Halla Orfis daño patrimonial y una diferencia financiera de 73 millones en el ayuntamiento de Amado

Lo grave es que a las compañías favoritas del ex alcalde Víctor Carranza y del esposo de Rocío Nahle se les favoreció

Dos millones de pesos, políticamente, es nada; 73 millones es indicio de corrupción.

Sólo 2 millones en  irregularidades le halló el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz al ayuntamiento de Coatzacoalcos. Pero la cifra es un maquillaje.

Lo grave son inconsistencias en la Secretaría del Ayuntamiento que no fueron solventadas, cuyo responsable fue Samuel Ordaz Ortega, al que finalmente el alcalde Amado Cruz Malpica ya no pudo solapar.

Lo grave es que cuando ORFIS auditó, por lo menos cuatro actas de cabildo no se hallaban en el portal de transparencia del ayuntamiento de Coatzacoalcos, y ante la consecuencias que habrán de enfrentar, se realizó la actualización, sin que ello evitara que se le categorizara como “observación no solventada”.

Si Orfis hurga, hallará opacidad y trampa en la gestión de Amado Cruz Malpica.

Hay contratos en los que fueron testados datos del prestador de servicio, constructor, objeto del contrato, cantidad a pagar, fecha de inicio y conclusión del servicio u obra. Amado Cruz Malpica viola flagrantemente del precepto constitucional de transparencia en la información pública.

Lo grave son los trabajos realizados por el despacho técnico, contratado por varios millones de pesos, al que el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz le halló errores garrafales en la revisión física, tampoco solventados.

Lo grave son las obras públicas con pagos fuera de norma y documentación incompleta en tiempos de Arturo Delgadillo Medina como director general de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, al que le espera su consabida inhabilitación.

Lo grave es que no haya evidencia física de la reparación del sistema de izaje del asta bandera del malecón costero.

Lo grave es la rehabilitación del sistema de agua en la avenida Guerrero donde se validó el proyecto a destiempo, se excedieron los tiempos de construcción y no se contemplaron en el proyecto obras que supuestamente realizó la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento.

Lo grave es la obra de drenaje realizada en la avenida Quevedo, colonia Puerto México, donde hallaron serios problemas técnicos y el pago de los trabajos sin estar terminada. Y qué decir de los contratos asignados por adjudicación directa e invitación restringida en los que se violó la normatividad.

Y dos más: una de las empresas consentidas por el ex alcalde Víctor Manuel Carranza Rosaldo y el poder tras el trono, José Luis Peña Peña, esposo de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, se llevó los mejores contratos, y a una sola empresa, Construcciones y Arrendamientos Golfo Istmo, le tocaron cuatro de 55 contratos asignados.

Pero lo más grave le pega a la tesorera municipal, Grace del Carmen Mendoza Chesty, y al propio Amado Cruz Malpica, pues no cuadran las cuentas, ni lo ejercido en términos del presupuesto 2022, ni en la aplicación de la disciplina financiera, ni en el uso de los excedentes para abatir la deuda pública.

Ya con detalle, el asunto se pone más escabroso…

#archivomuerto