* Esteban Bautista provocó implosión en Morena * Ahora le inventan misoginia * Alcaldesa de Sayula sí tiene mala reputación * Otra de Gersaín Hidalgo: crear un nuevo sindicato y que lo maneje “su señora” * Tania quiere la alcaldía a contrapelo de Nahle * Silviano no le atina ni a los penales sin portero
Tiene precio la cabeza de Esteban Bautista. Por destrozar intereses, exhibir corrupción, por revelar el saqueo en el Congreso de Veracruz, las transas de Gómez Cazarín, el racismo de Marié y Fararoni, la mafia de Morena lo quiere echar.
Halló contratos leoninos y los ventiló, las 60 tablets y un sistema informático sin licencias con sobreprecio de 7 millones de pesos.
Reveló privilegios en la nómina, asistentes con salario de 70 mil pesos, la banda del ex líder del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarín, incrustada en la estructura de corrupción, y hasta un jardinero con sueldo de 135 mil pesos al mes.
Hurgó y encontró. Abrió el drenaje y fluyó un río de intereses, enclaves de poder, diputados que vienen de la Legislatura anterior traficando prebendas, negocios, perfilando candidaturas para la elección de alcaldes en 2025.
Y aguantó el embate, la respuesta del cuitlahuismo, sin dar medio paso atrás.
Y los sentenció: “no me van a doblegar”.
Y no lo han doblegado.
No hay precedente de un presidente de la Junta de Coordinación Política que haya exhibido la corrupción de sus compañeros de partido. No se dio en tiempos del PRI y no se dio en el bienio del PAN. Hoy es Morena contra Morena. Esteban Bautista, coordinador de la fracción morenista, contra Juan Javier Gómez Cazarín, su antecesor.
Morena, pues, comenzó a crujir.
Ya enfrentó el embate mediático, la metralla de la prensa servil, los amanuenses de Gómez Cazarín que imaginaron que lo iban a quebrar. Y ahí sigue.
Bautista Hernández fue repelente al PRI en sus años de mayor poder, al fidelismo, al duartismo, después al yunismo y mandó al diablo al ex gobernador morenista Cuitláhuac García y su perro de caza, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, ex secretario de Gobierno, que creyeron que a los originarios de la Sierra de Soteapan se les puede someter.
Dos pelafustanes con tendencia al bajo mundo, Paul Martínez Marié y Rafael Fararoni, diputados por Perote y San Andrés Tuxtla, armaron una revuelta en el Congreso con tintes racistas, esgrimiendo el origen indígena del maestro Esteban Bautista, provocando la reacción de condena, la voz de organismos no gubernamentales que denunciaron el agravio en esferas internacionales. Y no se arredró.
Y luego vino la escaramuza por las corruptelas en el Congreso, los contratos con sobreprecio, el incumplimiento del proveedor PubliContenidos Kapitel S. A. de C. V. con las tablets de 7 millones de pesos; el jardinero con salario de 135 mil pesos al mes; los asistentes de 70 mil mensuales; la pandilla de incondicionales de Gómez Cazarín a los que Esteban Bautista tiene en la mira.
Del cónclave con Gómez Cazarín y la gobernadora Rocío Nahle García, el líder del Congreso salió con más cuerda. Nahle no le ató las manos ni lo amordazó. Salió a ofrecer que la limpia va a continuar.
Morena, pues, se estremece.
Hoy, le imputan misoginia por tocar con una frase a la bandolera Lorena Sánchez Vargas, alcaldesa de Sayula de Alemán, implicada en delitos de alto y bajo nivel, complicidad con grupos criminales, saqueo al erario, falsificación de firma, nepotismo, el autosecuestro de su hijo, protección a bandas de huachicoleros y hasta el crimen de dos policías en San Juan Evangelista.
Y como el líder del Congreso le llamó “de dudosa reputación”, la mafia de Morena lo tilda de misógino. Y detonan el ataque en prensa nacional, en Reforma y Excélsior.
Si algo caracteriza a Esteban Bautista es su respeto a la mujer. Dígalo, testifíquelo la maestra Minerva Galán, su esposa, compañera de vida y de lucha en su natal Tatahuicapan.
“Yo con gente de dudosa reputación no apoyo –soltó Esteban Bautista a Lorena Sánchez Vargas–. Con gente que está en tela de juicio, no apoyo, no soy partidario de ellos”.
“Yo apoyo a hombres y mujeres que trabajan al servicio de la comunidad –apuntó–, pero gente que se ve inmiscuida en escándalos, no apoyo”.
Y se desmarcó. Que sea la Fiscalía de Veracruz la que indague y esclarezca el nivel de violencia, la violación a la ley, lo que ocurre en Sayula de Alemán.
