industrial 96, por supuesto a contrapelo del magisterio de Coatzacoalcos que no la traga ni la deglute. Ilusa, supone la legisladora que los maestros la van a dejar pasar por ser la consentida del vetusto líder, Juan Nicolás Callejas Arroyo, y menos en un plantel donde lo que sobra son maestros derechosos. Suenan, pues, los tambores de guerra y eso presagia una masacre magisterial… No tiene desperdicio el documental “México: silencio forzado”, en que varios periodistas describen el clima de violencia, la represión, las muerte, el hostigamiento, la impunidad en torno al gremio de prensa. Se puede ver en el portal de la organización Artículo 19 o con el siguiente link: http://vimeo.com/38841450… Red de prostitución la que hay en el gobierno de Veracruz, infinitamente mayor que la del PRI del Distrito Federal. Secretarias que son “edecarnes”, muchas de ellas adscritas al Registro Civil de Xalapa; otras en nóminas de las dependencias de gobierno. Las reinitas de palacio a la vista de todos, muchas de ellas unas verdaderas “infames”, dignas de la serie de Cadena Tres. Y todas pagadas por usted, y usted, y yo, para el disfrute de los señores del poder…
www.informerojo.com
twitter: @mussiocardenas