* Lo acusan de sobornar funcionarios * Tufo a Morena en el INE * Tania Mijares: siempre la misma acusación * Eva Cadena: el desafuero se puede caer * La prueba es electrónica e ilegal * Paco Bastar y la cárcel * Los detalles de la transa * Ramón Ortiz, otra vez con el PAN * ¿Y si se fuera a Morena?
Arde el INE, y atizan el fuego los de adentro y los de afuera, no sólo por el caos que asoma, la renuncia de funcionarios de casilla, la presión del PRI, sino por algo más: el entre que se dan los pejeconsejeros, los que transpiran aroma a Morena y los que no, con Carlos Vasconcelos, el irredento, el candidato de los guardaespaldas porque “los puedo pagar”.
Hay crisis en el Instituto Nacional Electoral Coatzacoalcos, acusando los consejeros que la compra de funcionarios va, que la despensa y la consulta médica los va alejando de la jornada electoral y que a media campaña son ya 109 bajas porque el hambre doblega y la necesidad no espera.
Se van los funcionarios de casilla, coaccionados, cargados de despensas, artículos de cocina, en sus manos las dádivas y el dinero ilegal. Y el autor del fraude es La Amenaza, alias Carlos Vasconcelos.
Eso cuentan en el INE.
Le imputa cargos un tal Noé García Joffre, que milita en el Movimiento de Regeneración Nacional, con historial fallido en días de elecciones, allegado al Clan de la Succión, a Rocío Nahle García, la diputada federal por Coatzacoalcos en la que el Dios Peje, Andrés Manuel López Obrador, tuvo a bien depositar todas sus complacencias.
Puntualiza García Joffre que la treta es del PRI y concretamente de ciudadanos que militan en la órbita de Carlos Vasconcelos, que por las noches o de madrugada, cuando el músculo duerme y el hombre se abandona, tocan las puertas de los hogares de los funcionarios capacitados para conducir la elección del 4 de junio y los conminan a desistir.
O sea, los agarran roncando y los hacen renunciar.
Ocurre en las colonias de Coatzacoalcos. Ocurre a mitad de la campaña. Y es autoría de “operadores” del candidato de la alianza PRI-Partido Verde “Para que Resurja Veracruz”, Carlos Manuel Vasconcelos Guevara.
“Ciudadanos que son activistas —señala el señor García Joffre— y representantes de partidos políticos están visitando a nuestros funcionarios de casilla. Tenemos una sustitución elevadísima de 109 ciudadanos que la gran mayoría han sido visitados por representantes de los partidos”.
Otra consejera, de camino andado en el INE Coatzacoalcos, Patricia Isabel Méndez Martínez, acusa que los funcionarios que fungirían como presidentes de casilla “son los más visitados por los priistas”. Y les piden que dejen su cargo como funcionario de casilla y sean representantes del PRI. Otros, señala, se van por temor a represalias. Y los cacha el tricolor.
“Algunos dicen que no —cuenta la consejera—. Algunos nos están renunciando, pero tampoco tienen el valor los ciudadanos. Yo los invito a que denuncien y les dicen que si no le entran se van a arrepentir. Ya estamos hartos que sigan prevaleciendo esas viejas prácticas y sí le pido al señor Vasconcelos que juegue limpio”.
La imputación es directa. Dice que esos casos ya están en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales. Ahí tendrá que determinarse la responsabilidad. Ahí tendrá que enfrentar la ley Carlos Vasconcelos.
Otra consejera, Tania Pamela Mijares Díaz, va más allá. Hay presión a funcionarios de casilla no sólo en Coatzacoalcos —dice— sino que se replica en Nanchital y Agua Dulce. O sea, los tentáculos del priista Carlos Vasconcelos se extienden a otros municipios del sur de Veracruz.
Así hablaban los pejeconsejeros el martes 16. Dos días después, el jueves 18, la embestida los cimbró.
A excepción de Morena, el resto de los partidos y hasta el representante del candidato independiente, Esteban Valles, acusaron a los consejeros del INE de mentir, de involucrarlos en una vendetta contra el candidato priista, motivados por su filiación al pejepartido.
Encabezó la reyerta el representante del Partido de la Revolución Democrática, Federico Carrera Martínez, de colmillo retorcido y pésimo historial. Lo secundó el panista Moisés Nava Ramírez.
Si lo sabían los consejeros, si hay presión contra los funcionarios de casilla e identifican al PRI y a los operadores de Carlos Vasconcelos, por qué no lo denunciaron ante la Fepade. Y si actuaron por su cuenta, viciaron la prueba. “Rompieron el protocolo”, señala Nava Ramírez. “Son cómplices y tienen una marcada parcialidad”.
