* Conversaciones padre-hijo * Documento de la prisión de Bastrop * “Sobornos”, “hieleras”, “dinero” * A Héctor “hay que llevarle el dinero” * El amigo Pepe Yunes * Tres fotografías con los senadores * Murat y Monreal en audio * Duarte y Murat: desvío de recursos * Quintanilla, al Trife
Son mis “relaciones”. Acudan a ellos, instruye Pancho Colorado, recluido en la prisión de Bastrop, Texas, condenado a 20 años por ligas con Los Zetas. Acudan a Héctor y Pepe Yunes, dice, para salvar un contrato para su empresa.
Acudan con los senadores, cultiven mis relaciones, reclama a su hijo, Francisco Colorado Cebado, según lo identifica un documento interno de la cárcel norteamericana, en que se transcribe y se traduce el contenido de tres conversaciones telefónicas, el 19 de febrero de 2015.
Llévenle la “hielera” a Héctor Yunes, hoy candidato del PRI. Lleven el dinero. Lleven el “marisco” a Pepe Yunes. Son las frases de Pancho Colorado que se leen en la conversación contenida en el documento de 45 páginas que revela cómo obtiene contratos el dueño de la empresa ADT Petroservicios. Cuando pierde, arrebata.
Sirven esas conversaciones a la justicia norteamericana para establecer la proclividad de Pancho Colorado a los sobornos, citados los nombres de los senadores priistas por Veracruz, señalados de tener amistad con el empresario, narcoempresario, enjuiciado también por pretender sobornar a un juez.
Su hijo Panchito Colorado Cebado sostiene que fue un caso prefabricado, cuando se les acercaron a él y a Ramón Segura, contador de ADT Petroservicios, agentes del gobierno que se hicieron pasar por abogados activistas. Les pedían dinero para evitar que a Pancho Colorado le aplicaran la pena máxima. Dice que no pagaron, y aún así los detuvieron, enjuiciados por intento de soborno al juez. Un año pasaron en varias prisiones. Firmaron un acuerdo de culpabilidad y se les deportó a México, esposados, más de un mes después de la última sentencia.
Son los primeros años de Pancho Colorado en la prisión de Bastrop, y no cambia. Su reclusión es de 20 años por lavar dinero de Los Zetas, presuntamente obligado por Miguel Ángel Treviño Morales, el número 2 de la organización hasta que al Z-40 lo tuvo en sus manos la Marina, refundido hoy en una cárcel, sujeto a juicio, camino a la extradición.
Lavaba dinero Pancho Colorado, según determinó la justicia norteamericana. Adquiría caballos cuarto de milla, ganadores en las principales carreras de Estados Unidos, en Texas, Oklahoma y Nuevo México, multiplicando los millones de Los Zetas con carreras amañadas… hasta que la DEA les cayó.
Acusado, señalado, implicado, se entregó Francisco Colorado en junio de 2012, con el argumento de que era él era la víctima, obligado a operarle al narco, lavándole el dinero. Suponía que llevaría el juicio bajo fianza y sería exonerado.
No fue así. Calculó mal y hoy purga una condena de 20 años de prisión, sentenciado en septiembre de 2013, llevado su caso a una corte de apelación y confirmada el 10 de diciembre de 2015.
Amigo de Fidel Herrera Beltrán, quien en su gobierno en Veracruz le otorgó más de 20 contratos y le vendió parte de la reserva territorial de Coatzacoalcos a precio de ganga, Pancho Colorado confesó al periodista Ciro Gómez Leyva ser de quienes financiaron la campaña de Javier Duarte al gobierno estatal, en 2010.
De ahí la hipótesis de los recursos procedentes del narco en la campaña priista, como en 2004 cuando Fidel Herrera era candidato del PRI al gobierno de Veracruz. Según la corte de Austin, de acuerdo con el contador del Cártel del Golfo, José Carlos Hinojosa, la aportación de los malosos para el de Nopaltepec fue de 12 millones de dólares.
