Una vez se le cree. Dos no. Marcelo Montiel decía que aquellos videos que exhibían el robo de recursos a beneficiarios de programas sociales, era un montaje. “Es montaje –refería— y un ataque”. Era, según él, una infamia, un golpe bajo. Y hubo quien le creyó. Pero resulta que siempre sí.
Se veía en aquel video a un personaje con el rostro difuminado. Se le escuchaba decir que fue obligado a sustraer dinero de los beneficiarios de Sedesol, falsificando firmas, robando identidades por órdenes de superiores jerárquicos, operadores de Marcelo Montiel.