Carrera fue más allá. Carrera denunció que desde el 7 de abril solicitó la remoción de los consejeros por sus vínculos con Morena, y el procedimiento se estancó.
Citó a García Joffre y Tania Pamela Mijares como morenistas o vinculados a elementos de Morena. Y sembró la sospecha sobre otros cuatro consejeros: Juan Miguel Hidalgo Ruiz, Janet López López, Javier Félix Martínez Sotelo y Patricia Isabel Méndez Martínez.
“Noé García Joffre —señaló Carrera— está afiliado a Morena con el número 485271. La fecha de afiliación es del 6 de octubre del 2013. Además, fue aspirante derrotado a presidir el comité directivo municipal en las elecciones que se llevaron a cabo en el salón de eventos Miramar el día 27 de enero del 2013. Estas pruebas están certificadas y nada más estamos esperando el resolutivo para la remoción del consejero, pero el daño que le están haciendo al proceso electoral es irreparable”.
De Tania Pamela Mijares Díaz acusó que es hija de Raquel Díaz Páez, candidata a regidora sexta en la planilla que Morena registró ante el Órgano Público Local Electoral para contender por la alcaldía de Coatzacoalcos.
Se quedaron cortos. Los padres de Tania Pamela Mijares Díaz presumen un compadrazgo con el diputado local Amado Cruz Malpica, coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso de Veracruz.
Javier Félix Martínez Sotelo es hijo de Javier Félix Martínez García, coordinador de la estructura electoral del PRD en la elección de 2012, a las órdenes de la hoy diputada Rocío Nahle García.
Su labor fue pésima. Descuidó 150 casillas donde el PRD no tuvo representante, tácitamente la mitad de las casillas del distrito de Coatzacoalcos. Ganó Andrés Manuel López Obrador pero no como el Peje suponía, y Rocío Nahle, pese a tener una excelente votación, fue derrotada por el priista Joaquín Caballero Rosiñol, que así obtuvo su plataforma para saltar hacia la presidencia municipal un año después.
Seis años antes, en 2006, AMLO le pegó 3 a uno a Felipe Calderón y al priista Roberto Madrazo. En 2012 apenas si venció a Peña Nieto.
El día de la elección, Félix Mar, como se le conoce, se desconectó. Apagó su teléfono celular y no fluyeron los datos de instalación de casillas hacia el cuartel electoral de López Obrador. Pese a ello, y contra la opinión de muchos, permaneció en el equipo de Rocío Nahle.
Félix Mar le ponía más atención a Estela, una joven alzada y déspota, a quien el perredismo llamaba “la primera dama de la estructura electoral”. Era de los privilegiados que contaba con un partida mensual de recursos para operar, pero no dio resultado. Ese año Rocío Nahle perdió.
Su gente, su estructura no estaba en las casillas. Andaban en el búnker de la profesora Nora Cortázar Luna, mandamás de Movimiento Ciudadano.
En 2016, en la elección de gobernador y Congreso, Tania Pamela Mijares actuó igual que este 2017. Acusó de presiones a funcionarios, pero no lo probó.
“Algunos militantes o simpatizantes de candidatos —dijo la pejeconsejera— han visitado a los funcionarios para pedir datos sobre el material electoral”.
En esos días protagonizó un escándalo por presunto acoso sexual del vocal del Registro Federal de Electores, que nunca llegó a los tribunales. Tampoco el INE procedió contra el presunto agresor, quien se alejó por una incapacidad médica. Nada pasó.
Huele a Morena el INE. Noé García Joffre y Javier Félix Martínez Sotelo aparecen en el padrón de militantes del pejepartido. Los padres de Tania Mijares presumen compadrazgo con el coordinador de Morena en el Congreso de Veracruz, Amado Cruz Malpica, y su madre es candidata a regidora sexta en la planilla que contiende por la alcaldía de Coatzacoalcos.
De los seis consejeros, tres son morenistas. La mitad del INE huele a Morena.
El INE no es el santuario de la honestidad. Desde ahí se ganan elecciones o se arrebatan con fraude. Desde que era IFE, el PRI siempre tuvo control, con una burocracia que dirigía la capacitación y excluía a los ciudadanos que renunciaban a la legalidad y con consejeros a modo para validar las marrullerías del tricolor. El PRD tuvo a los suyos. Morena no se podía quedar atrás.
Arde, pues, el INE. Se confrontan los pejeconsejeros con el PRIAN y sus aliados, acusando todos, a excepción de Morena, que el principio de imparcialidad se ha perdido, que la elección está amañada.
