Anilú Ingram hace berrinche y amaga con irse del PRI

Pa’ pronto es cuando, le responde la lideresa de las mujeres priistas, Yolanda Lagunes

Que Anilú Ingram no amenace. Si se quiere ir del PRI, ahora es cuando.

Se irá bien pagada y re pagada, con dos diputaciones locales y una federal, la presidencia de la mesa directiva del Congreso de Veracruz y la delegación de Sedesol federal en el peñanietismo, de la que salió señalada por malos manejos con los recursos de las estancias infantiles. 

La duartista cobró la factura con creces. Hoy, la rabieta tiene su origen en que a su contlapache de cabecera, Fernando Kuri Kuri, el PRI le negó la presidencia del comité estatal.

Kuri y Anilú son más duartistas que el propio Adolfo Ramírez Arana, líder priista en Veracruz.

Kuri es incluso un morenista encubierto. Llegado Cuitláhuac García al gobierno estatal, a Fernando Kuri le encargaron el despacho del ISSSTE aunque se quedó con las ganas de ser delegado formal.

Hoy, la revuelta de Anilú, Kuri, Renato Alarcón, refleja la ambición sin límite del grupo que supone que el PRI es suyo y de nadie más.

Anilú Ingram expresó que reflexiona sobre si permanece en el PRI o no, y también deja abierta la posibilidad de contender por la candidatura al gobierno de Veracruz. ¿Por qué partido: por el PRI, del que amaga con renunciar o por el PAN, PRD, Movimiento Ciudadano porque en Morena  jamás le darán entrada.

La ambición supina de Anilú fue enfrentada por la dirigente estatal de las mujeres priistas, Yolanda Lagunes: “Es incomprensible y desconcertante que ocupando cargos de relevancia como Coordinadora de la Bancada Legislativa Local, se haya atrevido a exhibir su escandaloso titubeo de continuar su militancia en el PRI, y que esta indecisión se contextualice durante la etapa de un cambio legal en la dirigencia estatal. Este pronunciamiento está alejado de la prudencia política que en otras ocasiones ha exhibido”, señala Yolanda Lagunes en un documento. 

“Hacemos un llamado a que defina su rumbo de manera definitiva. Si decide abandonar el PRI, que lo haga con la integridad y claridad que nuestra militancia merece, dejando los cargos que le corresponden al Partido, no es un asunto de capricho, sino de principios y lealtad partidista”, agrega.

Seguro, nadie extrañará a Anilú, ni sus maromas políticas para estar siempre enchufada a la ubre presupuestal. La renuncia no puede esperar.

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