* Duartistas interrogados * La expulsión del PRI no basta * Son “dimes y diretes”, se mofa * Show mediático: PAN * Natalia Callejas burla a contratistas * Negocio con proyectos de obra * Víctor Rodríguez no firmó el desplegado * 2016, año funesto para el comercio * A la congeladora, chofer del alcalde
Se mofa Javier Duarte del show priista, su expulsión avanzando, el montaje con el que el PRI simula combatir la corrupción. Ríe y bromea, ignorando el mensaje presidencial. Son “grillas, dichos, dimes y diretes”, acusa con sorna viendo a Los Pinos.
Ríe más la PGR. Ya le invadió el palacio de gobierno en Xalapa y ahora va por sus funcionarios, los implicados en la denuncia que activó todo, la embestida de su verdugo y sucesor, Miguel Ángel Yunes Linares, que sacude las estructuras duartistas, los enclaves de poder, y la de las empresas fantasma que documentó el portal Animal Político.
Esos no son “dimes y diretes”. Es acción judicial por el enriquecimiento ilícito, la red de prestanombres, los 3 mil millones de pesos o más desviados, por la malversación de los recursos de origen federal.
Es la PGR hurgando en el feudo duartista, armando el caso que lo lleve a juicio y de ahí a prisión. Indaga por cada peso que pasó por las manos sucias del gordobés, convertidas a la postre en mansiones en Woodlands, Texas; Maricopa o Miami; en Barcelona o Bilbao; en Valle de Bravo o Ixtapa-Zihuatanejo, o en Las Lomas, Polanco o Mazarik.
Decía Javier Duarte que lo suyo es convertir a Veracruz en una economía sólida, sacarla del top ten de los estancados, hacerla brillar.
Es, como Dondald Trump, su relación “informal con la verdad” pues la inversión que presume se esfumó donde la violencia comenzó a imperar, donde los cárteles comenzaron a cogobernar con alcaldes y con el mismo gobernador.
Sofista puro, engañador con verdades huecas, Javier Duarte no es víctima sino tirano en el saqueo a Veracruz, en la espiral de violencia, en la desbordante corrupción perpetrada por su pandilla y en la quiebra financiera.
Le cobra el PRI la derrota por la gubernatura, atribuyendo que fue su imagen deplorable y la repulsa social lo que provocó el voto de castigo. Lo asedia la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la base de la denuncia de Yunes azul, documentada la ruta del dinero, la salida de los millones de las arcas del gobierno, el lavado y la compra de mansiones, y la red de empresas fachada que Animal Político reveló, investigadas por el Servicio de Administración Tributaria.
Precisa el gobernador que lo del PRI, la suspensión de sus derechos partidistas como paso previo a su expulsión es show.
“Cuando mucho nos distrae la agenda de la política —agrega—, de las grillas, de los dichos, de los dimes y diretes, nosotros respondemos con trabajo, con resultados, y respondemos con agenda seria (…) Lo otro queda en el anecdotario”.
No en el anecdotario de la PGR ni en la agenda del presidente Enrique Peña Nieto.
¿Qué se comió Javier Duarte? No se sabe. Quizá 50 mil millones de pesos de origen federal, que malversó, desvió, por los que la Auditoría Superior de la Federación también presentó denuncia penal.
Más cínico que ingenuo, desdeña las acciones del PRI con soberbia y burla. Celebra también que la PGR actúe y documente que él está limpio.
En respuesta, actúa de nuevo la Procuraduría General de la República —primero fue una diligencia y este martes 27 interroga a cuatro funcionarios duartistas, entre ellos el contralor Ricardo García Guzmán y el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, ex titular de Finanzas, Tomás Ruiz González.
Va por el ellos a la Secretaría de Finanzas y Planeación y ahí cuestiona su rol en el saqueo, si es que lo tuvieron, si es que supieron y callaron, lo que equivale a complicidad.