Vasconcelos no es un santo. Nunca una Amenaza ha tenido santidad. Ha repartido despensas y promete que va a repartir más. Con dádivas se allega adeptos. Y si los consejeros del INE lo embisten, les echa montón.
Por el candidato del PRI, los partidos enfrentan a los consejeros, agudizan la crisis y el caos en el órgano electoral.
Y por su tufo a Morena, los quieren echar.
–
Archivo muerto
–
Más espinas en el caso Eva Cadena. Si la Fiscalía del Estado y la Fepade pretenden acusarla a partir de una prueba electrónica, ya estuvo que se les fue. Y peor cuando los tres videos difundidos por el periódico El Universal están editados y mutilados, recortados algunos de los nombres que implican a parte de la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional en Veracruz. ¿Procede o no el desafuero de la diputada por el distrito Coatzacoalcos Rural? Bulle la pregunta en el ánimo de legisladores. Si la prueba electrónica se desestimó para tumbar la elección de gobernador en 2010 y evitar que Javier Duarte llegara al poder, la circunstancia indica que ocurrirá igual. La prueba electrónica y su origen ilegal —haber captado a Eva Cadena sin su consentimiento— echarían por tierra el caso. Dilema en el Congreso de Veracruz. Dilema porque hay voces que reclaman el desafuero de Eva Cadena para que sea juzgada, pero los legisladores estarían transgrediendo la fina línea de lo legal. Algo suena mal… Detalles del episodio de cárcel del célebre Paco Bastar: fue denunciado penalmente el 3 de enero de 2007, acusado de abuso de confianza en agravio de Yesoductos, Dragados y Canales, y de su propietario, el constructor Marco Antonio Juárez Torres, ya fallecido; se le instruyó la causa penal 43/07/I y se le giró la orden de aprehensión 67, de fecha 28 de febrero de 2007. Al cuñado incómodo del candidato de Morena a la alcaldía de Coatzacoalcos, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, le imputaron haber rentado y no devuelto un camión marca Dina con valor de 150 mil pesos, modelo 1992; dos máquinas de soldar marca Lincoln SAE valuadas en 60 mil pesos cada una; un tramo de manguera, ocho juegos de andamios, y una batería de 27 placas. En suma, casi 300 mil pesos. Su compañía, Bastar, S.A. de C.V., presuntamente construiría una bodega en Ciudad Olmeca, pero al acudir a constatar la existencia física de la maquinaria y camión, el personal de Yesoductos se percató del engaño. El equipo fue usado para cumplir con el contrato CO-RMIN-025/05, asignado por la Coordinación de Mantenimiento del Área 5 de la Refinería de Minatitlán. Paco Bastar no devolvió el equipo ni lo pagó. Prefirió ir a la cárcel y pasar seis meses a la sombra, primero con el Mata Abuelas, un criminal con instintos pasionales, y luego como chalán de Bruno Rodríguez Marina, hijo del empresario Alberto Rodríguez Córdova, el famoso “Güero Torreón”. Aquel fue un caso. Hay más. Algunos juicios mercantiles implican al candidato de Morena, Víctor Carranza y a parte de su familia. Uno de ellos, incluso apenas de este abril, prácticamente en vísperas de la campaña por la presidencia municipal de Coatzacoalcos, donde se le declara en rebeldía y a su hermano Héctor “confeso de los hechos”. Diría el nunca olvidado Pompín Iglesias: “Qué bonita familia”… Un día mal y otro peor en el PAN-PRD. Dejan fuera a Claudia Bonilla y su marido, el empresario del transporte, Ramón Ortiz Cisneros, se les va. Carga su juego en el PRD, donde su hermana Mariela busca ser candidata a regidora segunda. Grupo Ortiz se viste de amarillo y fortalece al PRD. Y el PAN, rebasado en toda la línea, en vez de crecer, le pide a las tribus del PRD que le bajen a la campaña y de paso, terminan restándole fuerza al candidato, Jesús Moreno Delgado, uno de los alumnos más aventajados de Marcelo Montiel, con el que finge pleito. Mariela Ortiz fue impugnada y eso lleva a Ramón Ortiz a una encrucijada: o se le tira al piso a Jesús Moreno o abandona la alianza PAN-PRD. Y no puede sumarse al PRI, pues su acérrimo rival, Carlos Vasconcelos Guevara, el candidato tricolor, no lo deja pasar. O sea, donde va, lo tratan mal. ¿Qué le queda a Ramón Ortiz? Tocar las puertas de Morena. Ahí puede inyectar su inversión, negociar espacios de confianza en el próximo ayuntamiento y cobrarle al PAN-PRD el doble agravio que sufrió. Como dice el gallego: nomás por joder…
–
–
Foto: Presencia, Formato 7