Octavio Sen, nuevo líder local; Sheyla amenaza ir a los tribunales; las torpezas de Carlos Vasconcelos
Alguien se propuso dinamitar al PRI en Coatzacoalcos y le salió bien.
Enfiló a Octavio Sen Ávila a la presidencia del tricolor local y se olvidó que había que hacer bien el enjuague.
Nadie tomó en cuenta a Sheyla Jara, la dirigente juvenil que se ha ganado su lugar a pulso. Y Sheyla, que sabe hablar, ya se las cantó.
Impugnará en los órganos del descolorido PRI y luego en los tribunales electorales, donde duelen sus resoluciones.
Octavio Sen, que es un buen cuadro, compró boleto y se sacó un tigre. Asumió el domingo 5 la presidencia el PRI en Coatzacoalcos y lleva en la secretaría general a Carmen Ortigoza. Relevan a Matías Pacheco y Nereida Santos, quienes se mantuvieron por cuatro años en sus cargos.
Sen Ávila representa el relevo generacional y hará tres años ya, lanzó un mensaje que hoy se cumple: los priistas locales también cuentan, también hablan y también operan. Por supuesto que dejando al margen a Sheyla. Y la joven se las va a complicar.
Octavio Sen se maneja en la línea del ex candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos, Carlos Manuel Vasconcelos Guevara, el líder obrero que nunca ha sido obrero y que dijo que renunciaría a la CTM y al PRI y luego se convirtió en candidato priista a la alcaldía de Coatzacoalcos, en 2021, porque así son los mentecatos mentirosos y el combustible de la política es la mentira.
Octavio Sen es hijo del ex diputado federal y ex síndico municipal, Héctor Sen Flores, un tipazo, apreciado por propios y extraños.
Su hijo, Octavio Sen Ávila, llega encabezando a jóvenes que intentan darle su propio sello al PRI. Con él, se mueve Carlos Cedano, empresario ganadero con una nueva visión política, al que se ubica ya como aspirante a la alcaldía en 2025.
Todo sería terso pero ignoraron a Sheyla, le conculcaron su derecho a presidir el PRI y la mina detonó.
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