* Corintia, Ricardo Orozco, Pedro Montalvo * El pacto de la complicidad * Violan sellos de PROFEPA * Alfredo Ramón no acredita ser dueño de predio * Amadeo y los poliyunes * Algunas cosas “son falsas” * Bolaños, en manos del OPLE
De la mano, como socios, caminan Héctor Yunes y Javier Duarte. Acuerdan en las sombras, simulan ruptura y conflicto, y concretan una cuota de duartistas que van a contender por el Congreso de Veracruz. Son lo mismo.
Cómplices, pues, nada hay del ajuste de cuentas alardeado, del castigo a los que saquearon Veracruz, de los que burlaron la buena fe de los veracruzanos, de los que acumularon oro cuando la pobreza se extendió entre la sociedad y la violencia comenzó a sembrar dolor.
Pactan bajo la mesa, lejos de los ojos de todos, Héctor Yunes con un discurso intragable de la honestidad pulcra, diametralmente opuesto a su doblez ante el fidelismo y el silencio en el duartismo, y Javier Duarte cínico, burlón, desafiante, expresando que él es un activo del PRI —los locos también se jactan—, el fiel de la balanza, el que decidió al candidato, el que controla el recurso de campaña, ahí la explicación de tanto dinero sin justificar.
Se destiñe el discurso del candidato del PRI al microgobierno de Veracruz —medicina carcelaria, prisión a los saqueadores— cuando emergen los nombres del duartismo y son los ahijados directos del peor sátrapa en funciones, o los hijos políticos de los operadores del caos y del desastre veracruzano.
Se diluyen los anhelos de quienes creyeron que Héctor Yunes podía ser diferente con solo decirlo, con una prédica insólita de honestidad cuando en los hechos convalida por omisión la deshonestidad de quienes acompañaron a Javier Duarte en la “plenitud del pinche saqueo”.
Van los peores ejemplares del duartismo y anexas en la lista del PRI. Va Corintia Cruz Oregon, la joven política que tendrá que contender por el distrito Xalapa Urbano, un rastro donde no gana el PRI ni en sueños, donde la oposición, sea Morena o la alianza PAN-PRD lo descarnará y le arrancará la piel.
Si hay un lugar más enconado contra Javier Duarte es la capital, por el adeudo-robo a la Universidad Veracruzana, por la pasarela de políticos corruptos que militan en el gobierno de Veracruz, por la exposición de las trapacerías del grupo en el poder, por la constante irritación de los familiares de desaparecidos, de los colectivos que condenan la indiferencia oficial, donde se rienda a la represión de grupos campesinos, de estudiantes universitarios, de periodistas que sufren acoso, asedio, agresión, que se van al exilio y allá los matan, como ocurrió con Rubén Espinosa Becerril, de Proceso, Claroscuro y AVC.
En Minatitlán, postula el PRI a un títere con iniciativa: Ricardo Orozco Alor, ahijado de Flavino Ríos Alvarado, alias Flavino Oaxaco, pues nació en aquella entidad y violando la ley, usando una acta de nacimiento hechiza, ha ocupado en Veracruz cuanto cargo le ha permitido la corrupción.
Pasó Ricardo Orozco por el sindicato del Instituto Tecnológico de Coatzacoalcos, luego fue director, y desde ahí usaba a los jóvenes estudiantes como carne de cañón, operando campañas, convertidos en repollos del PRI, a cambio de calificaciones, a cambio de pervertir la educación.
Llegó luego a Consorcio Clavijero, bajo el padrinazgo de Flavino, entonces al frente de la Secretaría de Educación. Ahí se quedaría Ricardo Orozco mientras su padrino reprimía pensionados, ya en la Secretaría de Gobierno, mientras realizaba el trabajo sucio para Javier Duarte, premiados con una candidatura con todas las de perder.
Otro candidato será Pedro Montalvo, de pésimo historial, ex titular de la Comisión de Espacios Educativos de Veracruz, donde se halla una buena cantidad de recursos federales no solventados por el gobierno duartista.
De naranjero pasó a político, llegó a alcalde de Omealca, diputado federal de Zongolica en tiempos fidelistas, director de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz, donde robar es deporte, y de ahí a COEDUCA con el consabido daño a las arcas.
Fue la CAEV su caja chica. Practicó ahí el nepotismo, señalado su hermano Mauricio de operar licitaciones de obra amañadas en la delegación en Fortín de las Flores, según refiere el columnista José Ortiz Medina en su En corto… sin cortes.
