El veto al ex secretario del ayuntamiento es de dos años con opción a ocho

La salación de Gutierritos alcanzó a Samuel Ordaz

Sentencia de Rocío Nahle contra Samuel Ordaz: en los próximos dos años y medio, nada, ni un espacio, ni un privilegio para él en Coatzacoalcos. Y si se convierte en gobernadora de Veracruz, el veto será de seis años más.

Tirria grande, pues, la de la zacatecana contra el depuesto virreycito que desde la secretaría del ayuntamiento de Coatzacoalcos se imaginó intocable.

A Samuel Ordaz lo alcanzó la salación de Gutierritos. Por facilitar permisos de eventos del diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, contrincante de Rocío Nahle en la batalla por la candidatura de Morena al gobierno de Veracruz, la secretaria de Energía consultó a sus tripas, checó la hiel, vació el hígado y determinó que Samuel Ordaz se tenía que ir.

Así fuera gran amigo del alcalde Amado Cruz Malpica, se tenía que ir. Nada más para dejar claro que Amado es un florero. Ni pinta ni cuenta. La que manda es Rocío Nahle.

De ahí el desastre de ayuntamiento, las raterías con descaro, los negocios con cargo al erario y hasta los excesos de doña Esther Mortera, la esposa con ínfulas de fifí del alcalde, cuyas excentricidades le cuestan al erario de Coatzacoalcos.

Por lo pronto, a como le pinta 2024, Samuel se va a aventar ocho años en la congeladora.

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