Apuesta fallida, la de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 ha sido una pesadilla para no recordar. Javier Duarte, gobernador de Veracruz, se ha empeñado en demostrar que es tan ineficiente para enfrentar la brutal violencia que sacude a Veracruz, los ejecutados, los secuestrados, los mutilados, como para construir las villas olímpicas que, entre otras cosas, le hubieran dado seguridad a los atletas y evitarles robos, asaltos y golpes.