Dos años antes de la elección municipal, a Nereyda Santos Hernández le ven cara de presidenciable, como si no bastaran los regalos que el PRI le ha concedido: secretaria general del comité municipal y candidata —frustrada— a diputada federal por el distrito de Coatzacoalcos, donde Tania Cruz Santos la hizo añicos con extrema facilidad.
La treta es clarísima: hacerla presidenciable hoy para negociar una regiduría en el cabildo que gobernará de 2025 a 2028. O sea, todos los premios para la doctora Nereyda Santos.
Son aceleres y nada más. Pero la consecuencia es política. El PAN ya pintó su raya. Su líder municipal, César Soto, les dijo que se debe al panismo, que dialoga para construir una alianza fuerte con miras al proceso electoral de 2024 y exige respeto:
“Yo no sigo órdenes de nadie porque aparte no me paga. Yo me debo a los militantes panistas que me dieron su voto de confianza. Somos el único partido político que elige a su dirigencia a través del voto libre, secreto y directo. Hemos mantenido diálogo con los dirigentes del PRI y el PRD, en aras de construir un proyecto interesante hacia el futuro, pero así no, al PAN y a los panistas nos respetan”