Reza Pancho Colorado que él, con su inmensa humanidad, con su soberbia y su altivez es amigo de Yunes. Y es real. Es amigo de Héctor Yunes Landa y de José Francisco Yunes Zorrilla, los senadores priistas por Veracruz.
Lo dice Pancho Colorado y lo contiene el documento en que se transcribe y se traduce el contenido de dos llamadas con su hijo, Francisco Colorado Cebado, y una con Ramón Segura, su operador principal, ambas vía telefónica.
Un resumen inicial del documento cita los nombres de los dos senadores Yunes. Habla de sobornos. Habla de dinero. Habla de sobornos a medios de comunicación. Se enmarca en la conducta de Pancho Colorado y su poder corruptor.
Dice el documento de Bastrop:
“En estas dos llamadas, el acusado regaña a su hijo por no seguir sus instrucciones en sobornar a dos senadores de su estado natal Veracruz, Héctor Yunes y José (Pepe) Yunes).
“El acusado mandó a CEBADO (Francisco Augustin Colorado Cebado, su hijo) a llevar ‘dinero’ para mantener los contactos del acusado (los senadores (Héctor) Yunes y (José) Yunes)… Una simple búsqueda en internet revela que estos dos ‘senadores’ son de hecho senadores del PRI del estado natal del acusado, Veracruz.
“Además de la presentación previa del gobierno que contiene la evidencia de los sobornos del acusado a los medios de comunicación a cambio de la cobertura de noticias favorables; pruebas que demuestren el pago de sobornos a Fidel Herrera, el gobernador del Estado de Veracruz.
“Estos esfuerzos y sus actuales sobornos a políticos mexicanos y funcionarios de Pemex están en contraste directo a las afirmaciones sin fundamento de los demandados (Pancho Colorado, su hijo y Ramón Segura) de que él fue objeto de coacción en manos de Los Zetas tanto por su condena por lavado de dinero o lo que respecta a esta ofensa (sobornar a un juez federal)”.
Primera conversación. Pancho Colorado reclama a su hijo que no hubieran acudido a los senadores Héctor y Pepe Yunes. Pierde su empresa una licitación y muestra el colmillo para echarla abajo, usando “relaciones”, la de los Yunes rojos y la del subdirector en la Zona Norte, en la subsidiaria Pemex Exploración y Producción, Plácido Gerardo Reyes Reza.
Textual, dice la transcripción:
“Por eso yo les dije a ustedes, «Tienen que ir a ver a, a Héctor Yunes, tienen que ir a ver a Pepe Yunes. Tienen que decirles, para que le digan a Amalio para que me cuide eso… Tienen que acercarse con Reyes-Reza (funcionario de Pemex, acusado de actos de corrupción), tienen que hacer esto, tienen que hacer aquello, y tienen que esto y todo eso» y pensaron que con solamente con, con, con cumplir con los puntos lo iban a lograr. Y no… Fíjate que no… porque entonces lo que hubieran hecho ¿sí? aquellos movieron sus relaciones ¿sí? y de no traer nada y no quedar mal, los ponen arriba, ¿sí? y como como nosotros no movimos a mis relaciones… ¿sí? así es cómo funcionan las cosas, todavía tienen mucho que aprender… ¿sí? No vayan a pensar que saben mucho… ¿sí? Bueno”.
Más adelante, sigue el regaño de Pancho Colorado a su hijo:
“Y ¿me explico? ¿cuántos meses tiene que te dije que tenías que ver a Pepe y a Héctor y a hacer relaciones con ellos? ¿cuántos meses tiene que te dije?”.
Concreta:
“Vaya alguien, y, y, y, y, cultive mis relaciones porque si no nunca van a tener trabajo se les van a poner las cosas más difíciles…”.