CAEV fue, con Pedro Montalvo, un drenaje profundo: 420 millones de pesos en obras, pasadas por la mano del hermano Mauricio. Con Francisco Valencia, Paco Grasa, el desinflado aspirante a reventar la alianza PAN-PRD, fue peor.
Opera para todos Pedro Montalvo. Lo mismo para Fidel Herrera que para Javier Duarte, para su padrino Francisco Portilla Bonilla, al que se le crucificaban los ambulantes siendo alcalde de Córdoba, que para Héctor Yunes porque alguien tiene que hacer la chamba sucia.
Lo apretó el gobierno federal al no ver claro en la inversión en el programa Escuelas Dignas, razón por la que maestros y supervisores, hartos del moche y el diezmo, optaron por arreglarse en directo con los constructores.
Será Pedro Montalvo candidato del PRI a diputado por el distrito de Cosamaloapan, con todo y su duartismo a cuestas.
Ni ruptura ni conflicto entre Héctor Yunes y Javier Duarte. Se entienden y simulan tirantez, como lo recomendó el gobernador, ejerciendo la crítica consensada para embaucar a la sociedad. “Yo mismo le recomendé a Héctor que comenzara a criticarme”, dijo el gordobés a Imagen de Veracruz, revelando con un lapsus tarugus la mecánica del engaño.
Unos días fue áspero Héctor Duarte y con la misma se amordazó.
Y Héctor Yunes volvió a ser Héctor Yunes. Dejó el tono belicoso, acusatorio, contra Javier Duarte pues la ruptura era un show y para eso se requiere tener venal actoral, y ni al de Soledad de Doblado y menos al jarocho que encalló en Córdoba, se les da.
Decía que la obsesión está en Miguel Ángel Yunes y en el gobernador de Veracruz. Y que él, don Héctor de Soledad de Doblado, mejor se ocuparía de reconstruir la entidad.
Eso decía y nadie le creía ni le cree.
Le bajó de pronto a sus proclamas carcelarias, a los alardes de pasar por la justicia al gobernador, a la pesca de peces gordos, peces azules y peces globo en El Estero o en Casa Veracruz.
Su nuevo cuento es que va a instaurar un grupo antisecuestro, que ya existe; que habrá mando único policial, que también existe; que regresará la grandeza a Veracruz, como también lo prometió el próspero hablador en los albores de su vilipendiado sexenio.
Nada es real. O sí. Lo real es que hay puentes de complicidad entre Héctor Yunes y Javier Duarte. Los detecta Filiberto Vargas, reconocido periodista, en su columna Punto de Vista, el 8 de marzo, revelando que la campaña “va lenta” y que el aspirante no prende y que había —y hay— supuestos diálogos en lo oscurito con el gordobés.
Dice Filiberto Vargas: “Las señales están ahí. Cada día resulta menos creíble esa supuesta ‘ruptura’ entre Héctor Yunes y Javier Duarte. Hay versiones —no confirmadas— de encuentros, de reuniones subrepticias entre estos dos personajes. El diseño de la lista de candidatos a las diputaciones locales habría sido producto de acuerdos entre ambos”.
Agrega Filiberto: “La distancia, en los hechos, existe, porque así lo han convenido ellos, pero sigue pesando el compromiso que —aseguran— Javier Duarte hizo en la capital del país: ‘El PRI no perderá en Veracruz’ ”.
Refiere que el operador es Flavino Ríos Alvarado, secretario de Gobierno, para restañar heridas y entra a escena Enrique Ampudia, secretario particular, ex amigo de Miguel Ángel Yunes Linares, todo un Hampudia, según el periodista Andrés Timoteo, rufianazo que espía hasta a los de casa, que hurga, que asedia, que hostiga. Así pues sí.
Pero lo medular está en lo que acuerdan Héctor Yunes y Javier Duarte: las listas de candidatos a diputados que “habría sido producto de un acuerdo entre ambos”. El duartismo se apresta a tomar el Congreso de Veracruz con la venia, cual debe de ser, del duartista Héctor Yunes.
Afloran ya los nombres del duartismo, los hijos políticos del gobernador, acuerpados por Héctor Yunes Landa, con los que pretende controlar el Congreso de Veracruz.
Obvio, vía Héctor, el duartismo se quiere quedar.
