Entre el fuego del crimen organizado, una ráfaga de metralleta sobre su hogar, Keren Prot Vázquez vive días malos y días mejores. Los buenos son de jauja, el poder en su mano, un sueño hecho realidad. Los goza y los transforma en alegría familiar, el presupuesto a su alcance, el nepotismo a su mayor nivel.
Villa Allende es tierra violenta, sin control, rebasada la autoridad en la congregación más importante de Coatzacoalcos, donde la joven Keren gobierna a los tumbos, cuestionada por la población, intrigada por tantos y tantos a los que les prometió una alianza y les salió con una traición.