Lorena Sánchez Vargas sí es dudosa reputación, como afirma el líder del Congreso de Veracruz.
La acusan ediles de malversar recursos, falsificar firmas para liberar pagos, maniobrar para deshacerse del tesorero municipal y enviarlo a la cárcel, de fingir el secuestro de su hijo, al que tenía en casa de un familiar en la Ciudad de México, de reprimir a un sector de la población que tomó el palacio municipal, atacándolos con porros.
Y hay acusaciones más tronantes.
De Lorena Sánchez Vargas, protegida del ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros, hay un retrato fiel. Lo hace el periodista Ignacio Carvajal:
“Se debe puntualizar acá que estos huachicoleros son los que trabajan asociados con la alcaldesa Lorena Sánchez Vargas. Reciben su protección, así como de la Guardia Nacional de Sayula que la cuida.
“La alcaldesa de Sayula, Lorena Sánchez Vargas, así como el mando de la Guardia Nacional de Sayula, están coludidos en la protección a la delincuencia organizada que amenaza la paz de otros municipios, y si no les ponen un alto ese cáncer no va a terminar”.
Sayula es un hervidero. El crimen organizado tiene patente de corzo, pasaporte de impunidad, la gracia del poder público, el disimulo de Morena.
Lorena Sánchez Vargas fue intocable, inatacable, cuando Eric Cisneros ejercía el poder y se entendía con grupos delincuenciales, como revelaron reportes de inteligencia militar divulgados por el Colectivo Guacamaya.
A diario teje un rosario de escándalos, al que alude Esteban. Y decirlo no es misoginia.
Fingió el secuestro de su hijo y la Fiscalía General de la República la exhibió. Fue acusada por su cabildo de malversar recursos de Sayula, de falsificar la firma del síndico, de usar documentos apócrifos para aperturar una cuenta en Banorte.
Urdió la desaparición, montaje policíaco y encarcelamiento del tesorero municipal, Rafael González Cárdenas, sólo porque le estorbaba en su afán por controlar el dinero del ayuntamiento.
Son los escándalos que ha protagonizado, por los que el líder del Congreso, Esteban Bautista le imputa su “dudosa reputación”.
No es misoginia. Pero es el pretexto de Morena para embestir al que exhibe su corrupción.
La cabeza del diputado, pues, tiene precio.
METADATO
Otra de Gersaín Hidalgo: crear un nuevo sindicato y que lo maneje “su señora”. Será un sindicato charro para hacer el 1-2, para atomizar a los empleados del ayuntamiento de Coatzacoalcos, un ganar-ganar. Los inconformes con el Sindicato Único de Empleados Municipales terminarían brincado al sindicato alterno, cayendo de nuevo en las manos del líder real del SUEM. Lo que no se sabe es cuál “señora” se encargaría de operar la patraña, si será la “señora oficial” o una de las dos “señoras” que integran la corte del pachá… Será lo que sea, pero Tania Cruz por lo menos tiene mejor perfil que Eusebia Cortés para la alcaldía de Coatzacoalcos. Y podrá tener un excelente perfil, pero la gobernadora, su ex promotora, no la dejará pasar. A contrapelo, iría por la candidatura de Morena. A contracorriente de la Norma Rocío Nahle García, de la que fue su alumna más aventajada hasta que brincó a la parcela del alcalde Amado Cruz Malpica. Y ahí se fracturó. Dice que irá por la nominación. Suena a misión imposible. Tiene la preparación, los estudios, el roce político, cuida sus palabras, no se acorrienta. No es como Eusebia Cortés, quien estudió en tres patadas, dizque ya es abogada –Yazmín le hacia pero a la fecha sigue sin aparecer su nombre y cédula en el Registro Nacional de Profesionistas, lo que le da categoría de “cachirul”. Tania Cruz Santos, dos veces diputada federal, tuvo todo para ser la figura de Morena a la alcaldía de Coatzacoalcos pero se le pegó a Amado y Rocío Nahle la vetó. Tiene el derecho a participar pero no tiene la gracia de la zacatecana que va a decidir… Habrá sido seleccionado nacional de futbol, pero Silviano Delgado ya no le atina ni a los penales sin portero. Sus pares en el deporte de Coatzacoalcos lo ven mal. Fue director del Deporte Municipal y nada aportó. Proliferó el negocio por encima del deporte, la renta de espacios. Será peor si Miguel Pintos Guillén llega a la alcaldía, pues crecerá la industria del futbol en cancha sintética o las franquicias de equipos de la Liga MX, negocio en el que Arturo Quintanilla Hayek, compadre de la gobernadora zacatecana de Veracruz, Rocío Nahle, es el zar…
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