Xalapa, Ver.— Visita cada mesa Pepe Yunes y a todos dice que la gubernatura no es obsesión. Si se da bien. Si el presidente Peña lo bendice, bien. Si los astros se alinean, bien. Pero, reitera, no es obsesión.
¿Qué exige el presidente? Quiere ganadores, no candidatos, no aspirantes sin lustre ni obsesivos sin remedio, que garanticen y no compliquen, que enfrenten el reto de una elección y un reto todavía peor: rescatar a Veracruz del caos financiero y la violencia.