Jair García, en La Jornada Veracruz, lo describe a detalle:
“Agentes federales de la Procuraduría General de la República (PGR), respaldados por policías de la Agencia de Investigación Criminal interrogaron y tomaron la declaración del contralor general del estado, Ricardo García Guzmán; del secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González; del procurador fiscal, Javier Yáñez Vázquez y del tesorero Arnulfo García Fragoso.
“De manera sorpresiva, la mañana del martes los dos funcionarios de despacho fueron visitados por los agentes de la PGR, quienes les pidieron trasladarse a las oficinas de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), donde se hicieron diversas diligencias como parte de las denuncias que existen contra el gobierno de Veracruz por el desvío de recursos de más de 35 mil millones de pesos, e igualmente trascendió, relacionadas con las denuncias existentes contra el gobernador Javier Duarte de Ochoa por los delitos de desvío de recursos, enriquecimiento ilícito y uso indebido de funciones.
“El primero en recibir la visita de los agentes federales fue el titular de la SIOP, Tomás Ruiz González, quien llegó alrededor de las dos de la tarde a la Sefiplan acompañado de los policías de la Agencia de Investigación Criminal para realizar diversas diligencias, particularmente en el área de la Tesorería.
“Luego de alrededor de una hora, Tomás Ruiz González pudo salir de esa oficina y continuar con sus actividades, de acuerdo con las versiones de los propios empleados de la Sefiplan que se vieron sorprendidos por el operativo montado por la PGR en esa dependencia.
“El segundo funcionario que recibió la visita de los agentes federales fue el titular de la Contraloría General del Estado (CGE), Ricardo García Guzmán, quien prácticamente fue sacado de su oficina, donde se encontraba laborando con normalidad.
“Ahí, llegaron los elementos de la Agencia de Investigación Criminal fuertemente armados y tras reportar su ingreso a Palacio de Gobierno, el secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, intentó recibirlos y hacerlos pasar a su despacho, pero le informaron que no venían a una visita de cortesía, sino que tenían la encomienda de pedirle al contralor que los acompañara a las oficinas de la Sefiplan.
“De esta forma, los agentes federales ingresaron a la oficina de la CGE y luego de unos cuantos minutos, el contralor Ricardo García Guzmán salió junto a ellos y los acompañó a la Secretaría de Finanzas y Planeación, donde ya lo esperaban agentes del Ministerio Público (MP) Federal para hacer una intervención en la Procuraduría Fiscal”.
Punto clave, crucial, es la Procuraduría Fiscal. Por ahí pasó su primo político, Jorge Fernando Ramírez Tubilla, primo hermano de la esposa del gobernador, Karime Macías Tubilla e hijo del abogado Jorge Ramírez Perez, señalados todos en la compra de una casa en Maricopa, Arizona, Estados Unidos.
“Apenas por la mañana —agrega Jair García—, el contralor Ricardo García se jactaba de no tener miedo por las denuncias en curso, pues aseguraba que él no cometió ninguna irregularidad, sin embargo recibió el mismo trato como si fuera parte de los funcionarios investigados.
“Fue hasta cerca de las siete de la noche que concluyeron las diligencias en el área de la Procuraduría Fiscal de la Sefiplan, e incluso al personal se le pidió que ya no regresara a trabajar.
“Por ello, se pudo observar afuera de la oficina del procurador fiscal como se encontraban algunos elementos policíacos de la Agencia de Investigación Criminal resguardando a los elementos federales que se encontraban haciendo el interrogatorio a funcionarios estatales.
“En esta diligencia, el titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, no fue requerido y únicamente fue informado sobre la presencia de personal de la PGR.
“Trascendió que otros ex funcionarios que igualmente fueron requeridos y buscados para tener su declaración fueron el ex titular de la Sefiplan y actual delegado del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Salvador Manzur Díaz, quien incluso se encuentra amparado para no ser molestado por la PGR; de igual forma el ex delegado de la Secretaría de Economía (SE), José Antonio Mansur”.
No es algo menor. Lleva filo la acción de la PGR, tocando las puertas del gobierno duartista, pertrechada con policías de la Agencia de Investigación Criminal, como lo hiciera el día que en palacio de gobierno abordó al secretario Flavino Ríos.
