Fácil de asustar, la rectora de la Universidad Veracruzana se sube al ruedo y luego se arrepiente. Primero imputa al gobierno de Veracruz la retención de recursos que ponen en riesgo a la institución. Después dice que siempre no, y acusa a otros (incluida la prensa) de inventar un conflicto donde no hay. ¿Qué esperaba Sara Ladrón de Guevara? El caso prendió, sacudió a todos. No es para menos tratándose de la máxima casa de estudios en Veracruz.
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