Con justa razón clama justicia la familia de Columba Campillo González. Rechazan la politización del caso y confían en que el área judicial halle al culpable y lo castigue. Es su demanda y es la de todos. Tilda de monstruos a quienes privaron de su vida a la joven Columba. Lo dice en mensajes que corrieron en las redes, supuestamente de su autoría, retomados por los medios de comunicación. Columba Campillo fue secuestrada el miércoles 6 en el bulevar de Veracruz. Dos días después su cuerpo apareció en un predio baldío, en el fraccionamiento Los Delfines. Según informes oficiales, fue …
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El muerto del que no hablan Javier Duarte y su fiscal
Para Columba Campillo hubo una marcha, un reclamo social, la condena de todos, acción judicial veloz, inmediata, y la voz de un gobernador, Javier Duarte, que pregona su indignación porque Veracruz, lo diga o no, se le ha llenado de muertos y vive un baño de sangre brutal. Para Hugo Carvajal Blanco no.
Por Columba Campillo hay dolor, pues a sus 16 años apenas comenzaba a vivir, su vida limpia, sus sueños que iban forjando una ilusión, alegre, socialmente plena. Por Hugo no.
Columba Campillo: el fiscal embarcó a Javier Duarte
Javier Duarte sigue en la cresta del escándalo y merece más. Se lo debe a su fiscal. Luis Ángel Bravo Contreras lo trepó en el caso Columba Campillo, le vendió la pista de Ileana Mortera, lo ubicó en un escenario de insensatez y lo llevó a enfrentar una crisis de credibilidad descomunal.
Pasan las horas y el gobernador de Veracruz continúa ahí, acusado de todo, vilipendiado por miles de usuarios de las redes, por la gente en las calles, por los colonos de abajo, los abandonados que viven de la migaja, del programa social, de la dádiva partidista.
Columba Campillo: algo no le cuadra a Javier Duarte
Es inmensa la ola de sangre que revuelca a Javier Duarte. Lo azota y lo destroza. Y él, diezmado por la muerte de miles, por las ejecuciones y ahora por el secuestro y crimen de Columba Campillo, habla en abstracto, sin reconstruirse, sin infundir tranquilidad, sin convencer que Veracruz se salvará.
Apabullado por la ira popular, por el reclamo de 8 millones de veracruzanos que ven el regreso de la violencia, la disputa del territorio, el tutelaje de los criminales sobre las instituciones, el gobernador vuelve al lugar común, al discurso sobado, a la demagogia de siempre: Veracruz está funcionando.