Lo del PRI es montaje y farsa, simulación de combate a la corrupción.
Lo de la PGR es aviso que la cárcel les espera.
Hace mofa Javier Duarte viendo hacia Los Pinos y Los Pinos aprieta, vía la PGR, sobre la denuncia penal.
No basta la expulsión del PRI. Merece cárcel.
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Archivo muerto
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Acusa el PAN que entre el PRI de Enrique Ochoa Reza y Javier Duarte hay un montaje, una pantalla mediática. Su expulsión es una falacia para simular que el priismo combate la corrupción: “Si bien, el que le hayan impuesto la suspensión de sus derechos partidarios porque sospechan que es un corrupto y transgresor de la ley, es una medida insuficiente ante el cúmulo de irregularidades registradas en el ejercicio público y administración del erario de una de las entidades más endeudadas a nivel nacional”. Agrega en su posicionamiento: “En el PAN no necesitamos más pruebas para afirmar que Javier Duarte ha encabezado el sexenio más corrupto en la historia de Veracruz, herencia de su mentor Fidel Herrera”. Veracruz —dice el comunicado panista— es el ejemplo de lo que puede hacer un grupo de delincuentes para beneficiarse y enriquecerse a costa del hambre, la salud y la seguridad de los veracruzanos. “Veracruz —sentencia— ha estado, los últimos 12 años, en manos de un grupo de políticos que han actuado como hampones, es decir, como integrantes de una organización criminal”. Y resume: “Ahora, la medida asumida por el PRI se mira más como protección a uno de sus integrantes que una sanción encaminada a aplicar la ley y la justicia”… Rapaz, Natalia Callejas se lleva lo último que hay en el presupuesto de Espacios Educativos. Su treta es asignar obras para construir aulas, que el contratista realice el proyecto, lo entregue y sea validado. Luego dice que la lista de obras se modifica y el contratista deberá realizar nuevos proyectos de obra. Revende así los proyectos al contratista que ejecutará finalmente los trabajos. O sea, coyotea la señora Callejas en los últimos días del duartismo… Otro que se deslinda de Javier Duarte es Víctor Rodríguez Gallegos, líder estatal del Movimiento Territorial del PRI. Su nombre aparece en el desplegado en que dirigentes priistas enfrentan al dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, solidarios con el gordobés. No suscribió el documento ni es suicida para desafiar a Peña Nieto y al dirigente nacional. Se indigna pero se doblega, imaginando el ex candidato a la diputación local, marcelista puro, que la lengua de Javier Duarte aún es letal, que si abre la boca devela secretos oscuros y pecados del priismo, el financiamiento subterráneo. Mejor callar… Funesto el 2016. Para olvidar este año en que los comerciantes se fueron a pique, a la quiebra, al cierre de sus negocios. Dice el líder de la Canaco en Coatzacoalcos, Eduardo Campos, que llegan 100 franquicias pero han cerrado otro tanto de restaurantes. No hace poco, hablaba la Canaco de más de 200 comercios que bajaron la cortina, con su consabido despido de personal. Igual andan los hoteleros, arrastrando la cobija, sin huéspedes ni eventos especiales. No se mueven los ayuntamientos, no realizan obra pública. Permanecen sin planes y ni proyectos que signifiquen una derrama económica que fomente y proteja la generación de empleos… Un tiempo, para que aterrice, se va a la congeladora el chofer incómodo del alcalde. Lo bajaron del auto, con ánimo de que se enfríe, y ahora Isaac Hernández Galicia pasó a ser el mandadero oficial. Unos días se le vio gris, sin ínfulas ni alarde, a distancia de Joaquín Caballero, en cuya casa solía estacionar los cinco o seis vehículos que presumía eran de su propiedad, y que servían para la reventa del autos. Nadie conoce tan a fondo los secretos del alcalde de Coatzacoalcos, sus idas y vueltas, la agenda del edil, como Isaac…
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Foto: Sin Embargo MX