Irritado, instruye Pancho Colorado, habla de un café, de una hielera, de dinero para Pepe y Héctor, los Yunes rojos:
“Está de la chingada, cabrón ¿sí? está de la chingada… a ver si, si, si para otra me empiezan a hacer un poquito más de caso y empiezan a, eh, a, ahora que vayas a México a ver si te da tiempo para, para, para platicar con Pepe Yunes, para invitarle a un café, para llevarle, este, lo que te dije, para dar con Héctor Yunes para llevarle la, la hielera… Y si no manda alguien, el que sea, que, que les de la, la atención que sea Ramón que pero hay que darle dinero… ¿sí?”.
Y acota:
“Pero Pepe Yunes si es amigo mío desde antes que, que, que de Gustavo Galindo. Lo que pasa es que nadie lo ha atendido… ¿sí? ¿sí me explico?”.
Segunda conversación. Habla Pancho Colorado de golpear en los medios de comunicación a un tal Chanza, con fotografías. El operador es Juan Carlos Molina, presunto líder del sector campesino en Veracruz, un apéndice del PRI, compadre de Héctor Yunes, el candiDuarte.
“Bueno pues, sí, ya los datos bien, o sea, bien, bien los datos para un, un buen putazo, sí, tiene que salir también en Veracruz, hay que buscar un periódico también en Veracruz, por medio de Juan Carlos Molina ¿sí? para que le salga el putazo en Veracruz, porque ahí les va a doler de a madre… ¿sí?”.
De nuevo cita los nombres de Héctor y Pepe Yunes:
“Ajá, mañana en Veracruz y el miércoles que va a estar el licenciado de los Estados Unidos, va a estar, va a estar en México, tienes que estar el miércoles y jueves. Y tienes, tienes que buscar en México y darte tiempo … para para llevarle, para llevarle, este, marisco a… a Pepe Yunes y Héctor Yunes ¿sí? Y tienes que estarlos viendo, de perdida”.
Tercera conversación. Es con Ramón Segura, su hombre de confianza, coacusado junto con Pancho Colorado y Panchito Colorado Cebado, en un intento de soborno a un juez de la Corte de Austin, Texas, para reducir la condena del empresario.
Le dice Pancho Colorado:
“… tienen que llevar unas hieleras a fulano, a zutano, perengano, tienen que ir Ramón a tal parte a ver a fulano, zutano y a perengano, Panchito tienes que ir a ver al senador este y al senador este que es el…”.
Clarísima la relación entre Héctor y Pepe Yunes con el narcoempresario, lavador de dinero de Los Zetas, blanqueador vía la compra de caballos cuarto de milla.
Héctor Yunes, el amigo de Manlio Fabio Beltrones, alias Don Beltrone, cerebro de la guerra de lodo en la campaña por el poder en Veracruz.
Pepe Yunes, el amigo de Luis Videgaray y José Antonio Meade, secretarios de Hacienda y Desarrollo Social en el gobierno federal.
Y en medio de ambos Pancho Colorado, el amigo de Héctor y Pepe, para ellos la “hielera” y el “marisco”, el dinero según la conversación registrada en la prisión de Bastrop.
Son sus relaciones. Son sus amigos. Son sus conectes para revertir licitaciones perdidas. Son los destinatarios de las “hieleras” y el “marisco”, lenguaje críptico, palabras en clave.
A Héctor Yunes, dice Pancho Colorado, hay que buscarlo para llevarle la “hielera”. “Y si no —agrega— manda alguien, el que sea, que, que les de la, la atención que sea Ramón que pero hay que darle dinero”.
Hay tres fotografías que no mienten. Es Pancho Colorado en el norte de Veracruz, saludando y abrazando a Héctor y a Pepe Yunes, presumiblemente en Álamo, en 2012, durante la campaña por la senaduría de Veracruz. Hay una testigo del encuentro: Erika Ayala Ríos, la senadora suplente de Héctor Yunes.
Héctor Yunes, en la conexión con el narcoempresario Pancho Colorado.
Govt Memo in Pancho Colorado Sentencing
Y lo que falta.
