Funesto retrato, perfil de un cómplice. Es Javier Duarte inmóvil, tolerante, más que omiso, más que ajeno a la realidad. Calla y no actúa cuando la violencia devora a Veracruz, cuando el crimen de Rubén Espinosa le atrae el repudio, el juicio internacional.
Construye ese retrato su enemigo frontal, el cáustico Miguel Ángel Yunes Linares, cuyo conflicto viene por herencia fidelista. Lo describe solapador, implicado con la delincuencia, añeja la complicidad.
Autor: Mussio Cárdenas Arellano
Caso Rubén Espinosa: ahora el New York Times
Fama, la de Javier Duarte. Nada más 14 periodistas asesinados en su gobierno, asedio, amenazas, persecución. Por ello, 500 figuras de corte internacional que lo increpan. Y ahora el New York Times le dedica un editorial de repudio al crimen del fotorreportero Rubén Espinosa Becerril.
Toca al gobernador de Veracruz y a su patrón, el presidente Enrique Peña Nieto, señalado de omiso, de no hace “lo suficiente para proteger a los periodistas y combatir esta cultura de la impunidad”.
El crimen de Rubén Espinosa: presión internacional
* 500 personajes instan a Peña Nieto en carta abierta * “Investigar con integridad” * Actuar contra funcionarios estatales y municipales * El Chochol defiende a su verdugo * La verdad lo hará pedazos * Pepe Yunes ni se paró ni le aplaudió a Duarte * Joaquín desafía al gober Tronantes los aplausos, de qué le sirven a Javier Duarte cuando vienen de vasallos, y de mozos, y de una corte de enanos. Truenan por un instante y se apagan, ahogados por la voz de 500 figuras de excepción, algo así como la conciencia internacional, que expresan su repudio al …
Al otro reportero de Proceso que iban a ejecutar
* Jorge Carrasco informaba sobre el caso Regina * La revista responsabilizó a Javier Duarte de la amenaza * El ex corresponsal de Televisa y el jefe Zeta * Erick Lagos no quiere ser candidato * Víctor Rodríguez cierra la puerta al marcelismo * La alianza PRD-PAN va * Katia Carrillo a TV Azteca Rubén Espinosa se fue por miedo. Huyó de Veracruz el fotoperiodista, colaborador de Proceso, alertado del peligro, espiado y amenazado. Llegó al DF, confiado en que la distancia le salvaría la vida. Hoy está muerto.
Javier Duarte merece ser linchado
* El origen del conflicto es la represión * Ahora hostiga a amigos y compañeros de Rubén y Nadia * La investigación judicial es encubridora * No investigan las agresiones de 2012 y 2013 * Reagrupa Marcelo a sus hijos * Víctor Rodríguez, líder del MT * Crisis artificial en CMAS para justificar privatización * Asesinan a ex corresponsal de Televisa en Orizaba ¿Merece ser linchado? Sí. Merece enfrentar a la justicia, no usarla. Merece Javier Duarte ser linchado por la violencia provocada, por los crímenes de activistas sociales, de líderes campesinos, de ambientalistas, de 14 periodistas, por la …
Javier Duarte: culpable sí es
Cada golpe, cada insulto, la amenaza a su labor periodística o aquella voz que un día advirtió “deja de tomar fotos si no quieres acabar como Regina”, o sea muerto, implican a Javier Duarte, a su policía represora, a sus agentes armados que infiltran protestas, en el crimen de Rubén y en el ultraje a Nadia.
Cada acto de presión, el espionaje, la agresión, la destrucción de su material gráfico, el acoso a la activista social, o ser fotografiado a cada instante, o el asedio institucional contra las voces críticas, fue conformando el ambiente de culpabilidad que atrapa al gobernador de Veracruz.
Javier Duarte, “fuiste tú”
“Fuiste tú”, le gritan a Javier Duarte. No lo bajan de “asesino”. Lo asedian cientos. Lo increpan con furia a las puertas de Casa Veracruz. “Javier Duarte, fuiste tú”, reprochan, en la mayor protesta, acusado de provocar la ejecución del fotoperiodista Rubén Espinosa y la activista social Nadia Vera.
Marchan por la paz. Marchan contra el aprendiz de tirano. Marchan en respuesta al deslinde cínico del gobernador de Veracruz que así, sin más, como quien tiene el alma limpia, se dice ajeno al crimen de la Narvarte.
Javier Duarte, en caída libre
Si Javier Duarte despierta, podrá saber que su tiempo concluyó. Su sexenio ya no existe. Lo mató el asesinato de Rubén Espinosa, y el de Nadia Vera, y el de las otras tres mujeres en el crimen de la Narvarte, ultrajadas ellas, violentada su vida, no en un robo, no en una vendetta por drogas, sí en una ejecución.
Ha de alegar el gobernador de Veracruz que su mandato concluye el último día de noviembre, en 2016. Sí, pero políticamente está liquidado.
Rubén Espinosa: qué sicario tan bruto
Hay un nuevo modelo de sicario: el que caza a su víctima, la sorprende, la viola, la tortura, le descarga el arma y le da el tiro de gracia; sus huellas por todas partes, vuelve a su guarida y aguarda ahí a que llegue por él la autoridad. Algo así como matar y dejarse encarcelar.
Es único el procurador de justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, en el thriller de la Narvarte, la ejecución del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, la activista social Nadia Vera Pérez y tres mujeres más, una de ellas la colombiana Mile Virginia Martín, cuya identidad por días se encubrió con el apelativo de “Nicole”.
Javier Duarte: el crimen y los miedos
Agazapado, vive sus miedos Javier Duarte. No da la cara, no responde a las críticas, capotea el vendaval bajo la alfombra, oculto en la vergüenza, mientras Veracruz se sacude por el crimen del fotoperiodista Rubén Espinosa.
Triste papel, indigno y aberrante, el del gobernador de Veracruz a quien dentro y fuera de su estado, en México y más allá de sus fronteras, se le acusa de haber propiciado el clima de hostigamiento, las condiciones adversas para realizar el trabajo reporteril, la represión policíaca, el asedio, el espionaje, la amenaza y la intimidación.