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Archivo muerto
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No acredita aún Alfredo Ramón ser dueño del predio Zona Dorada y ya atropella hasta a la PROFEPA. No llega aún la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación —la resolución salinista para consumar el despojo— a Xalapa, al Tribunal Superior de Justicia, y ya dispone el abogado de un terreno que tardará años en poder disfrutar, si es que puede. Estalló el escándalo por la destrucción del ecosistema, por desaparecer dunas, por la muerte de un coyote y el riesgo de que se disperse la manada y se afecte la fauna y flora silvestre, y Alfredo Ramón ignora una disposición legal: la inviolabilidad de unos sellos de clausura. Los colocó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la noche del martes 15, y un día después la maquinaria enviada a realizar la destrucción de las dunas volvía a operar. ¿Cuál es la sanción por violar sellos de clausura? ¿Qué autoridad debe dar parte al juez federal? Qué absurdos dice Alfredo Ramón. Presume ser el dueño del predio desde hace 44 años cuando que las escrituras no tienen esas antigüedad. Nunca tuvo la posesión del predio. Desconoce la existencia de la lagunilla que se halla en su interior, el lagarto que hoy mide más de dos metros, el nido de serpientes corrillo, unas 10 por lo menos, otras especies que ahí habitan, incluso guacamayas. Haber colocado ahí, a pie de la carretera antigua a Minatitlán, hoy Avenida Universidad, un puesto de naranjas,hace años, no acredita posesión. Su enredo es de antología. Y lo peor es ostentarse como dueño del predio, socio del matacoyotes José Antonio González Anaya, director de Pemex y ex concuño de Carlos Salinas de Gortari, cuando el litigio no termina ni terminará en los próximos años. De un momento a otro habrán denuncias penales y juicios civiles, y las cortes internacionales como última opción. Y el matacoyotes González Anaya, enredado. Por lo pronto, debe PROFEPA dar vista al juez federal para proceder al encarcelamiento del falso dueño que violó los sellos de clausura… Maniobrero y falaz, dice Felipe Amadeo Flores Espinosa que el hallazgo de la familia Yunes Landa en la nómina del IPAX puede ser información falsa. Aquí, en INFORME ROJO, se reveló el caso, el lunes 14: César y Rafael Yunes Landa, su papá Cesar Yunes Faisal, y el sobrino Jesús Yunes García, acreditados como parte del personal para poder disponer de un permiso de portación de arma. Confirma que así es, que la información es real, demostrable, auténtica, la réplica enviada por César Yunes Landa a este columnista. Y ahora sale el espurio líder del PRI en Veracruz, Felipe Amado Flores Espinosa, con que es falso lo difundido, un hallazgo periodístico de altísimo impacto en la campaña del candidato priista, Héctor Yunes Landa. Difunde sus palabras el portal Al Calor Político. Disfrazarse de policías, como lo exige el IPAX para acreditar una personalidad policíaca que no se tiene, para engañar a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Secretaría de Gobernación del gobierno federal, es además de inmoral e ilegal, grave. “Nosotros no los hemos visto en esa nómina”, dice el líder del PRI en Veracruz, el espurio Flores Espinosa pues se le impuso, no se le eligió, se violó el estatuto priista, se atropelló la prelación de dirigentes, se burló al priismo en general. “Salen muchas cosas, algunas son ciertas pero otras son falsas”, agrega Felipe Amadeo. ¿Y entonces por qué César Yunes Landa reconoce que lo publicado es verdad? Primero Liliana Yunes Yunes, hija del candidato Héctor Yunes, diciendo que este columnista calumnia —aún maduro la contrarréplica pero en breve la habrá— y ahora Felipe Amadreo sale con que la información es falsa. Agitémonos, pues… A un tris de irse de vacaciones Agustín Bolaños Castillejos. Este jueves 17, en el seno del OPLE estatal, se define la suerte del conflictivo consejero del OPLE en el distrito 29, el Coatzacoalcos Urbano. Se contrapuntea con los representantes de los partidos políticos, los increpa, justifica violaciones a procedimientos, como esa de permitir que el representante del Partido Verde participara en la sesión de instalación sin acreditación oficial, y en las redes sociales, con el pseudónimo de Tino Jr, se dedica a despotricar contra partidos y autoridades, lo que evidencia que imparcial no es, amén de que tiene vínculos con el ayuntamiento de Coatzacoalcos; dice darle órdenes al alcalde Joaquín Caballero Rosiñol; opera para la agente municipal de Villa Allende, Keren Prot; presume negocios con el regidor Noriel Prot, se le acusa de impulsar a un candidato independiente, y de defraudar a particulares al validar cesiones de derechos en compraventa de terrenos. Hoy, en el OPLE, en Xalapa, se espera una amonestación y quizá que lo echen. Los consejeros del OPLE estatal lo habían solapado pero los representantes de lo partidos insistieron en que hay violaciones al Código Electoral. Todo un caso Agustín Bolaños…
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