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Archivo muerto
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No hay día que no se acredite que hay enredo entre el PRI y Morena: hoy el audio de José Murat y Ricardo Monreal; ayer el audio de Gabriel Deantes citando el acuerdo con el partido de López Obrador; la cuñada del Pejemesías designada oficial mayor de la Secretaría de Educación en Veracruz; el respaldo abierto de Arturo López Obrador a Héctor Yunes; la alianza tóxica de la que habla Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal; “Morena y PT: arma secreta del PRI”, de Ricardo Alemán, autor de Itinerario Político. Qué va, pues, del combate a la mafia del poder a ser instrumento de esa mafia en el poder. Nada nuevo en AMLO, pues en sitios como Coatzacoalcos sus aliados son los líderes del Clan de la Succión, la familia Robles, José Pablo, Mónica, Roselia —que de izquierdosa no tiene ni la etiqueta, y ahí está el caso de Wenceslao Zamora, líder del PMT en 1985, al que le clavó el puñal de la traición— y su ad láteres priistas, los Hillman, cortesanos que se suponía eran reyes y no se dieron cuenta cuándo dejaron de serlo, postulando los succionadores candidatos perredistas a modo y cobrando con creces los favores al sistema tricolor, total que para eso sirven las arcas públicas. Y los morenitas creyendo que habitan en el castillo de la pureza… Pillados, Javier Duarte y José Murat Casab, gober de Veracruz y ex gober de Oaxaca, hablan de transas y desvíos. Otro audio los exhibe, el gordobés operando un pago de 30 millones de pesos a Pedro Haces, líder de un sindicato de seguridad privada, con facturas de 2016, tomando los recursos del Seguro Popular. Y es Murat Casab el mismo que se entiende con Ricardo Monreal, el dedo sucio del Peje López Obrador, delegado en Cuauhtémoc, en la CDMX, donde los giros negros producen millones y más millones, cuyo hermano va por la gubernatura de Zacatecas. Protesta el PRD, su secretaria general, Beatriz Mojica Morga, y advierte que en Oaxaca, en Veracruz, en Zacatecas, en Quintana Roo, el PRI y Morena se entienden y se ayudan. Qué show… No hay rufián sin cómplice. Y en Veracruz es el Tribunal Electoral del Estado, que solapa a Jaime Quintanilla, candidato impuesto en el Partido Verde Ecologista de México. Contiende violando los estatutos del PVEM, sin haber sido electo en asamblea para pujar por la diputación en el distrito Coatzacoalcos Urbano, registrado en el OPLE distrital, sin haberlo hecho previamente en el OPLE estatal, y sin que su nombre apareciera en el acta de asamblea donde se validó a los 30 candidatos del PVEM por Veracruz. Lo avaló el TEEV el viernes 20, ignorando la violación a los derechos políticos de Diego Fernández Olivares, quien sí cubrió los requisitos y quien sí respetó los estatutos del Partido Verde. Va el caso al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, primero a la sala regional y seguro a la nacional. Jaime Quintanilla no sólo evadió el procedimiento interno del PVEM sino que además ocultó que tenía problemas con la justicia, una orden de aprehensión contra la cual se amparó el lunes 16… Desde la sociedad surge Ciudadanos por Coatzacoalcos. Es un esfuerzo por organizar a los veracruzanos ante los crecientes problemas de inseguridad, desenfreno político, corrupción, desigualdad. Lo preside Raúl Ojeda Banda, ex líder de la Canaco y ex secretario de Desarrollo Económico del ayuntamiento de Coatzacoalcos; Homero Gutiérrez Melchor, administrador único; Joel Gutiérrez, tesorero, y José Bahena, secretario. Se halla en trámite de protocolización como asociación civil y en breve conformará más de 20 vocalías, planteando los diversos dilemas provocados por el mal gobierno a la sociedad, la zozobra en que se vive, la falta de respuesta institucional. Avanza este esfuerzo ciudadano con el concurso de muchos y ojalá sean más…
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